SOTOSALBOS

Sotosalbos, localidad situada al noreste de Segovia, en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama y que destaca por su arquitectura tradicional y su valioso patrimonio románico.

El principal atractivo de Sotosalbos es la Iglesia de San Miguel Arcángel, considerada una de las joyas del románico segoviano. Construida entre los siglos XII y XIII, la iglesia conserva gran parte de su estructura original, incluyendo una notable galería porticada en su fachada sur. Esta galería presenta una rica decoración escultórica con figuras de monstruos, centauros y sirenas, así como escenas de la vida cotidiana medieval. En su interior, alberga un pequeño museo con piezas de arte sacro, como una imagen sedente de la Virgen de la Sierra y una cruz parroquial gótico-renacentista.

La Plaza Mayor de Sotosalbos es otro de sus encantos, donde se puede apreciar la arquitectura tradicional segoviana, con edificaciones de piedra y madera que conservan el estilo rústico de la zona. Pasear por sus calles empedradas permite descubrir rincones pintorescos y disfrutar de la tranquilidad del entorno.

Además, Sotosalbos se encuentra en un entorno natural privilegiado, cerca del bosque de Mata del Pirón y del puerto de Malangosto, lo que lo convierte en un punto de partida ideal para rutas de senderismo y actividades al aire libre.

Con su combinación de patrimonio histórico, belleza natural y ambiente apacible, Sotosalbos es un destino perfecto para quienes buscan una experiencia auténtica en la provincia de Segovia recorriéndolo con el video del reportaje fotográfico del Canal de YouTube.

San Miguel Arcángel

La iglesia de San Miguel Arcángel de Sotosalbos, en la provincia de Segovia, es uno de los ejemplos más representativos del románico rural castellano. Se levantó entre los siglos XII y XIII y se conserva con un alto grado de autenticidad, manteniendo buena parte de sus elementos originales. Su arquitectura responde al estilo románico segoviano, con el característico uso de la piedra local y una cuidada decoración escultórica en capiteles y canecillos.

El templo presenta planta de una sola nave, con ábside semicircular y presbiterio recto. El ábside conserva la estructura románica con ventanales abocinados y una ornamentación sobria, pero muy armónica, propia de la época.

En el interior, el espacio se cubre con bóveda de cañón apuntado en la nave y bóveda de horno en el ábside, siguiendo los esquemas constructivos habituales en el románico de la meseta.

Uno de los elementos más destacados del edificio es su galería porticada, situada en el costado meridional. Esta galería es uno de los mejores ejemplos de pórtico románico segoviano, abierto al exterior mediante una sucesión de arcos de medio punto apoyados en columnas dobles y capiteles decorados con motivos vegetales, geométricos y figurativos. El pórtico cumplía tanto funciones litúrgicas como sociales, al servir de lugar de reunión para los vecinos de la localidad.

El templo conserva también una torre campanario de base cuadrada, adosada a los pies del edificio, que contribuye a su silueta característica. Los canecillos que recorren la cornisa del ábside y del pórtico muestran una variada decoración tallada, en la que se aprecian figuras humanas, animales y elementos vegetales, en sintonía con el simbolismo románico.

En el interior se guarda una pila bautismal románica, de gran tamaño y decoración sencilla, que ha llegado hasta la actualidad en buen estado. La iglesia, por su relevancia arquitectónica y artística, fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931, lo que ha permitido su conservación y puesta en valor como uno de los hitos más destacados del románico en la provincia de Segovia.