El municipio de Burguete, Auritz en euskera batua y Ahuritze en la variedad local, y situado en la Comunidad Foral de Navarra, en la merindad de Sangüesa. Este pintoresco pueblo se encuentra en la comarca de Auñamendi, en el Pirineo Navarro, rodeado de impresionantes paisajes montañosos y exuberante vegetación.
El caserío se dispone en torno a una calle principal longitudinal con la tipología tradicional de “pueblo-calle”, flanqueada por prados de siega y rodeada de hayedos y pastizales. El término está drenado por el río Urrobi y sus afluentes, que configuran una llanura de carácter abierto antes de que el relieve ascienda hacia las cumbres próximas.
La arquitectura doméstica responde al patrón pirenaico: casas de sillería y mampostería, cubiertas a cuatro aguas de acusado vuelo, portalones amplios, balcones de madera y, en numerosos casos, escudos o inscripciones alusivas a linajes y fechas de construcción. La alineación de las fachadas mantiene la lectura histórica del conjunto pese a reformas puntuales, y la escala del caserío preserva la imagen rural característica del valle.
El Camino de Santiago Francés atraviesa Burguete de norte a sur y estructura la vida local desde la Edad Media. El itinerario entra desde Roncesvalles, cruza la plaza y la parroquia, y continúa hacia Espinal. Junto a la ruta jacobea, el municipio es punto de paso de senderos de gran recorrido que conectan valles y puertos pirenaicos, lo que ha favorecido una oferta consolidada de servicios al caminante y al excursionista.
La iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, emplazada en el centro del pueblo, muestra la huella de sucesivas reconstrucciones tras incendios y daños bélicos. Su fábrica actual es de mediados del siglo XX e incorpora restos visibles de etapas anteriores, con soluciones sobrias al exterior y un interior funcional orientado al culto parroquial. En su entorno se conservan piezas y memoria material vinculadas al tránsito jacobeo.
La historia de Burguete está marcada por su condición de paso fronterizo. En la Edad Moderna contó con funciones de control de caminos y presencia de guarnición, y el caserío sufrió episodios de destrucción durante los conflictos de los siglos XVIII y XIX, circunstancia que explica la cronología de buena parte de las viviendas que hoy se observan. Pese a ello, el pueblo mantuvo su trazado y su vocación de asistencia al viajero.
El medio natural inmediato, articulado por el Urrobi y los bosques circundantes, sostiene una ganadería extensiva y un paisaje de prados cercados que define la identidad del lugar. La proximidad a Roncesvalles y a los puertos de montaña convierte al municipio en base idónea para actividades de naturaleza a lo largo de todo el año y que recorremos a través del vídeo con el reportaje fotográfico del Canal de YouTube
Iglesia de San Nicolás de Bari
La iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, situada en el eje principal de Burguete- Auritz y frente a la plaza del pueblo, constituye el referente religioso y arquitectónico del núcleo. De origen medieval —documentada al menos desde comienzos del siglo XII—, la fábrica ha sufrido a lo largo de su historia incendios y reconstrucciones que han condicionado su aspecto actual, en el que conviven elementos antiguos reaprovechados y una estructura esencialmente moderna fruto de las obras del siglo XX.
El edificio presenta una fábrica de sillería que se articula en una nave única dividida en tramos, con crucero bien marcado y cabecera recta. En la ejecución de cubiertas se alternan soluciones acorde con las relecturas modernas de la estructura, mientras que en planta se aprecia la volumetría tradicional de los templos de villa de paso: una nave longitudinal centrada en el eje del poblado y un crucero que realza la cabecera. En el exterior destaca la fachada culminada en piñón, flanqueada por contrafuertes y rematada por una pequeña torrecilla campanil que domina la plaza.
Entre los vestigios de las fases antiguas se conservan, integradas en la fábrica actual, ventanas abocinadas de traza medieval y restos de elementos de cantería en la cabecera y el crucero que permiten rastrear la larga evolución del templo. La portada monumental que ocupa la parte inferior de la fachada es obra fechada a finales del siglo XVII; su traza y tratamiento responden a un lenguaje clásico tardobarroco propio de la época y figura como uno de los elementos más visibles del conjunto exterior.
La sucesión de incendios que afectaron al pueblo y al templo motivó intervenciones importantes en épocas modernas; la reconstrucción más significativa se llevó a cabo a mediados del siglo XX, con obras que culminaron en las décadas posteriores e incorporaron tanto la protección de los fragmentos conservados como soluciones constructivas contemporáneas. El interior, resultado de estas intervenciones, conserva mobiliario y piezas de cronología reciente, habiéndose perdido en buena medida el ajuar anterior por saqueos e incendios en distintos momentos de la historia.
La posición de la iglesia, junto al trazado del Camino de Santiago Francés, ha marcado su función comunitaria y su relación con los flujos de peregrinación. Por su vinculación al itinerario jacobeo, el templo se integra en el catálogo de bienes asociados al Camino y forma parte del paisaje material y espiritual que atraviesa Burguete.
En su conjunto, la iglesia de San Nicolás de Bari ofrece una lectura clara de la continuidad histórica de la localidad: edificio de raíz medieval transformado por episodios de destrucción y por la intervención restauradora del siglo XX, donde la piedra de sillería, la portada barroca tardía y los restos medievales conforman una unidad edificada que representa el carácter caminero y rural de Burguete.
Dejamos algunas fotografías a continuación.
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