Segovia - Castilla y León 🇪🇸

SEGOVIA

La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Segovia, una de las poblaciones más emblemáticas de Castilla y León, se alza en un impresionante entorno natural a los pies de las montañas de Guadarrama, y ha sido testigo de siglos de historia, arte y cultura. Su casco antiguo, junto con el famoso Acueducto romano, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, destacando no solo por su impresionante conservación, sino también por la rica herencia de monumentos que adornan la ciudad.


Uno de los principales emblemas de Segovia es el Acueducto romano, una majestuosa obra de ingeniería construida en el siglo I d.C. Este acueducto, que se extiende por casi 15 kilómetros, llega al centro de la ciudad en un estado de conservación excepcional. Con sus 28 metros de altura en su punto más elevado, ha sido considerado uno de los acueductos romanos mejor conservados del mundo y es el principal punto de interés turístico de la ciudad.

Otro de los grandes monumentos de Segovia es el Alcázar, un castillo de origen medieval que, en sus primeros tiempos, sirvió como fortaleza militar y residencia real. Situado sobre un cerro, el Alcázar tiene una estructura de cuento de hadas con torres almenadas y una ubicación estratégica que ofrece vistas panorámicas del entorno. Este castillo también es famoso por haber servido de inspiración para el diseño del castillo de Disney, lo que refuerza su atractivo y su leyenda.

La Catedral de Segovia, conocida como “la Dama de las catedrales”, es otro de los hitos más destacados de la ciudad. Esta imponente iglesia gótica, iniciada en 1525, es la última gran catedral construida en España en este estilo. En su interior se encuentran importantes obras de arte y elementos arquitectónicos únicos, como su pavimento exterior compuesto por antiguas lápidas funerarias, lo que le da un toque singular.

Además de estos monumentos, Segovia cuenta con una serie de iglesias románicas, como la Iglesia de San Esteban y la Iglesia de la Vera Cruz, que forman parte del legado arquitectónico de la ciudad y son testigos del esplendor medieval que vivió Segovia en tiempos del románico. También merece la pena mencionar la Iglesia de San Millán, que alberga una de las mejores vistas panorámicas del Acueducto y de la ciudad.

Segovia es igualmente famosa por su Plaza Mayor, un espacio vibrante en el corazón de la ciudad rodeado de edificios históricos, que alberga tanto mercados como celebraciones populares. A pocos pasos de esta plaza, se puede disfrutar de los tradicionales restaurantes que sirven cochinillo asado, uno de los platos más representativos de la gastronomía segoviana.

Un lugar no menos importante en Segovia es el Monasterio del Parral, un antiguo monasterio de los Jerónimos que, además de su arquitectura, ofrece una apacible zona ajardinada que invita a la contemplación. Igualmente, el Museo de Segovia, situado en un antiguo palacio renacentista, alberga una excelente colección de arte y objetos que narran la evolución de la ciudad desde sus orígenes romanos hasta la Edad Moderna.

Para quienes disfrutan de la naturaleza, la ciudad está rodeada de paisajes impresionantes, como el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, donde se pueden realizar rutas de senderismo y observar una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo una importante colonia de buitres leonados. También se puede acceder al Mirador de la Pradera de San Marcos, que ofrece vistas espectaculares del Alcázar y del paisaje circundante.


Con su excepcional conjunto de monumentos históricos, sus tradiciones gastronómicas y su entorno natural, Segovia se presenta como un destino único e imprescindible en Castilla y León, un lugar donde el pasado medieval se fusiona perfectamente con la belleza natural de sus paisajes y la modernidad de sus servicios y conocemos través del vídeo del Canal de YouTube .
 

Acueducto de Segovia

El Acueducto de Segovia es una destacada obra de ingeniería civil romana situada en la ciudad. Construido probablemente entre finales del siglo I y principios del siglo II d.C., durante los reinados de los emperadores Vespasiano y Trajano, su propósito era transportar agua desde el manantial de la Fuenfría, ubicado a unos 17 kilómetros de la ciudad, hasta Segovia.  

Este impresionante acueducto tiene una longitud total de aproximadamente 16 kilómetros, aunque su sección más conocida es la arquería que atraviesa la plaza del Azoguejo en el centro de Segovia. En este tramo, alcanza una altura máxima de 28,10 metros y consta de 167 arcos sostenidos por 120 pilares. Está construido con unos 20.400 sillares de granito unidos sin ningún tipo de argamasa, lo que demuestra el avanzado conocimiento de la ingeniería romana.   

Según la leyenda, una joven cansada de acarrear agua diariamente hizo un pacto con el diablo, ofreciéndole su alma si construía una estructura que llevara el agua hasta la ciudad antes del amanecer. Cuando el gallo cantó, al diablo le faltaba colocar una piedra, por lo que no pudo reclamar el alma de la joven.  

El Acueducto de Segovia fue declarado Monumento Histórico por la Real Orden del 11 de octubre de 1884 y, junto con la ciudad antigua de Segovia, es Patrimonio de la Humanidad desde 1985.  

Hoy en día, el acueducto es uno de los monumentos mejor conservados de la época romana y un símbolo emblemático de Segovia, atrayendo a numerosos visitantes que admiran su majestuosidad y la habilidad técnica de sus constructores.







Alcázar de Segovia

El Alcázar de Segovia es uno de los monumentos más representativos de la ciudad y uno de los castillos medievales más singulares de Europa. Se alza sobre un escarpado promontorio en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, dominando visualmente el paisaje y configurando una de las postales más conocidas del patrimonio español. Su silueta, que recuerda la proa de un barco, y su torre principal de aspecto fantástico, inspiraron incluso al castillo de la película Blancanieves y los siete enanitos de Walt Disney.

Los orígenes del Alcázar se remontan al siglo XII, cuando fue erigido sobre restos de edificaciones anteriores, probablemente romanas. A lo largo de los siglos, fue ampliado y reformado por diversos monarcas castellanos. Alfonso VIII de Castilla y su esposa Leonor de Inglaterra lo embellecieron en estilo gótico, y posteriormente recibió aportaciones mudéjares y renacentistas. Fue sede de la corte de Castilla, residencia real, archivo, prisión y, desde 1764, sede del Real Colegio de Artillería, el más antiguo del mundo aún en funcionamiento.

En su interior se conservan algunas de las salas más notables del arte palaciego castellano. Destacan la Sala del Trono, decorada con un dosel con las armas de los Reyes Católicos; la Sala de la Galera, con su magnífico artesonado en forma de quilla invertida; y la Sala de las Piñas, cubierta por un intrincado techo mudéjar. El recorrido culmina en la Torre de Juan II, a la que se accede por una estrecha escalera de 152 peldaños, y desde cuya cima se disfruta de una vista privilegiada de la ciudad de Segovia y de la Sierra de Guadarrama.

Actualmente, el Alcázar funciona como museo y archivo histórico militar, con colecciones de armamento, tapices, mobiliario y documentos.


Catedral de la Asunción y de San Frutos

La Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos, conocida comúnmente como la Catedral de Segovia, es el principal templo católico de la ciudad y uno de los monumentos más sobresalientes del gótico tardío en España. Su construcción comenzó en el año 1525, después de que la anterior catedral románica —situada junto al Alcázar— fuera destruida durante la Guerra de las Comunidades. A pesar de encontrarse ya en una época de transición hacia el Renacimiento, los canónigos decidieron mantener el estilo gótico, lo que convirtió a la Catedral de Segovia en una de las últimas grandes catedrales europeas edificadas en dicho estilo.

El templo fue diseñado por el arquitecto Juan Gil de Hontañón, y su construcción se prolongó hasta el siglo XVIII, incorporando progresivamente elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos. La catedral se levanta en la Plaza Mayor de Segovia, dominando el casco histórico con su esbelta silueta y su torre de 88 metros de altura. En su interior, destaca por su amplitud y luminosidad, así como por la pureza de líneas góticas que conserva en la nave central, las capillas laterales y la girola. Uno de los elementos más singulares es el claustro, que fue trasladado piedra a piedra desde la antigua catedral románica.

Entre sus muchos tesoros artísticos se encuentran el retablo mayor de Sabatini, las magníficas vidrieras restauradas por el maestro Carlos Muñoz de Pablos, y obras de arte de autores como Rubens o Ignacio de Ries. El visitante también puede admirar el sepulcro del infantillo Don Pedro, así como la antigua Casa del Campanero, a la que se accede ascendiendo 190 peldaños de la torre para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. El conjunto catedralicio incluye además un museo, la Sala Capitular, la Sacristía Mayor y la Sala de Pintura del Bajo Claustro, con numerosas piezas de arte sacro.

En el año 2025, la Catedral de Segovia celebra el V Centenario de su construcción, con un extenso programa cultural y litúrgico. Entre las actividades destacan la restauración de varias capillas, exposiciones temporales, visitas temáticas y la instalación de una monumental escultura en el interior del templo, además de la celebración de una misa solemne retransmitida a nivel nacional. Este aniversario subraya la importancia de la catedral no solo como monumento religioso, sino también como símbolo de la historia, el arte y la identidad segoviana.

Actualmente, la catedral es visitable durante todo el año y constituye uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Su majestuosidad arquitectónica y su significado histórico la han hecho merecedora del apelativo de “Dama de las Catedrales”, consolidándose como uno de los máximos exponentes del patrimonio monumental de Castilla y León y de toda España.






Plaza Mayor de Segovia

La Plaza Mayor de Segovia es uno de los principales núcleos de la vida social y cultural de la ciudad, un lugar lleno de historia que ha sido testigo de numerosos acontecimientos importantes. Uno de los eventos más relevantes en la historia de la plaza tuvo lugar el 13 de diciembre de 1474, cuando Isabel la Católica fue proclamada reina de Castilla. Este hecho tuvo una gran trascendencia, ya que marcó el inicio del reinado de Isabel y la unión de los Reyes Católicos, un momento crucial en la historia de España. 

Originalmente conocida como la Plaza de San Miguel, este espacio comenzó a tomar su forma actual después del derrumbe de la antigua iglesia de San Miguel en 1532, lo que permitió ampliar la plaza y darle una mayor relevancia. Durante siglos, ha sido un lugar de encuentro para los segovianos, donde se han celebrado mercados, festejos religiosos y otros eventos públicos. A lo largo del tiempo, la plaza ha sido el centro de la vida comercial y social de la ciudad, especialmente tras la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, que impulsó la actividad en la zona.

En cuanto a su arquitectura, la Plaza Mayor de Segovia destaca por su diseño rectangular rodeado por edificios de tres plantas, con soportales que siguen el estilo típico de las plazas castellanas. Uno de los elementos más característicos de la plaza es el templete de música, una estructura modernista que data de 1896 y que sigue siendo el escenario de conciertos y eventos culturales. A su alrededor, se encuentran varios edificios notables, como la Catedral, conocida como la “Dama de las Catedrales”, construida entre los siglos XV y XVI en estilo gótico tardío. También se encuentra el Ayuntamiento, cuya construcción comenzó en el siglo XVI y sigue siendo la sede del gobierno municipal de Segovia. Además, el Teatro Juan Bravo, inaugurado en 1917, es otro de los edificios emblemáticos que conforman el conjunto arquitectónico de la plaza.

La Plaza Mayor sigue siendo un lugar de gran dinamismo, acogiendo tanto a residentes como a turistas que disfrutan de su ambiente vibrante. En ella se celebran mercados semanales, como el tradicional mercado de los jueves, y eventos especiales a lo largo del año. Durante las festividades locales, la plaza se convierte en el epicentro de celebraciones populares, conciertos y actividades que reflejan la cultura segoviana. En resumen, la Plaza Mayor de Segovia es un símbolo de la ciudad, que no solo conserva su rica historia y arquitectura, sino que también sigue siendo un espacio vivo y dinámico que acoge la vida cotidiana de la ciudad y las tradiciones locales.


Plaza del Azoguejo

La Plaza del Azoguejo es uno de los espacios más representativos de Segovia, situada en la base del Acueducto romano, que es el principal símbolo de la ciudad. Su origen como plaza del mercado la convierte en un lugar de gran valor histórico. El nombre “Azoguejo” proviene de la palabra “azogue”, que hace referencia a las plazas dedicadas al comercio, y tiene su raíz en el árabe “zoco”, que significa mercado. En sus primeros tiempos, esta plaza fue un lugar de transacciones comerciales, especialmente para los habitantes de los arrabales, mientras que el mercado principal se encontraba en la Plaza Mayor.

A lo largo de los siglos, la Plaza del Azoguejo desempeñó un papel esencial en la vida comercial de Segovia. Durante el siglo XVI, se menciona en las ordenanzas municipales la existencia de varios puestos de venta, como carnicerías, que daban vida a la plaza. A principios del siglo XX, la actividad comercial aún era intensa, con puestos de venta al aire libre y productos locales expuestos, como piezas de caza. Esta constante actividad la convirtió en un lugar clave para la economía local.

En el siglo XX, y especialmente durante la década de 1950, la plaza experimentó importantes reformas urbanísticas. Se derribaron edificios para abrir el espacio y adaptarlo a las nuevas necesidades del creciente turismo. Hoy en día, la Plaza del Azoguejo es un punto de encuentro tanto para los segovianos como para los turistas, que la visitan para admirar el Acueducto y disfrutar de la oferta gastronómica y cultural de la zona.

Hoy, la Plaza del Azoguejo representa un símbolo de la historia y la identidad de Segovia, donde convergen el pasado medieval de la ciudad con la modernidad turística y comercial. Su función como mercado ha desaparecido, pero su relevancia histórica y su belleza arquitectónica siguen siendo motivo de admiración para quienes la visitan.


Convento del Corpus Christi

La Iglesia y Convento del Corpus Christi de Segovia es un monumento de gran valor histórico y religioso, situado en el corazón de la antigua judería de la ciudad. Este edificio, que en sus orígenes fue la Sinagoga Mayor, es el mejor conservado de las cinco sinagogas que existieron en la aljama segoviana. Su transformación en iglesia católica en 1410, tras los sucesos del Corpus Christi, marcó un cambio significativo en su historia, siendo consagrada al culto cristiano en 1419 y entregada a la Orden de las Clarisas.  

La estructura original de la sinagoga, construida probablemente en el siglo XIII, presentaba una planta rectangular dividida en tres naves por arcos de herradura sobre pilares octogonales, con capiteles decorados con motivos vegetales. Este diseño es característico del estilo mudéjar y muestra similitudes con otras sinagogas de la época, como la de Santa María la Blanca en Toledo.  Aunque el edificio sufrió un devastador incendio en 1899 que destruyó gran parte de su decoración interior, las labores de reconstrucción iniciadas en 1902 permitieron recuperar elementos originales, como algunos capiteles y arcos, que aún se pueden apreciar hoy en día.  

Actualmente, el convento es un lugar de clausura habitado por monjas clarisas, quienes mantienen viva la espiritualidad del lugar. En su interior, se conserva una pintura destacada: El milagro de la Eucaristía, obra de Vicente Cutanda, que añade valor artístico al conjunto.  El acceso al edificio se realiza a través de un arco gótico de piedra caliza situado en la plaza del Corpus Christi, lo que refleja la integración del monumento en el entramado urbano de la ciudad.







Plaza de Medina del Campo

La Plaza de Medina del Campo en Segovia es una de las plazas más encantadoras y significativas de la ciudad castellana. 

En el centro de la plaza se encuentra la Iglesia de San Martín, una iglesia románica del siglo XII. Esta iglesia es notable por su estructura de tres naves y su cabecera con tres ábsides, aunque el central fue reemplazado por uno barroco que alberga un excelente retablo del mismo período. La iglesia también cuenta con tres atrios y una torre reconstruida en ladrillo en el siglo XIV, cubierta por un chapitel barroco.

Rodeando la plaza, se pueden encontrar varios edificios históricos importantes. La Casa del Siglo XV, antiguo palacio de los Tordesillas, es un ejemplo de residencia nobiliaria urbana con una galería plateresca incorporada en el siglo XVI. El Torreón de Lozoya, que data de los siglos XIV y XVI, es otra estructura destacada, reformada por Francisco de Eraso, secretario del Rey Felipe II.

Además, la plaza alberga la Casa de Solier y la Casa de Bornos, dos casonas renacentistas del siglo XVI, ambas coronadas por una galería destinada a secadero de paños, testimonio de la floreciente industria textil de la ciudad durante siglos. En el centro de la plaza, una artística fuente obra del escultor Francisco Bellver, añade un toque de elegancia al entorno.

Un elemento destacado de la plaza es la Estatua de Juan Bravo, obra del escultor Aniceto Marinas. Esta estatua rinde homenaje al líder comunero Juan Bravo, quien jugó un papel crucial en la revuelta de los comuneros en el siglo XVI. Flanqueando la estatua, se encuentran dos esculturas conocidas como Las Sirenas, también obra de Francisco Bellver. Aunque denominadas sirenas, estas esculturas tienen más similitudes con esfinges, con cabeza y busto de mujer y cuerpo de leona.




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