BIARRITZ

En el Golfo de Vizcaya, en el territorio histórico vasco francés de Labort, se encuentra la ciudad de Biarritz, destino vacacional en el departamento de Pirineos Atlánticos, en la región de Nueva Aquitania, en el suroeste de Francia.

Originalmente un pequeño puerto ballenero, Biarritz se transformó en un lujoso destino turístico en el siglo XIX gracias al impulso de la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, quien eligió la ciudad como lugar de veraneo. Desde entonces, Biarritz ha sido frecuentada por la aristocracia europea, consolidándose como uno de los balnearios más exclusivos de la costa atlántica francesa.

La Grande Plage es la playa más emblemática de Biarritz. Situada en el corazón de la ciudad, ha sido un lugar de recreo desde el siglo XIX, cuando se construyeron los primeros balnearios. A lo largo de su paseo marítimo se encuentra el Hotel du Palais, un majestuoso edificio construido en 1855 como residencia de verano de la emperatriz Eugenia. Este palacio en estilo Segundo Imperio se ha transformado en uno de los hoteles más lujosos de Europa y es un símbolo del esplendor histórico de Biarritz.

Otro lugar destacado es el Rocher de la Vierge, un islote rocoso conectado a tierra firme mediante una pasarela de hierro diseñada por el taller de Gustave Eiffel. En la cima se alza una estatua de la Virgen María, que, según la tradición local, protege a los marineros. Desde este punto se obtienen espectaculares vistas panorámicas de la costa vasca y los Pirineos.

Junto al Rocher de la Vierge se encuentra el Puerto de los Pescadores (Port des Pêcheurs), un pintoresco puerto construido en 1870 para proteger a los pescadores locales de las tormentas atlánticas. Hoy en día, sus pequeñas casas de pescadores, llamadas “crampottes”, se han convertido en acogedores restaurantes de mariscos, conservando el ambiente tradicional del antiguo pueblo pesquero.

En el casco antiguo de la ciudad se encuentra la Iglesia de San Martín (Église Saint-Martin), el templo más antiguo de Biarritz, construido en el siglo XII en estilo románico y restaurado en el siglo XVI. En su interior destacan las vidrieras y el retablo barroco, que contrastan con la sobriedad de su estructura medieval.

Otra joya arquitectónica es la Capilla Imperial, edificada en 1864 por orden de la emperatriz Eugenia. Este templo fue diseñado en un singular estilo ecléctico, que combina elementos románicos, moriscos y neobizantinos, reflejando la influencia española de su fundadora. La capilla, dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, era el lugar de oración privado de la emperatriz y aún conserva su decoración original.

El Mercado de Les Halles, situado en el centro de Biarritz, es el epicentro de la vida local. Inaugurado en 1885, este mercado cubierto ofrece una amplia variedad de productos regionales, como el jamón de Bayona, los pimientos de Espelette y quesos del País Vasco Francés. El mercado y sus alrededores están llenos de bares de tapas y restaurantes, lo que refleja la fuerte influencia vasca en la gastronomía local.

En el extremo norte de la ciudad se alza el Faro de Biarritz, construido en 1834 sobre el Cabo Hainsart. Con 73 metros de altura, este faro en estilo neoclásico ofrece una vista panorámica de la ciudad y la costa atlántica. Es un lugar ideal para contemplar las impresionantes puestas de sol sobre el mar.

Biarritz es también famosa por sus playas de Surf, reconocidas a nivel mundial. La Playa de la Côte des Basques es el lugar de nacimiento del surf en Europa, ya que fue aquí donde los surfistas estadounidenses introdujeron este deporte en la década de 1950. Desde entonces, Biarritz ha mantenido su reputación como uno de los mejores destinos de surf del mundo.

Biarritz combina a la perfección su pasado aristocrático con una vibrante cultura vasca y una atmósfera cosmopolita. Desde sus elegantes edificios históricos hasta sus espectaculares acantilados y playas de surf, la ciudad ofrece una experiencia única en la costa atlántica francesa. Su patrimonio arquitectónico, su rica gastronomía y su ambiente cultural la convierten en un destino imprescindible en el País Vasco Francés. y que conocemos con el reportaje fotográfico del Canal de YouTube y al que animamos a suscribirse.

Grande Plage

La Grande Plage es la playa más emblemática de Biarritz, situada en pleno centro de la ciudad. Con sus dos kilómetros de arena dorada, ofrece un amplio espacio para relajarse bajo el sol. Esta playa de postal está flanqueada por el majestuoso Hôtel du Palais y la playa de Miramar. Históricamente, la Grande Plage ha sido un lugar de gran importancia. En el siglo XIX, era conocida como la “Plage des Fous” debido a los baños de mar reservados para los enfermos. Bajo la influencia de la emperatriz Eugenia, se convirtió en un balneario de renombre, atrayendo a la aristocracia europea.

Plage du Port-Vieux

La Plage du Port-Vieux es una pequeña y encantadora cala situada en el corazón de Biarritz. Esta playa es conocida por su atmósfera íntima y su entorno idílico, rodeada de acantilados que ofrecen impresionantes vistas del Océano Atlántico. Históricamente, la Plage du Port-Vieux fue un pequeño puerto pesquero donde los barcos se refugiaban de las tormentas atlánticas.

Rocher de la Vierge

Rocher de la Vierge, la Roca de la Virgen, uno de los monumentos más emblemáticos de Biarritz. Se trata de una formación rocosa situada en el océano Atlántico, coronada por una estatua blanca de la Virgen María. La estatua fue colocada en 1864 para conmemorar el regreso seguro de los pescadores locales.

El Rocher de la Vierge está conectado a la costa por un puente de hierro diseñado por Gustave Eiffel en 1887. Desde este punto, se pueden disfrutar de vistas panorámicas de la bahía de Biarritz, la Grande Plage y la costa vasca hasta los Pirineos.