Sevilla - Andalucía 🇪🇸

SEVILLA 

La Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana ciudad de Sevilla, capital de la provincia homónima en Andalucía. 

Situada a orillas del río Guadalquivir, la ciudad posee un rico patrimonio histórico y cultural que refleja las influencias fenicias, romanas, visigodas, musulmanas y cristianas a lo largo de los siglos. Su casco histórico es uno de los más grandes de Europa, y parte de este conjunto ha sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, destacándose especialmente por su arquitectura monumental y su valioso legado cultural.

Uno de los principales emblemas de la ciudad es la Catedral de Santa María de la Sede, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987 como parte del conjunto del Centro Histórico de Sevilla. Esta catedral gótica, construida entre 1401 y 1506 sobre la antigua mezquita almohade, es la catedral gótica más grande del mundo. En su interior se encuentran el majestuoso retablo mayor, una de las obras más destacadas del Renacimiento, y la tumba de Cristóbal Colón. La Giralda, que originalmente fue un minarete musulmán, se ha convertido en el campanario de la catedral y ofrece vistas espectaculares de la ciudad desde su cima.

El Real Alcázar de Sevilla, otro de los grandes tesoros de la ciudad, es un palacio de origen islámico y el más antiguo de Europa en funcionamiento. Este monumento también forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Su construcción comenzó en el siglo X bajo el califato de Abd al-Rahman III, y su estructura alberga una mezcla de estilos arquitectónicos, con el mudéjar como uno de los más representativos.

La Plaza de España, construida para la Exposición Iberoamericana de 1929, es otro de los monumentos más emblemáticos de Sevilla, exponente de la arquitectura regionalista andaluza, con un semicirculo de edificios que rodean un canal navegable. Los bancos de cerámica de la plaza, que representan las provincias españolas, son un reflejo de la rica diversidad cultural de España.

El Barrio de Santa Cruz, antiguo barrio judío, es un lugar encantador que ha conservado su trazado medieval de callejuelas estrechas y patios floreados. Este laberinto de calles, lleno de historia y tradición, también forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la ciudad. Además de su belleza arquitectónica, Santa Cruz es un importante punto turístico donde se pueden visitar lugares como la Plaza del Salvador y la Plaza de la Alfalfa, que conservan la esencia de la Sevilla tradicional.

El Archivo de Indias, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987, es uno de los archivos más importantes del mundo en cuanto a historia de la colonización de América. Este edificio renacentista, diseñado por Juan de Herrera, fue construido entre 1584 y 1598 con el propósito de albergar los documentos relacionados con el comercio y la administración de los territorios españoles en el continente americano, que permiten entender el proceso de expansión del Imperio español en América.

La Plaza de Toros de la Maestranza, inaugurada en 1761, es una de las más antiguas y prestigiosas de España. Su relevancia cultural y su museo taurino, que documenta la historia de la tauromaquia sevillana, la convierten en un icono de la ciudad.

El Parque de María Luisa, un pulmón verde en el centro de Sevilla, es un lugar perfecto para el esparcimiento, con jardines y fuentes que invitan a la relajación. Dentro del parque se encuentran la Plaza de España y la Plaza de América. El parque, que fue donado a la ciudad en 1893, es uno de los espacios más emblemáticos de Sevilla.

La Torre del Oro, construida en el siglo XIII por los almohades, es otro de los elementos representativos del patrimonio sevillano. Esta torre, que servía como punto de vigilancia del río Guadalquivir.

La Casa de Pilatos, un palacio renacentista de gran riqueza artística, es un ejemplo de la fusión de estilos arquitectónicos europeos e islámicos, con hermosos patios y salones adornados con azulejos, mármoles y esculturas.

La Iglesia de San Luis de los Franceses, de estilo barroco, es una de las iglesias más importantes de la ciudad, conocida por su espectacular decoración interior. Su retablo mayor y la magnífica obra de su arquitecto, Leonardo de Figueroa, reflejan la grandiosidad del arte sevillano.

Además, Sevilla es famosa por sus festividades, especialmente la Semana Santa y la Feria de Abril, que atraen a miles de visitantes cada año. La Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, es una de las manifestaciones religiosas y culturales más importantes de España, mientras que la Feria de Abril, con su ambiente festivo y sus casetas, es la principal celebración popular de la ciudad.

En resumen, Sevilla es una ciudad que destaca no solo por su riqueza histórica y cultural, sino también por su Patrimonio de la Humanidad, que incluye algunos de los monumentos más significativos de la historia de España y conocemos a través de los vídeos del Canal de YouTube .


Basílica de la Macarena

La Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena, comúnmente conocida como Basílica de la Macarena, en Sevilla. Este edificio alberga a la venerada imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena, una de las devociones más profundas y arraigadas en la ciudad.


La construcción de la basílica se inició en 1941, bajo la dirección del arquitecto Aurelio Gómez Millán, y fue bendecida el 18 de marzo de 1949 por el arzobispo Pedro Segura y Sáenz. El templo presenta una planta basilical de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón con lunetos, y cuenta con cuatro capillas laterales. En 1966, el Papa Pablo VI le otorgó el título de Basílica Menor, siendo el primer templo en Sevilla en recibir esta distinción.  


El retablo mayor, de estilo neobarroco, alberga la imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena, una talla anónima del siglo XVII que ha sido objeto de profunda devoción a lo largo de los siglos. Además, la basílica cuenta con capillas dedicadas a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, la Virgen del Santo Rosario y otras advocaciones.  


En octubre de 2009, se inauguró el museo de la basílica, que ofrece una visión completa de la Semana Santa de Sevilla a través de los enseres procesionales y litúrgicos acumulados por la Hermandad de la Macarena en sus más de cuatro siglos de historia. El museo se distribuye en tres plantas y abarca una superficie de 800 metros cuadrados.  


Recientemente, el 3 de diciembre de 2024, la Virgen de la Esperanza Macarena recibió la Rosa de Oro, la máxima distinción mariana otorgada por la Iglesia Católica, convirtiéndose en la primera dolorosa en recibir este honor. Este reconocimiento resalta la importancia y devoción que la imagen suscita entre los fieles.  

Artículo del Blog - SEVILLA - BASÍLICA de la MACARENA



San Luís de los Franceses

La Iglesia de San Luis de los Franceses es una joya del Barroco sevillano, ubicada en el centro histórico de Sevilla, España. Construida entre 1699 y 1731 por el arquitecto Leonardo de Figueroa por encargo de la Compañía de Jesús, este templo es considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura barroca en la ciudad.  


La iglesia presenta una planta de cruz griega, con una cúpula central que se eleva sobre un tambor circular, iluminando el interior con luz natural. El diseño incluye 16 columnas salomónicas que aparentan soportar el peso de la cúpula, aunque en realidad descansan sobre cuatro pilares ocultos que albergan capillas en su interior. Esta disposición arquitectónica crea una sensación de amplitud y luminosidad en el espacio.  


La fachada principal, de dos cuerpos, está profusamente decorada y flanqueada por dos torres octogonales. El segundo cuerpo consta de cinco ventanas, la central enmarcada por columnas salomónicas, y está coronado por el escudo de España acompañado de tres arcángeles. Esta fachada no solo es un elemento ornamental, sino que también refleja la orientación simbólica del edificio, con la puerta principal orientada al este, donde nace el sol, y el altar mayor hacia el oeste, recibiendo abundante luz, especialmente en primavera.  


En el interior, la iglesia alberga una serie de retablos dedicados a santos jesuitas, como San Francisco de Borja, San Estanislao de Kostka, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Luis Gonzaga y San Juan Francisco Regis. Cada retablo está meticulosamente diseñado, con esculturas y pinturas que narran episodios significativos de la vida de estos santos. El retablo mayor, por ejemplo, está presidido por un lienzo de San Luis de la escuela de Zurbarán, acompañado de una Inmaculada de Duque Cornejo y una Virgen con el Niño de estilo manierista.  


La cúpula central, que se eleva sobre el tambor circular, está decorada con pinturas al fresco que representan la Eucaristía, enlazando los dos testamentos bíblicos. Elementos como el candelabro de los siete brazos, el altar de los perfumes y el arca de la alianza se integran en la decoración, simbolizando la conexión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.  


Recientemente, la iglesia ha sido restaurada y transformada en un museo que alberga una valiosa colección de arte barroco, incluyendo pinturas, esculturas y objetos que datan de entre 1500 y 1900.


La Iglesia de San Luis de los Franceses no solo es un lugar de culto, sino también un referente cultural y artístico en Sevilla, que invita a los visitantes a sumergirse en la riqueza histórica y estética del Barroco sevillano que conocemos con el vídeo del Canal de YouTube.



Y más fotografías de esta joya barroca.





Artículo del Blog - SEVILLA - SAN LUIS DE LOS FRANCESES

Parque de María Luisa

El Parque de María Luisa, principal pulmón verde de Sevilla. En reconocimiento a su valor histórico y cultural, el Parque de María Luisa fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico en 1983. Este estatus subraya la importancia del parque como patrimonio de la ciudad. 

Originalmente, los terrenos que hoy conforman el parque eran parte de los jardines privados del Palacio de San Telmo, propiedad de la infanta María Luisa Fernanda de Borbón. En 1893, la infanta donó generosamente estos jardines a la ciudad de Sevilla, transformándolos en un espacio público para el disfrute de sus habitantes. Posteriormente, el paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier fue el encargado de rediseñar el área, dotándola de un estilo que combina influencias hispanoárabes y elementos propios de los jardines sevillanos.  

El parque alberga dos de las plazas más representativas de Sevilla: la Plaza de España y la Plaza de América. Ambas fueron construidas con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 y se integran armoniosamente en el entorno natural del parque. La Plaza de España, con su majestuosa arquitectura y canal semicircular, es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Por su parte, la Plaza de América destaca por sus pabellones de estilos neomudéjar y neorrenacentista, que actualmente albergan museos como el Museo Arqueológico y el Museo de Artes y Costumbres Populares.  

Entre los múltiples atractivos del Parque de María Luisa se encuentran diversas glorietas y monumentos dedicados a figuras ilustres y eventos históricos. La Glorieta de Bécquer, por ejemplo, rinde homenaje al poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer y está adornada con esculturas que representan escenas de sus obras. Otra destacada es la Glorieta de los Hermanos Álvarez Quintero, dedicada a estos dramaturgos andaluces, que ofrece un espacio pintoresco rodeado de vegetación y elementos decorativos.  

La flora del parque es diversa y abundante, con especies que van desde naranjos y palmeras hasta cipreses y magnolios. Esta variedad botánica crea diferentes ambientes y rincones que invitan al descanso y la reflexión. Además, el parque es hogar de numerosas aves, incluyendo pavos reales, cisnes y patos, que añaden vida y color al entorno. Reportaje Aquí.


Iglesia Colegial del Divino Salvador

La Iglesia Colegial del Divino Salvador, ubicada en la Plaza del Salvador de Sevilla, es el segundo templo más grande de la ciudad, solo superado por la Catedral. Este majestuoso edificio barroco se erige sobre los restos de la antigua Mezquita Mayor de Ibn Adabbás, construida en el siglo IX, y que tras la Reconquista en 1248 fue consagrada como iglesia cristiana. La construcción actual data de finales del siglo XVII y principios del XVIII, siendo finalizada en 1712 bajo la dirección del arquitecto Leonardo de Figueroa. 

El templo presenta una planta rectangular con tres naves de igual altura, separadas por pilares que sostienen bóvedas de cañón con lunetos. La fachada principal, de estilo barroco, destaca por su amplitud y ornamentación, con columnas y detalles decorativos que le confieren gran dinamismo. En su interior, la luz juega un papel fundamental, creando una atmósfera que realza la espiritualidad del espacio. 

Entre los elementos más destacados se encuentra el imponente Retablo Mayor, una obra maestra del barroco sevillano realizada por Cayetano de Acosta entre 1770 y 1779. Este retablo mide 21 metros de alto por 10,5 metros de ancho y está ricamente decorado con esculturas y relieves que representan escenas religiosas. 

La iglesia también alberga valiosas imágenes, como Nuestro Padre Jesús de la Pasión y San Cristóbal, ambas obras del renombrado escultor Juan Martínez Montañés. 

Otro espacio de gran interés es la Capilla Sacramental, a la cual se accede a través de un retablo-portada considerado una de las cumbres del barroco sevillano, también obra de Cayetano de Acosta. Esta capilla está dedicada al Santísimo Sacramento y destaca por su rica ornamentación. 

El Patio de los Naranjos, vestigio de la antigua mezquita, conserva elementos de épocas romana y visigoda, así como islámicos, y ofrece un espacio de tranquilidad que contrasta con la riqueza decorativa del interior del templo. 

La Iglesia del Salvador no solo es un referente arquitectónico y artístico, sino también un lugar de profunda devoción y tradición en Sevilla, siendo sede de importantes cofradías y punto de encuentro para los sevillanos. Reportaje Aquí


Plaza de San Francisco

La Plaza de San Francisco, ubicada en el corazón del Casco Antiguo de Sevilla, ha sido un punto neurálgico de la ciudad desde el siglo XVI. Su nombre proviene del antiguo Convento de San Francisco, cuya entrada principal daba a esta plaza entre 1268 y 1840.  

A lo largo de los siglos, la plaza ha sido escenario de diversos eventos históricos y culturales, incluyendo corridas de toros antes de la construcción de la Plaza de la Maestranza, así como ejecuciones públicas y autos de fe durante la Inquisición. En la actualidad, sigue siendo un lugar clave durante la Semana Santa y la procesión del Corpus Christi, además de albergar exposiciones y ferias.  

Arquitectónicamente, la plaza está rodeada de edificios emblemáticos. Destaca el Ayuntamiento de Sevilla, conocido como la Casa Consistorial, cuya construcción se inició en 1527 bajo la dirección de Diego de Riaño. Este edificio presenta una fachada plateresca con detallados relieves y esculturas.   Frente al Ayuntamiento se encuentra el edificio de la antigua Audiencia, construido entre 1595 y 1597, que actualmente alberga la Fundación Cajasol.  

La Plaza de San Francisco ha sido testigo de numerosas transformaciones urbanísticas y sigue siendo un punto de encuentro vital en la vida sevillana, reflejando la rica historia y cultura de la ciudad.


Casa Consistorial

La Casa Consistorial de Sevilla, también conocida como el Ayuntamiento de Sevilla, es uno de los edificios más representativos de la ciudad y una de las construcciones renacentistas más importantes de España. Situada en la Plaza de San Francisco, la edificación fue iniciada en 1527 bajo la dirección del arquitecto Diego de Riaño, aunque su fachada principal no fue concluida hasta el siglo XVI. La Casa Consistorial es un ejemplo destacado del estilo plateresco, con una mezcla de elementos renacentistas y góticos.

El diseño de la fachada principal presenta tres plantas, donde la planta baja y la primera planta se adornan con pilastras y columnas de estilo renacentista. La parte superior, más baja, exhibe una serie de detalles decorativos platerescos, como relieves con motivos de grutescos, medallones de bustos masculinos y femeninos, así como el escudo de Sevilla que incluye figuras de San Fernando, patrón de la ciudad. En la planta superior se encuentran además figuras de San Isidoro y San Leandro, que reflejan la importancia religiosa e histórica de la ciudad en la época. En la fachada también destacan las columnas de Hércules, junto con el lema “Plus Ultra”, simbolizando la expansión de España durante la época de los Reyes Católicos.

El interior de la Casa Consistorial alberga varias estancias de gran interés, entre ellas el Apeadero, que contiene elementos decorativos de las épocas gótica y renacentista, y la Sala Capitular Baja, que fue utilizada por el cabildo municipal hasta 2007. Esta sala está adornada con una bóveda de 36 casetones, cada uno de los cuales representa a los monarcas de España. En sus paredes se pueden apreciar relieves con escenas bíblicas y alegorías de las virtudes. La Sala Capitular Alta, actualmente usada como sala de plenos, se caracteriza por un impresionante artesonado de madera dorada con casetones octogonales, mientras que en el Salón Colón se pueden encontrar retratos de la dinastía de los Borbones.

Además de su valor arquitectónico, la Casa Consistorial de Sevilla es un símbolo de la historia política de la ciudad. Durante siglos, este edificio ha sido el centro de las decisiones municipales y, a lo largo de los años, ha sido testigo de importantes momentos históricos, como la expansión del comercio y la cultura sevillana en el Renacimiento. La Casa Consistorial es un verdadero testimonio del paso del tiempo en Sevilla, una ciudad que ha sabido mantener su identidad histórica mientras avanza hacia el futuro.

La fachada oriental de la Casa Consistorial, que da hacia la Plaza de San Francisco, es también de gran relevancia. Esta fachada presenta una cruz que ha sido modificada en varias ocasiones a lo largo de la historia, siendo un elemento emblemático de la ciudad. El origen y el significado exacto de esta cruz han sido objeto de numerosas interpretaciones a lo largo de los siglos, lo que agrega un aura de misterio y tradición al edificio.

En resumen, la Casa Consistorial de Sevilla no es solo una obra maestra de la arquitectura plateresca, sino también un importante centro histórico y cultural, que refleja la evolución de la ciudad desde el Renacimiento hasta la actualidad. Con su ubicación privilegiada en el corazón de la ciudad, sigue siendo uno de los puntos de referencia más visitados y apreciados de Sevilla.


Plaza Nueva

La Plaza Nueva de Sevilla es un espacio emblemático que conecta diversas arterias comerciales y culturales de la ciudad. Rodeada de edificios de gran valor arquitectónico e histórico, destaca por su diseño rectangular y su ubicación estratégica en el casco histórico sevillano.

En el centro de la plaza se erige el Monumento a San Fernando, una estatua ecuestre que rinde homenaje al rey Fernando III de Castilla, conocido como el “Rey Santo”. Inaugurado en 1924, este monumento de estilo neogótico presenta al monarca sobre un pedestal, flanqueado por esculturas de personajes históricos relacionados con la ciudad. 


Frente al monumento, se encuentra el Ayuntamiento de Sevilla, una construcción de estilo plateresco diseñada por Diego de Riaño en el siglo XV. La fachada principal, orientada hacia la Plaza Nueva, fue reformada en el siglo XIX por Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón, adoptando un estilo neoclásico. Este edificio alberga el gobierno municipal y es un ejemplo representativo de la arquitectura renacentista sevillana. 


En el lado occidental de la plaza se encuentra el Edificio de Telefónica, una obra de Juan Talavera y Heredia, finalizada en 1928. Este edificio de estilo neobarroco regionalista destaca por su color rojo y por la torre coronada con un reloj, siendo un referente arquitectónico de la ciudad. 

En el lado oriental de la plaza, se halla la Capilla de San Onofre, el único vestigio del desaparecido Convento de San Francisco. Esta pequeña capilla barroca, construida en el siglo XVI, pasa desapercibida para muchos, pero es un importante testimonio del pasado religioso de la ciudad. 

Además de estos edificios, la Plaza Nueva alberga otros puntos de interés, como el Hotel Inglaterra, que aunque su fachada es posterior, este alojamiento está aquí desde mediados del siglo XIX, coincidiendo con la reforma de la plaza. Durante la construcción de sus cimientos se descubrieron numerosos restos de embarcaciones, lo que demuestra el pasado portuario de la zona. 

La Plaza Nueva ha sido testigo de diversos eventos históricos y transformaciones urbanísticas a lo largo de los siglos. Originalmente, en el siglo XIII, el espacio estaba ocupado por el Convento de San Francisco, que fue demolido en 1840 para dar paso a la plaza actual. Durante el siglo XIX, la plaza experimentó varias reformas que le otorgaron su configuración actual, convirtiéndola en un lugar de encuentro y celebración para los sevillanos. 

En resumen, la Plaza Nueva de Sevilla es un espacio que combina historia, arquitectura y vida urbana, siendo un punto de referencia para residentes y visitantes que desean sumergirse en la rica cultura sevillana.





Catedral de Santa María de la Sede

La Catedral de Santa María de la Sede, de Sevilla, también conocida como la Magna Hispalensis. Reconocida como la catedral gótica más grande del mundo, su construcción se llevó a cabo entre 1401 y 1519 sobre los restos de la antigua mezquita almohade de la ciudad. Este imponente edificio no solo es un símbolo religioso, sino también un testimonio del rico legado histórico y cultural de Sevilla.


 Uno de los elementos más emblemáticos de la catedral es la Giralda, el campanario que originalmente fue el minarete de la mezquita almohade construida en 1184. Con una altura de 104,5 metros, la Giralda ofrece vistas panorámicas de la ciudad y es considerada una de las torres más bellas de la arquitectura islámica y cristiana combinadas. La torre está coronada por una estatua conocida como el “Giraldillo”, que representa la fe triunfante.


El interior de la catedral alberga numerosas capillas y obras de arte de incalculable valor. Destaca el Retablo Mayor, considerado el mayor retablo de la cristiandad, con 23 metros de altura y 20 metros de ancho. Este retablo, elaborado entre 1482 y 1564, está compuesto por 44 relieves y más de 200 figuras de santos, representando escenas bíblicas de manera detallada y magistral. Recientemente, la catedral ha inaugurado visitas nocturnas al Retablo Mayor, ofreciendo una experiencia lumínica que permite apreciar su composición y significado teológico de una manera única.  


Otro aspecto notable es la Capilla Real, construida entre 1551 y 1575 en estilo renacentista. Esta capilla alberga los restos de importantes figuras históricas, incluyendo al rey Fernando III de Castilla, conocido como San Fernando, y su hijo Alfonso X el Sabio. La Capilla Real es un espacio de gran relevancia histórica y espiritual dentro del conjunto catedralicio.

La catedral también es el lugar de descanso final de Cristóbal Colón. Su tumba, diseñada en 1899, presenta un monumento sostenido por cuatro figuras que representan los reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra, simbolizando la unidad de España y la magnitud de los logros de Colón. Este sepulcro es uno de los puntos de mayor interés para los visitantes.


El Patio de los Naranjos, antiguo patio de abluciones de la mezquita, es otro de los espacios destacados. Este patio, adornado con naranjos y una fuente central, ofrece un remanso de paz y es testigo de la fusión de las culturas islámica y cristiana que caracteriza a la catedral. El acceso al patio se realiza a través de la Puerta del Perdón, que conserva elementos decorativos de la época almohade.


En reconocimiento a su valor histórico y artístico, la Catedral de Sevilla, junto con el Real Alcázar y el Archivo General de Indias, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Este conjunto monumental refleja la riqueza cultural de Sevilla y su papel destacado en la historia de España.

Visitar la Catedral de Santa María de la Sede es adentrarse en siglos de historia, arte y espiritualidad. Cada rincón del templo ofrece una muestra del esplendor arquitectónico y artístico que ha convertido a este monumento en un referente mundial y conocemos con el vídeo del Canal de YouTube .

Y más fotografías de esta maravilla de Sevilla  










Artículo del Blog - SEVILLA - Catedral de Santa María de la Sede

Plaza Virgen de los Reyes

La Plaza de la Virgen de los Reyes es uno de los lugares más emblemáticos de Sevilla, situada en el corazón del barrio de Santa Cruz. Este espacio se caracteriza por su vibrante actividad y por estar rodeado de monumentos históricos que reflejan la rica herencia cultural de la ciudad.

Dominando la plaza se encuentra la majestuosa Catedral de Sevilla, una de las mayores catedrales góticas del mundo. Su imponente campanario, conocido como la Giralda, es un símbolo icónico de la ciudad y ofrece vistas panorámicas inigualables desde su cima. La catedral alberga numerosas obras de arte y es el lugar de descanso final de Cristóbal Colón.

Frente a la catedral se alza el Palacio Arzobispal, una edificación que combina elementos renacentistas y barrocos. Este palacio ha sido la residencia oficial de los arzobispos de Sevilla durante siglos y destaca por su rica ornamentación y su impresionante fachada. Aunque su interior no siempre está abierto al público, su arquitectura exterior es digna de admiración.

Otro edificio notable es el Convento de la Encarnación, fundado en 1591 por la orden de las Agustinas Ermitañas. Este convento, también conocido como Convento de Santa Marta, se erige en el lugar donde anteriormente se ubicaba un hospital del mismo nombre. Su fachada blanca aporta un contraste armonioso con las estructuras circundantes y añade serenidad al entorno de la plaza.

En el centro de la plaza se sitúa una Fuente monumental diseñada por José Lafita Díaz en 1925, con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. La fuente está adornada con cabezas que emiten agua, réplicas de grotescos romanos hallados en la Casa de Pilatos, y está coronada por una farola de hierro forjado que ilumina suavemente el área al anochecer.

Además, la plaza alberga una estatua de bronce dedicada al Papa Juan Pablo II, inaugurada en 2012. Esta escultura conmemora las visitas del pontífice a Sevilla en 1982 y 1993, y se erige como testimonio del afecto de la ciudad hacia su figura.

La Plaza de la Virgen de los Reyes es también un punto neurálgico durante las festividades religiosas de Sevilla. Cada 15 de agosto, la imagen de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad, es llevada en procesión desde la catedral, recorriendo las calles adyacentes en una manifestación de fe y tradición profundamente arraigada en la comunidad sevillana.


Plaza de España

La Plaza de España en Sevilla es una de las obras arquitectónicas más emblemáticas de la ciudad y de toda España. Diseñada por el arquitecto sevillano Aníbal González, fue construida entre 1914 y 1929 como pieza central de la Exposición Iberoamericana de 1929. Esta majestuosa plaza se encuentra en el Parque de María Luisa y abarca una superficie aproximada de 50.000 metros cuadrados, lo que la convierte en una de las plazas más imponentes del país.  


La plaza presenta una forma semicircular que simboliza el abrazo de España a sus antiguas colonias y está flanqueada por dos torres de 74 metros de altura en sus extremos. Estas torres enmarcan un edificio central que alberga diversas estancias y oficinas gubernamentales. Una ría de 500 metros de longitud recorre la plaza, cruzada por cuatro puentes que representan los antiguos reinos de España: Castilla, León, Aragón y Navarra.  


Uno de los elementos más destacados de la Plaza de España son los 48 bancos decorados con azulejos que representan a cada una de las provincias españolas, ordenadas alfabéticamente. Cada banco muestra el escudo de la provincia, un mapa y una escena histórica o costumbrista relacionada con la misma. Es interesante notar que, aunque Sevilla es la ciudad anfitriona, no cuenta con un banco propio en la plaza. Además, las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife comparten un único banco que representa al archipiélago canario, debido a que la división oficial en dos provincias ocurrió en 1927, cuando la plaza ya estaba en construcción.  


La arquitectura de la plaza es un ejemplo destacado del estilo regionalista andaluz, que combina elementos del Renacimiento y el Barroco con influencias mudéjares. El uso de ladrillo visto, cerámica y forja en su construcción resalta la tradición artesanal de la región. Las galerías cubiertas presentan artesonados de madera con intrincados diseños geométricos y escudos heráldicos, mientras que las balaustradas y farolas de cerámica añaden un toque distintivo al conjunto.  


Plaza del Triunfo

La Plaza del Triunfo es uno de los lugares más emblemáticos de Sevilla, situada en el corazón del centro histórico. Esta plaza, de forma irregular, está rodeada por monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987: la Catedral de Sevilla, el Real Alcázar y el Archivo General de Indias

El nombre de la plaza se debe a un templete barroco conocido como el “Triunfo de Nuestra Señora del Patrocinio”, erigido en 1757 para conmemorar el terremoto de Lisboa de 1755. Durante este sismo, los fieles que asistían a misa en la Catedral de Sevilla resultaron ilesos, lo que se consideró un milagro atribuido a la Virgen. Como muestra de agradecimiento, se construyó este monumento en su honor. 

En 1918, se añadió a la plaza un Monumento dedicado a la Inmaculada Concepción, obra del escultor Lorenzo Coullaut Valera. Esta escultura de mármol de Carrara representa a la Virgen María y está rodeada por figuras de destacados defensores del dogma de la Inmaculada, como Bartolomé Esteban Murillo, Juan Martínez Montañés, Miguel Cid y Juan de Pineda. 

Cada 7 de diciembre, en la víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción, la plaza se convierte en escenario de una tradicional ofrenda floral a la Virgen. Este evento, conocido como la “Noche de la Inmaculada”, reúne a tunas universitarias y a numerosos sevillanos que celebran con música y cantos en honor a la patrona. 


Patio de Banderas

El Patio de Banderas es una plaza pública situada en el barrio de Santa Cruz, dentro de las murallas del Real Alcázar de Sevilla. Su nombre proviene de unas banderas que estaban pintadas sobre la puerta de la muralla que da acceso al patio desde la Plaza del Triunfo.

Este patio es conocido por su forma regular y su considerable tamaño. En su interior, se encuentra un retablo del siglo XVII que alberga a la Virgen de la Inmaculada Concepción, flanqueada por San Joaquín y Santa Ana. Además, en la década de 1970, se descubrieron restos arqueológicos de una basílica cristiana del siglo IV en su subsuelo.

El Patio de Banderas es un lugar de gran interés histórico y arquitectónico, y ofrece una vista impresionante de la Giralda desde su interior.


Real Alcázar de Sevilla

El Real Alcázar de Sevilla es un conjunto palaciego amurallado situado en el corazón de la ciudad, en la provincia de Sevilla, Andalucía. Es considerado el palacio real en uso más antiguo de Europa y refleja la rica historia y diversidad cultural de la región a través de sus múltiples transformaciones arquitectónicas, que abarcan los estilos islámico, mudéjar, gótico, renacentista y barroco. En 1987, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con la Catedral de Sevilla y el Archivo General de Indias, en reconocimiento a su valor histórico y arquitectónico.

Los orígenes del Alcázar se remontan al año 913, cuando el califa de Córdoba, Abderramán III, ordenó la construcción de un recinto gubernamental llamado Dar al-Imara en el sector sur de Sevilla. Durante la dominación almohade en los siglos XII y XIII, el complejo se amplió significativamente, incluyendo la edificación de palacios y patios adicionales. Tras la reconquista cristiana en 1248, los monarcas castellanos adaptaron y expandieron el Alcázar, integrando elementos arquitectónicos propios y preservando influencias islámicas.

En 1364, el rey Pedro I de Castilla mandó construir el Palacio Mudéjar, una obra maestra que combina técnicas y estilos islámicos y cristianos. A lo largo del tiempo, se añadieron estructuras renacentistas y barrocas, conformando el ecléctico conjunto que se aprecia en la actualidad. El Alcázar ha sido testigo de eventos históricos trascendentales y continúa siendo una residencia oficial de la familia real española durante sus visitas a Sevilla.

El Palacio Mudéjar, encargado por Pedro I en el siglo XIV, destaca por su exquisita decoración de yeserías, azulejos y techumbres de madera labrada. El Salón de Embajadores, con su impresionante cúpula dorada, es uno de los espacios más emblemáticos del palacio, utilizado históricamente para recepciones oficiales. Este palacio es un ejemplo sobresaliente del estilo mudéjar, que fusiona elementos islámicos y cristianos en perfecta armonía.

El Palacio Gótico fue construido durante el reinado de Alfonso X y se caracteriza por sus amplios salones decorados con tapices y azulejos de la época. En sus sótanos se encuentran los Baños de Doña María de Padilla, cisternas subterráneas con bóvedas góticas que servían como aljibes y ofrecían un refugio fresco en los meses calurosos. Estos baños han inspirado numerosas leyendas y son uno de los lugares más evocadores del Alcázar.

El Patio de las Doncellas es el patio central del Palacio Mudéjar y destaca por su estanque rodeado de jardines hundidos y arcos ornamentados. Este espacio ejemplifica la fusión de estilos islámico y cristiano, reflejando la convivencia cultural de la época. Por otro lado, el Patio de la Montería servía como punto de reunión para las partidas de caza real y es la entrada principal al palacio de Pedro I. Está flanqueado por galerías y da acceso a diversas estancias palaciegas.

Los jardines del Real Alcázar abarcan desde diseños islámicos hasta renacentistas y modernos, distribuidos en terrazas con una exuberante vegetación, fuentes, pabellones y una variada colección de naranjos y palmeras. El Pabellón de Carlos V, construido sobre una estructura islámica previa, se encuentra en uno de los sectores más antiguos de los jardines. Además, la Galería de Grutescos, una logia decorada con rocas artificiales, ofrece vistas panorámicas de los jardines.

Estos jardines no solo destacan por su belleza paisajística, sino también por su valor histórico, ya que han sido modificados y ampliados a lo largo de los siglos por diversos monarcas. Representan una evolución del arte de la jardinería, combinando influencias islámicas, renacentistas y barrocas.

El Real Alcázar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, junto con la Catedral de Sevilla y el Archivo General de Indias. Este reconocimiento se debe a su excepcional valor histórico, arquitectónico y cultural.


Real Parroquia de Santa Ana

La Real Parroquia de Santa Ana situado en el barrio de Triana, Sevilla, y es conocida popularmente como la “Catedral de Triana”. Este apelativo refleja su importancia histórica y arquitectónica en la ciudad.  

Su construcción se inició en 1266 por orden del rey Alfonso X el Sabio, siendo el primer templo cristiano erigido de nueva planta en Sevilla tras la Reconquista de 1248. La iglesia fue edificada por maestros canteros castellanos y alarifes musulmanes, expertos en el uso del ladrillo, material predominante en la época almohade.  

Arquitectónicamente, la iglesia presenta una planta rectangular sin crucero, con tres naves desiguales que terminan en ábsides poligonales en la cabecera. La nave central es más alta y ancha que las laterales, y todas están cubiertas por bóvedas ojivales con nervaduras góticas del siglo XIII. Las columnas que sostienen los techos están decoradas con ménsulas que exhiben cabezas humanas, leones, castillos y hojas de vid.  

El retablo mayor, situado en el ábside central, fue contratado en 1542 al artista Nufro Ortega y concluido en 1564. Este retablo, de estilo renacentista, está compuesto por tres cuerpos y siete calles, y contiene escenas de la vida de Santa Ana, San Joaquín y la Virgen María hasta el Nacimiento de Cristo. En el centro se encuentra una hornacina con las imágenes de Santa Ana, la Virgen y el Niño, obras de la segunda mitad del siglo XIII, restauradas en el siglo XVII por Francisco de Ocampo.  

La torre, situada a los pies de la nave del Evangelio, fue construida en la primera mitad del siglo XIV y muestra rasgos mudéjares, con arcos polilobulados enmarcados en alfices. En el siglo XVII, Martín Izquierdo, siguiendo los diseños de Diego López Bueno, añadió el segundo cuerpo y un chapitel revestido con cerámica vidriada en colores blanco y azul, otorgándole el aspecto barroco que conserva en la actualidad.  

A lo largo de los siglos, la Real Parroquia de Santa Ana ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ha albergado diversas hermandades y cofradías. Declarada Bien de Interés Cultural en 1931, este templo continúa siendo un referente espiritual y cultural en Sevilla, reflejando la rica tradición religiosa y artística de la ciudad.  


Capilla de los Marineros

La Capilla de los Marineros, ubicada en el barrio sevillano de Triana, es uno de los templos más emblemáticos de la ciudad y sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana, una de las cofradías más veneradas de Sevilla. 

La hermandad fue fundada en 1418 en la Iglesia de Santa Ana, y en 1758 adquirió una parcela en la que se erigiría la actual capilla, que fue completada en 1815. Desde su construcción, ha sido un centro de devoción para los marineros y pescadores de Triana, que veneran especialmente a la Virgen de la Esperanza.

En cuanto a su arquitectura, la Capilla de los Marineros presenta una planta rectangular dividida en tres naves, separadas por columnas dóricas. El techo de la nave central está cubierto por un artesonado de madera de pino rojo, proveniente del antiguo Colegio Villasís. La fachada está coronada por una hornacina que alberga la imagen de la Inmaculada Concepción, obra de Antonio Illanes Rodríguez, realizada en 1962.

Dentro de la capilla, destacan varios retablos y obras de gran valor. El retablo mayor alberga la imagen de la Virgen de la Esperanza, atribuida a Gabriel de Astorga en 1816, y proviene del convento de la Merced de Osuna. También se encuentra el retablo del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, que presenta la imagen de Jesús de las Tres Caídas, atribuida a Marcos Cabrera y obra de Blas de Santamaría. Además, la capilla cuenta con el retablo de San Juan Evangelista, diseñado por Luis Álvarez Duarte, y el retablo de las Ánimas del Purgatorio, con una pintura de José Antonio Rodríguez que representa a las almas del purgatorio junto a la Virgen del Carmen. Reportaje Aquí


Plaza de América

La Plaza de América se encuentra en el interior del Parque de María Luisa en Sevilla y es uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. Fue diseñada por el arquitecto Aníbal González entre 1913 y 1916 como parte de los preparativos para la Exposición Iberoamericana de 1929. La plaza destaca por su armonioso conjunto arquitectónico y paisajístico, rodeada por tres edificios de estilos diferentes que reflejan la riqueza cultural y artística de la región.


En el lado norte de la plaza se encuentra el Museo de Artes y Costumbres Populares, un edificio de estilo neomudéjar que originalmente fue conocido como Palacio de Arte Antiguo. Este museo alberga una colección que ilustra la tradición artesanal y cultural de Andalucía, destacando la cerámica, textiles y herramientas de la vida cotidiana. La elección del estilo neomudéjar rinde homenaje a la influencia islámica en la arquitectura andaluza.


En el lado sur se sitúa el Museo Arqueológico, un edificio de estilo neorrenacentista que en sus inicios fue concebido como Palacio de Bellas Artes. Actualmente, este museo alberga importantes colecciones arqueológicas de la región, siendo el Tesoro del Carambolo una de las piezas más destacadas. Este hallazgo fenicio, compuesto por joyas de oro, refleja la importancia histórica de Sevilla como punto de contacto de diversas culturas mediterráneas.


El Pabellón Real, ubicado al este de la plaza, completa el conjunto arquitectónico. De estilo neogótico, fue diseñado para albergar las colecciones artísticas de la Casa Real durante la exposición. Actualmente, es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla y se utiliza como espacio para oficinas. Este edificio destaca por su diseño ornamental y su cuidada integración en el entorno paisajístico.

El diseño de la Plaza de América incluye un estanque central adornado con nenúfares y un surtidor, rodeado de candelabros de hierro forjado que aportan un ambiente romántico. La plaza también alberga la Glorieta de Miguel de Cervantes, decorada con bancos de azulejos que representan escenas de Don Quijote de la Mancha, así como la Glorieta de Rodríguez Marín, dedicada a un célebre cervantista. Estos detalles ornamentales resaltan la riqueza cultural y literaria de España.

Conocida popularmente como la “plaza de las palomas” debido a la gran cantidad de estas aves que frecuentan el lugar, la Plaza de América es un punto de encuentro y esparcimiento tanto para locales como para turistas. La combinación de arquitectura monumental, arte decorativo y naturaleza la convierte en un lugar de gran atractivo en Sevilla, reflejando la esencia cultural e histórica de la ciudad.


Iglesia-Museo de la Anunciación

La Iglesia de la Anunciación es un destacado templo católico situado en la calle Laraña, en pleno centro de Sevilla. Construida en 1565 como parte de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, esta iglesia es un notable ejemplo de la arquitectura renacentista en la ciudad. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, el edificio pasó a formar parte de la Universidad de Sevilla, sirviendo como espacio para actos académicos y religiosos.  

El diseño arquitectónico de la iglesia presenta una planta de cruz latina con una amplia nave única. El retablo mayor, de estilo renacentista, destaca por sus pinturas y esculturas, incluyendo una representación de “La Anunciación” realizada en el siglo XVII por Antonio Mohedano. Además, alberga obras de artistas como Juan de Roelas, Martínez Montañés y Francisco Pacheco.  

En la cripta de la iglesia se encuentra el Panteón de los Sevillanos Ilustres, que acoge los restos de figuras prominentes como el poeta Gustavo Adolfo Bécquer. Este espacio, reformado y protegido arquitectónicamente, ofrece una visión sobre la historia y cultura de Sevilla.  


Real Fábrica de Tabacos

La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla es un destacado edificio histórico que refleja la rica herencia industrial y cultural de la ciudad. Construida en el siglo XVIII, entre 1728 y 1771, fue la primera fábrica de tabacos establecida en Europa y es considerada una de las más notables representaciones de la arquitectura industrial de la época.  

Originalmente, la fábrica se ubicó en las afueras de Sevilla, junto a la Puerta de Jerez, en un área conocida como “las Calaveras”. El diseño y la construcción del edificio estuvieron a cargo de ingenieros militares españoles y flamencos, destacando Sebastián Van der Borcht, quien asumió la dirección de las obras en 1750. El edificio, de estilo neoclásico, ocupa una superficie rectangular de 185 por 147 metros, siendo superado en tamaño en España solo por el Monasterio de El Escorial. Rodeado por un foso en tres de sus lados, presenta dos plantas y entresuelos en las áreas residenciales.  

La fachada principal, orientada hacia la actual calle San Fernando, exhibe una portada adornada con columnas dobles y un balcón balaustrado en la planta superior, rematado con un frontón decorado con símbolos reales. Encima, se alza una estatua de la Fama y jarrones de azucenas, obras del escultor portugués Cayetano de Acosta. El interior cuenta con amplias naves y dos patios principales, embellecidos con fuentes de mármol blanco también realizadas por De Acosta.  

Durante el siglo XIX, una parte del edificio fue destinada a cuartel militar. En 1945, la producción de tabaco se trasladó al barrio de Los Remedios, y la antigua fábrica quedó en desuso. Entre 1954 y 1956, el edificio fue adaptado para albergar el Rectorado de la Universidad de Sevilla y algunas de sus facultades, como las de Geografía e Historia y Filología. Esta transformación fue dirigida por los arquitectos Alberto Balbontín de Orta, Delgado Roig y Toro Buiza, quienes respetaron la estructura original mientras adecuaban los espacios a su nueva función académica.  

En la actualidad, la Real Fábrica de Tabacos sigue siendo la sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla y de varias facultades.


Palacio de San Telmo

El Palacio de San Telmo es una destacada muestra del barroco sevillano. 

Su construcción se inició en 1682 para albergar el Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes, destinado a la formación de navegantes huérfanos. 


El edificio presenta una planta rectangular con cuatro torres en sus esquinas y un amplio patio central. Su fachada principal destaca por una impresionante portada churrigueresca del siglo XVIII, obra de Leonardo de Figueroa, considerada una de las más emblemáticas del barroco español. 

En el siglo XIX, el palacio se convirtió en la residencia de los Duques de Montpensier, quienes realizaron importantes reformas, incluyendo la finalización de la torre norte y la construcción de la portada del apeadero, el ala este y el salón de baile. Estas nuevas estancias fueron decoradas con estucos y dorados por Pelli y Rossi, y adornadas con pinturas traídas del Palacio de Vista Alegre. 


La capilla del palacio es una joya del arte andaluz y español, con una sola nave cubierta por una bóveda de cañón y cinco retablos, destacando el principal dedicado a la Virgen del Buen Aire. 

Actualmente, el Palacio de San Telmo es la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, manteniendo su relevancia histórica y arquitectónica en la ciudad de Sevilla.






Torre del Oro

La Torre del Oro es una emblemática torre albarrana situada en la margen izquierda del río Guadalquivir, en Sevilla, Andalucía. Construida en 1221 por orden del gobernador almohade Abù l-Ulà, su función principal era controlar el acceso fluvial a la ciudad. La estructura original, de base dodecagonal, fue ampliada en el siglo XIV por el rey Pedro I de Castilla con un segundo cuerpo de similares características. Posteriormente, en 1760, se añadió un tercer nivel cilíndrico rematado con una cúpula, obra del ingeniero militar Sebastián Van der Borcht. En total, la torre alcanza una altura de 36,75 metros.  


El nombre “Torre del Oro” proviene del brillo dorado que proyectaba sobre el río, originalmente atribuido a un revestimiento de azulejos dorados. Sin embargo, estudios realizados durante la restauración de 2005 revelaron que este resplandor se debía a una mezcla de mortero de cal y paja prensada utilizada en su construcción.  


A lo largo de los siglos, la torre ha desempeñado diversas funciones, incluyendo su uso como prisión durante la Edad Media y como capilla en épocas posteriores. Actualmente, alberga el Museo Naval de Sevilla, inaugurado en 1944, donde se exhiben modelos de barcos, cartas náuticas, instrumentos de navegación y documentos históricos que narran la relación de Sevilla con el río Guadalquivir y el mar.  


La Torre del Oro es uno de los monumentos más representativos de Sevilla, testigo de la rica historia marítima y fluvial de la ciudad, y continúa siendo un punto de interés destacado para locales y visitantes.



Torre de la Plata

La sevillana y más desconocida Torre de la Plata. Torre octogonal del siglo XIII ubicada en la calle Santander de Sevilla. Construida por los almohades, formaba parte del sistema defensivo de la ciudad y estaba conectada a la Torre del Oro mediante un tramo de muralla, parcialmente derribado en 1821.
Durante el reinado de Alfonso X, la torre era conocida como la “torre de los Azacanes”.


 Originalmente, su acceso a la cámara superior se realizaba por una escalera central, similar a la de la Torre Blanca en la zona de la Macarena. Sin embargo, esta escalera se perdió en reformas posteriores al siglo XIII, momento en que se vació el interior en la zona baja para construir un aljibe . 
En el siglo XVII, la torre fue parcialmente ocultada por la construcción de viviendas según el proyecto del arquitecto italiano Vermondo Resta. Fue restaurada parcialmente en 1992, aunque actualmente se encuentra en un estado de conservación deficiente, con vegetación que invade gran parte del espacio . 

Recientemente, se ha proyectado una transformación significativa del entorno de la Torre de la Plata. La nueva Plaza de las Herrerías se concibe como un espacio público cultural que permitirá la contemplación de los lienzos de muralla en toda su magnitud y ofrecerá la posibilidad de pasear a través y sobre la misma .


Reales Atarazanas

Las Reales Atarazanas de Sevilla son un monumento emblemático que atestigua la importancia histórica de la ciudad como centro naval durante la Edad Media y el Renacimiento. Construidas en 1252 por orden de Alfonso X el Sabio, estas instalaciones fueron concebidas como astilleros para la construcción de galeras, esenciales para las campañas militares de la Corona de Castilla. Ubicadas en el barrio del Arenal, junto al río Guadalquivir, las atarazanas se extendían entre la Torre del Oro y la Torre de la Plata, facilitando el acceso directo al agua para la botadura de las embarcaciones. 

Originalmente, las Reales Atarazanas constaban de 17 naves dispuestas perpendicularmente al río, lo que permitía albergar simultáneamente varias embarcaciones en construcción o reparación. Estas instalaciones no solo fueron fundamentales para la construcción naval, sino que también desempeñaron un papel crucial en la defensa marítima y en el comercio, consolidando a Sevilla como un puerto de gran relevancia en el mundo medieval. 

A lo largo de los siglos, las Reales Atarazanas han experimentado diversas transformaciones. En el siglo XVI, se estableció en ellas la Casa de la Contratación, organismo encargado de regular el comercio con las Indias, lo que incrementó la actividad en la zona. Posteriormente, en el siglo XVIII, se incorporó la Real Maestranza de Artillería, dedicándose a la fabricación y reparación de piezas de artillería. 


Puerta de Jerez

La Puerta de Jerez es una emblemática plaza situada en el centro histórico de Sevilla, cuyo nombre proviene de una antigua puerta que formaba parte de las murallas de la ciudad y que marcaba el inicio del camino hacia Jerez de la Frontera. Aunque la puerta original, construida en época almorávide y reconstruida en estilo neoclásico por Balbino Marrón en 1846, fue demolida en 1864, la plaza ha conservado su relevancia como punto neurálgico de la ciudad. En la actualidad, es un espacio peatonal animado y rodeado de importantes edificios históricos y lugares de interés.

En el lado occidental de la plaza se encuentra el Hotel Alfonso XIII, inaugurado en 1929 con motivo de la Exposición Iberoamericana. Diseñado por el arquitecto José Espiau y Muñoz, es un magnífico ejemplo del estilo regionalista andaluz, combinando elementos renacentistas y mudéjares con materiales tradicionales como el ladrillo visto, la cerámica y la madera. A lo largo de su historia, ha hospedado a numerosas personalidades, siendo un símbolo de lujo y elegancia en la ciudad.

Muy cerca se halla el Palacio de Yanduri, construido a principios del siglo XX con un marcado estilo francés. Este edificio, de aspecto señorial y distinguido, destaca por su fachada elegante y su aire palaciego. Actualmente es propiedad de una entidad bancaria, pero sigue siendo un referente arquitectónico de la zona y testimonio de la opulencia burguesa de su época.


Capilla de Santa María de Jesús

La Capilla de Santa María de Jesús es un notable ejemplo del estilo gótico-mudéjar en Sevilla. Situada en la Puerta de Jerez, entre la Avenida de la Constitución y la calle San Gregorio, es el único vestigio que se conserva del Colegio de Santa María de Jesús, fundado en 1505 por Maese Rodrigo de Santaella, institución que dio origen a la Universidad de Sevilla.  

La construcción de la capilla comenzó en 1506, con un diseño atribuido a Alonso Rodríguez. La portada principal, realizada en 1514 por el albañil Manuel Sánchez, presenta un arco apuntado de ladrillo coronado por un óculo. La fachada que da a la Puerta de Jerez destaca por una amplia ventana gótica, una pequeña espadaña y almenas decorativas.  

El interior de la capilla consta de una sola nave rectangular con un artesonado de madera mudéjar. El presbiterio, separado por un gran arco toral, está cubierto con una bóveda gótica de crucería. Destacan los zócalos de azulejos renacentistas que adornan tanto la nave como el presbiterio. El retablo mayor, una obra de Alejo Fernández de 1520, muestra a la Virgen de la Antigua recibiendo una maqueta del colegio de manos de su fundador, Maese Rodrigo.  

Actualmente, la capilla pertenece a la Universidad de Sevilla y está gestionada por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.


Plaza de la Encarnación

La Plaza de la Encarnación se encuentra en el centro histórico de Sevilla y ha sido testigo de numerosas transformaciones a lo largo de los siglos. En su origen, albergó el Convento de la Encarnación, fundado en el siglo XVI, que dio nombre a la plaza. Tras la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, el convento fue demolido, y en su lugar se construyó un mercado de abastos. En la década de 1970, dicho mercado fue derribado, dejando el espacio abandonado durante años. En 2004, se convocó un concurso internacional para revitalizar la plaza, resultando ganador el proyecto del arquitecto alemán Jürgen Mayer, conocido como Metropol Parasol o popularmente como “Las Setas de Sevilla”, inaugurado en 2011.


El edificio más destacado es el Metropol Parasol, una estructura contemporánea de madera que se ha convertido en un ícono arquitectónico de la ciudad. Con su peculiar diseño en forma de hongos gigantes, es considerado el mayor edificio de madera del mundo. En su interior se encuentra el Antiquarium, un museo arqueológico que exhibe restos romanos y andalusíes descubiertos durante las excavaciones previas a su construcción. Además, en el nivel superior, un mirador ofrece vistas panorámicas de Sevilla, proporcionando una perspectiva única del casco antiguo.

Otro edificio relevante es el Mercado de la Encarnación, situado en la planta baja del Metropol Parasol. Este mercado de abastos conserva la tradición comercial de la plaza, ofreciendo productos frescos en un entorno moderno.

En el entorno de la plaza se encuentran edificios históricos como la Iglesia de la Anunciación, situada a poca distancia, un notable ejemplo de arquitectura manierista del siglo XVI que perteneció a la antigua Casa Profesa de la Compañía de Jesús. También destacan varias edificaciones del siglo XIX y principios del XX que rodean la plaza, reflejando la evolución urbanística del centro de Sevilla.

La Plaza de la Encarnación es un espacio que integra armoniosamente su pasado histórico con la modernidad arquitectónica, convirtiéndose en un importante punto de encuentro cultural y social en Sevilla.


Plaza del Cabildo

Situada en el barrio del Arenal en Sevilla, se encuentra la céntrica Plaza del Cabildo,  rincón encantador y poco conocido situado en el corazón de Sevilla, a escasos metros de la majestuosa Catedral. Esta plaza semicircular ofrece un remanso de paz en medio del bullicio urbano, destacando por su arquitectura singular y su atmósfera tranquila.

Construida en la década de 1950 sobre los terrenos que anteriormente ocupaba el Colegio de San Miguel, propiedad del Cabildo Catedralicio, la plaza es obra del arquitecto Joaquín Barquín Barrón. Su diseño presenta una serie de arcadas sostenidas por columnas de mármol, adornadas con frescos del pintor sevillano José Palomar. Estas arcadas rodean un espacio central donde se ubica una fuente, creando un ambiente acogedor y pintoresco. Además, en uno de sus lados, la plaza conserva un tramo de aproximadamente 50 metros de la antigua Muralla Almohade de Sevilla, construida en 1184, integrando así elementos históricos en su estructura.  

El acceso a la Plaza del Cabildo se realiza a través de tres pasajes discretos que conectan con la Avenida de la Constitución, la calle Almirantazgo y la calle Arfe. Esta ubicación estratégica, junto al barrio del Arenal y frente a la Catedral, la convierte en un lugar de fácil acceso pero, curiosamente, permanece desconocida para muchos visitantes e incluso para algunos residentes de la ciudad.  

Uno de los atractivos más destacados de la plaza es el mercadillo de numismática y filatelia que se celebra cada domingo por la mañana. Este evento reúne a coleccionistas y aficionados que intercambian y venden sellos, monedas, billetes y otros objetos de colección, dotando al espacio de una animada actividad que contrasta con la habitual serenidad de los demás días de la semana.  

Además de su interés arquitectónico e histórico, la Plaza del Cabildo alberga diversos comercios bajo sus arcadas, incluyendo tiendas especializadas en antigüedades, numismática y filatelia, así como establecimientos que ofrecen dulces elaborados en conventos de la ciudad. Esta combinación de historia, cultura y comercio hace de la plaza un lugar singular que merece ser descubierto y disfrutado por quienes pasean por el centro de Sevilla.


Alameda de Hércules

La Alameda de Hércules es una histórica plaza situada en el centro de Sevilla, reconocida como uno de los jardines públicos más antiguos de España y Europa, inaugurada en 1574. Este amplio espacio arbolado se extiende entre las calles Calatrava, Peris Mencheta, Trajano y Amor de Dios, en el distrito Casco Antiguo de la ciudad.  


Originalmente, la zona donde se ubica la Alameda era un brazo del río Guadalquivir que, tras ser desviado en 1383, dejó un área pantanosa propensa a inundaciones. En 1574, el conde de Barajas emprendió un proyecto de drenaje y embellecimiento, plantando álamos y colocando dos columnas en el extremo sur, procedentes de un antiguo templo romano de la calle Mármoles. Estas columnas fueron coronadas con estatuas de Hércules, considerado el fundador mítico de la ciudad, y de Julio César, reconocido como su restaurador.  


En el siglo XVIII, se añadieron dos columnas más en el extremo norte, rematadas con leones que portan escudos representando a España y a Sevilla. A lo largo de los siglos, la Alameda ha experimentado diversas transformaciones, desde ser un elegante paseo en el siglo XIX hasta enfrentar periodos de deterioro en el siglo XX. No obstante, recientes proyectos de revitalización han convertido a la Alameda en un vibrante centro cultural y de ocio.  


Hoy en día, la Alameda de Hércules es un punto de encuentro popular tanto para locales como para visitantes. Rodeada de bares, cafés y restaurantes, ofrece una animada vida nocturna y es conocida por su ambiente diverso y acogedor. Además, es un espacio frecuentado por familias, turistas y estudiantes, reflejando la rica historia y la energía contemporánea de Sevilla.  


Entre los edificios destacados en la Alameda se encuentra la Casa de las Sirenas, un palacete del siglo XIX que actualmente funciona como centro cívico, albergando exposiciones y actividades culturales. La combinación de su patrimonio histórico y su dinámica vida social hacen de la Alameda de Hércules un lugar imprescindible para quienes deseen conocer la esencia de Sevilla.  


Puente de Isabel II

El Puente de Isabel II, conocido popularmente como Puente de Triana, es una de las estructuras más emblemáticas de Sevilla. Inaugurado en 1852, este puente de hierro une el centro de la ciudad con el barrio de Triana, cruzando el río Guadalquivir. Sustituyó al antiguo puente de barcas que existía en su lugar desde el siglo XII, constituyendo el puente de hierro más antiguo conservado en España.  

La construcción del puente se llevó a cabo entre 1845 y 1852 bajo la dirección de los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Ferdinand Bennetot. El diseño se inspiró en el desaparecido Puente del Carrousel de París, presentando tres arcos de hierro que descansan sobre pilares de piedra. En 1976, el Puente de Isabel II fue declarado Monumento Histórico Nacional, reconociendo su valor arquitectónico y cultural.  

Además de su importancia funcional, el puente ofrece vistas panorámicas del río y de ambas riberas, siendo un lugar frecuentado por locales y turistas. Cerca del puente se encuentra la Capilla del Carmen, una pequeña iglesia que añade un valor histórico y cultural adicional a la zona.  

El Puente de Triana no solo es una vía de comunicación esencial, sino también un símbolo del patrimonio histórico y cultural de Sevilla, reflejando la conexión entre la tradición y la modernidad en la ciudad.


Triana

Triana es uno de los barrios más emblemáticos de Sevilla, situado en la orilla occidental del río Guadalquivir. Su rica historia y profunda tradición artística la han convertido en cuna de destacados toreros, cantaores, bailaores y artesanos alfareros. Este barrio, lleno de vida y autenticidad, se distingue por la fusión de lo histórico y lo contemporáneo, ofreciendo a sus visitantes una experiencia única en cada rincón.

Uno de los principales atractivos de Triana es el Puente de Triana, también conocido como Puente de Isabel II, inaugurado en 1852. Este puente de hierro, considerado el más antiguo de España y declarado Monumento Histórico Nacional, une el centro de Sevilla con el barrio, permitiendo admirar desde él las contrastantes panorámicas entre ambas orillas del río.

El ambiente de Triana se siente especialmente en sus calles y plazas. La pintoresca Calle Betis, paralela al Guadalquivir, ofrece espectaculares vistas del centro de Sevilla y es ideal para disfrutar de la gastronomía local en sus numerosas terrazas y bares. A pocos pasos se encuentra la Capilla del Carmen, obra del arquitecto Aníbal González, que data de 1928 y que resguarda la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.

El Mercado de Triana, emplazado en la Plaza del Altozano, es otro punto de encuentro tradicional en el barrio. En este mercado se puede disfrutar de una amplia variedad de productos frescos y locales, mientras que en la misma plaza destaca una escultura dedicada al torero Juan Belmonte, figura ilustre de la zona. Además, la majestuosa Iglesia de Santa Ana, construida en 1280 por orden del rey Alfonso X y conocida como la “Catedral de Triana”, es un testimonio del legado gótico-mudéjar que aún perdura en el barrio.

La emblemática Calle Pureza es el hogar de la Capilla de la Esperanza de Triana, también conocida como la Capilla de los Marineros, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana. Este pequeño pero significativo templo se convierte en uno de los puntos neurálgicos de la devoción local, especialmente durante la Semana Santa, reafirmando la profunda religiosidad y tradición del barrio.

La pasión por la cerámica es otra de las señas de identidad de Triana. El Centro de la Cerámica de Triana, ubicado en una antigua fábrica, exhibe piezas históricas y contemporáneas que evidencian la maestría de los artesanos alfareros trianeros. De igual forma, la Calle San Jacinto, repleta de tiendas, bares y restaurantes, junto a la Calle Alfarería, tradicionalmente conocida por sus talleres de cerámica y corrales de vecinos, muestran la vitalidad y el arraigo cultural que caracterizan a sus calles.

Para quienes buscan momentos de tranquilidad, el Paseo de Nuestra Señora de la O ofrece un agradable recorrido junto al río, ideal para disfrutar de panorámicas y relajarse. La historia se percibe también en edificios como la Casa de los Mensaque, un inmueble histórico decorado con azulejos típicos, y el Convento de las Mínimas, fundado en el siglo XVIII, que atestigua la riqueza espiritual y arquitectónica del barrio.

La modernidad también tiene cabida en Triana. La Torre Sevilla, con sus 180,5 metros de altura, es el rascacielos más alto de Andalucía y simboliza la evolución y el dinamismo de una zona que respeta su pasado sin renunciar a la innovación. Desde sus calles se distingue, en el horizonte, la silueta de la Torre del Oro, una torre albarrana del siglo XIII situada en la margen opuesta del río, que, pese a no estar en Triana, forma parte del paisaje histórico que une ambas orillas.

Finalmente, el barrio conserva la esencia de su vida comunitaria a través de los tradicionales corrales de vecinos, donde la arquitectura popular sevillana se manifiesta en forma de patios centrales y estrechos pasajes como el Callejón de la Inquisición, que evoca la antigua presencia del Castillo de San Jorge, sede de la Inquisición. Junto a la Capilla de la Estrella, la Iglesia de San Jacinto y la Basílica del Cristo de la Expiración (conocida como “El Cachorro”), Triana y su entorno, que incluye zonas de interés como la Plaza de Cuba, ofrecen un mosaico cultural, religioso y arquitectónico que cautiva a locales y visitantes por igual.


Y más fotografías de la capital del Guadalquivir. 











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