CÁCERES
La Ciudad de Cáceres, capital de la provincia homónima y situada en el corazón de Extremadura, es una de las urbes históricas más sobresalientes del occidente peninsular. Fundada como colonia romana bajo el nombre de Norba Caesarina en el siglo I a. C., su evolución posterior estuvo marcada por el paso de visigodos, musulmanes y cristianos, configurando un conjunto urbano de enorme riqueza histórica y monumental. El casco antiguo de la ciudad, conocido como la Ciudad Monumental, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, en reconocimiento a su excelente grado de conservación y a la convivencia visible de estilos arquitectónicos diversos.
La ciudad amurallada conserva numerosos vestigios de época islámica, como las murallas de tapial de los siglos XII y XIII, a las que se integraron posteriormente edificaciones señoriales y religiosas tras la conquista cristiana en el siglo XIII. La Concatedral de Santa María, de los siglos XIII al XV, es el principal templo de la ciudad, con estructura gótica y añadidos renacentistas.
Entre los elementos defensivos más reconocibles se encuentra la Torre de Bujaco, de origen almohade, que domina la Plaza Mayor y se ha convertido en símbolo de la ciudad. A través del Arco de la Estrella, del siglo XVIII, se accede al corazón del recinto amurallado, donde abundan los palacios de la nobleza trujillana y cacereña, como el Palacio de los Golfines de Abajo, el Palacio de Carvajal o la Casa del Sol.
El patrimonio religioso también es muy notable. Además de la concatedral, destacan las iglesias de San Francisco Javier, en estilo barroco, y la de San Mateo, una de las más antiguas, vinculada a la nobleza local. El Palacio de las Veletas, por su parte, alberga el Museo de Cáceres, que cuenta con colecciones de arqueología, bellas artes y etnografía, e incluye un valioso aljibe andalusí en su sótano. El casco histórico ha sido escenario de producciones internacionales como Juego de Tronos o La Catedral del Mar, lo que ha contribuido a su proyección cultural reciente.
Cáceres también posee una oferta cultural contemporánea destacable, como el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear, que acoge obras de artistas de relevancia internacional. Su vida cultural se enriquece con eventos como el Festival WOMAD, de música y culturas del mundo, y con la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Rodeada de dehesas y espacios naturales, Cáceres ofrece además un atractivo entorno paisajístico. La cercana Sierra de la Mosca y el Santuario de la Virgen de la Montaña permiten disfrutar de vistas panorámicas y rutas senderistas. En la gastronomía, sobresalen productos como la Torta del Casar, el jamón ibérico de bellota y platos tradicionales como las migas extremeñas.
Con un equilibrio notable entre conservación patrimonial y vida moderna, la ciudad de Cáceres constituye uno de los enclaves históricos más completos y sugestivos de España, destacando tanto por su autenticidad como por su valor arquitectónico y cultural y recorremos con los vídeos del Canal de YouTube al que animamos a suscribirse..
CONSTRUCCIONES MONUMENTALES
Torre de Bujaco
La Torre de Bujaco es uno de los monumentos más emblemáticos de Cáceres, situado en la Plaza Mayor, en el corazón del casco antiguo de la ciudad. Esta torre de origen árabe, construida en el siglo XII por los almohades sobre sillares romanos reutilizados, forma parte integral de la muralla que protegía la ciudad monumental cacereña. Su planta es cuadrada, con una altura aproximada de 25 metros, y está rematada por una ringla de almenas y tres matacanes, dos laterales y uno frontal, añadido en el siglo XVIII .
A lo largo de su historia, la torre ha desempeñado diversos roles. Durante la Edad Media, fue un importante baluarte defensivo. En 1169, tras la toma de la ciudad por parte de las tropas cristianas, la torre fue utilizada por los caballeros de la Orden de Santiago. Sin embargo, en 1173, el califa almohade Abú Ya’qub al-Mansur reconquistó Cáceres y, tras un largo asedio, tomó la torre, pasando a cuchillo a cuarenta Fratres que la defendían . Posteriormente, la torre fue remodelada por los almohades.
En siglos posteriores, la torre adquirió otros usos. Entre 1672 y 1791, albergó el reloj del ayuntamiento, motivo por el cual también fue conocida como la “torre del Reloj”. A finales del siglo XVIII, se construyó un pequeño templete en el almenar de la torre para albergar la estatua del Genio Andrógino, conocida popularmente como la diosa Ceres. Esta estatua fue retirada en 1963 y trasladada al Museo de las Veletas .
Actualmente, la Torre de Bujaco alberga el Centro de Interpretación de las Tres Culturas, un espacio que ofrece al visitante una visión integral de la historia de Cáceres, destacando las influencias romana, árabe y cristiana en la ciudad. Desde su mirador, se pueden contemplar vistas panorámicas del casco antiguo y la Plaza Mayor .
La Torre de Bujaco es, sin duda, un símbolo de la ciudad de Cáceres, reflejando su rica historia y su evolución a lo largo de los siglos. Su ubicación en la Plaza Mayor la convierte en un punto de referencia para locales y turistas, siendo una visita obligada para quienes deseen conocer el patrimonio monumental de Cáceres.
Arco de la Estrella
El Arco de la Estrella es la principal puerta de entrada a la Ciudad Monumental de Cáceres, conectando la Plaza Mayor con la Plaza de Santa María. Situado junto a la Torre de Bujaco, este emblemático acceso fue construido en 1726 por el arquitecto Manuel de Lara Churriguera, quien lo diseñó con un arco rebajado y en esviaje para facilitar el paso de carruajes hacia el interior del recinto amurallado. La iniciativa de su construcción partió de Bernardino de Carvajal Moctezuma, propietario del cercano Palacio de Carvajal, quien deseaba un acceso más cómodo a su residencia .
El arco está coronado en su parte exterior por el escudo de la ciudad de Cáceres, otorgado por Isabel la Católica. En su interior, alberga un templete que contiene una imagen de la Virgen de la Estrella, que da nombre al arco. Esta imagen está iluminada por un pequeño farol en forma de estrella y, debajo de ella, se encuentra el escudo de la familia Carvajal, promotora de la obra.
Históricamente, el Arco de la Estrella ha sido escenario de importantes acontecimientos. En 1477, la reina Isabel la Católica juró respetar los fueros y privilegios de la ciudad en este lugar, y en 1479 lo hizo el rey Fernando el Católico . Además, el arco forma parte de un conjunto arquitectónico junto a la Torre de Bujaco y la Ermita de la Paz, constituyendo una de las imágenes más representativas de Cáceres .
Hoy en día, el Arco de la Estrella no solo es una entrada funcional, sino también un símbolo del rico patrimonio histórico y cultural de Cáceres, invitando a los visitantes a adentrarse en las estrechas calles empedradas y descubrir los tesoros que alberga la Ciudad Monumental.
Concatedral de Santa María
La Santa Iglesia Concatedral de Santa María es el principal templo cristiano de la ciudad de Cáceres y uno de los monumentos más representativos de su casco histórico. Situada en la Plaza de Santa María, en pleno corazón de la Ciudad Monumental, esta iglesia refleja la evolución arquitectónica y religiosa de la ciudad a lo largo de los siglos.
Su construcción se llevó a cabo entre los siglos XV y XVI sobre una edificación anterior de estilo mudéjar del siglo XIII. El edificio, realizado completamente con sillares de granito, presenta un estilo que transita del románico al gótico. Destacan sus dos portadas góticas: la del Evangelio, frente al Palacio Episcopal, con finas arquivoltas y una imagen moderna de la Virgen en el tímpano; y la portada principal, en los pies del templo, en la que resalta el escudo de Orellana y los canecillos románicos de la cornisa.
La iglesia posee una sola torre de planta rectangular, de estilo renacentista, construida entre 1554 y 1559 por Pedro de Ibarra. En la esquina oeste de esta torre se encuentra adosada una estatua de San Pedro de Alcántara, patrón de Extremadura, ejecutada en 1954 por el escultor Enrique Pérez Comendador.
Santuario de Nuestra Señora de la Montaña
El Santuario de Nuestra Señora de la Montaña es uno de los enclaves religiosos y culturales de la ciudad de Cáceres. Situado en la Sierra de la Mosca, a aproximadamente 600 metros de altitud, ofrece una panorámica excepcional de la ciudad y su entorno, convirtiéndose en un destino tanto de peregrinación como de interés turístico.
La historia del santuario se remonta al siglo XVII, cuando el ermitaño Francisco de Paniagua, natural de Casas de Millán, erigió una pequeña capilla en honor a la Virgen en 1626. Con el tiempo, y debido al creciente número de fieles, se llevaron a cabo ampliaciones y mejoras en la estructura. En el siglo XVIII, se construyó la actual iglesia barroca, que alberga la imagen de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres desde 1906 .
El interior del santuario destaca por su rica ornamentación barroca, con un retablo mayor atribuido al taller de Manuel de Lara Churriguera. Además, cuenta con diversas capillas laterales, como la del Cristo de la Salud y la de Santa Ana, que albergan valiosas obras de arte sacro. En 1926, se añadió una escultura del Sagrado Corazón de Jesús en la explanada del santuario, reforzando su carácter devocional y simbólico .
Una de las tradiciones más arraigadas es la Bajada de la Virgen, que se celebra anualmente a finales de abril. Durante esta festividad, la imagen de la Virgen es trasladada desde el santuario hasta la Concatedral de Santa María, donde permanece durante nueve días para recibir el homenaje de los fieles. Esta celebración ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional .
El santuario es gestionado por la Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Montaña, fundada en 1635, que se encarga de la organización de los cultos y del mantenimiento del recinto. Además de su función religiosa, el santuario es un lugar de encuentro para actividades culturales y deportivas, como la Subida Pedestre a la Montaña, una carrera que se celebra anualmente y que atrae a numerosos participantes .
En resumen, el Santuario de Nuestra Señora de la Montaña es un símbolo de la identidad cacereña, que combina historia, arte, fe y tradición, ofreciendo a visitantes y devotos un espacio de recogimiento y contemplación en un entorno natural privilegiado.
Iglesia de San Francisco Javier
Situada en pleno corazón del conjunto monumental de Cáceres, la Iglesia de San Francisco Javier —también conocida como Iglesia de la Preciosa Sangre— es uno de los principales hitos arquitectónicos del casco histórico. Su inconfundible silueta blanca y sus dos torres gemelas marcan uno de los perfiles más reconocibles de la ciudad desde la plaza de San Jorge.
La iglesia fue construida entre los años 1698 y 1755, impulsada por la Compañía de Jesús tras su llegada a Cáceres en 1668. El templo se erigió junto al Colegio de la Compañía, hoy convertido en palacio episcopal, en un solar donado por los marqueses de Camarena la Vieja. Su arquitectura responde al estilo barroco, aunque de formas sobrias y sin excesiva ornamentación, como era habitual en la arquitectura jesuítica de la época. El diseño sigue el modelo de iglesia de planta de cruz latina con una nave única, crucero y capillas laterales poco profundas.
La fachada principal, de tono blanco y gran sobriedad, está flanqueada por dos torres cuadradas rematadas con chapiteles. En el centro se abre una puerta adintelada sobre la que se sitúa una hornacina con la imagen de San Francisco Javier, patrón de las misiones. Esta imagen, al igual que otros elementos decorativos interiores, fue añadida en reformas posteriores. El interior conserva aún parte de la disposición original, aunque ha sido objeto de diversas restauraciones, especialmente tras la expulsión de los jesuitas en 1767, que dejó el templo en situación de abandono durante años.
Actualmente, la iglesia de San Francisco Javier no se utiliza como templo parroquial, sino como espacio expositivo. Alberga de forma habitual muestras temporales y una exposición permanente dedicada a la historia religiosa de la ciudad. Además, su cripta subterránea —recuperada y musealizada en los últimos años— muestra restos óseos hallados en enterramientos originales del siglo XVIII, contribuyendo a la interpretación del espacio como lugar de culto y sepultura jesuítico.
Declarada Bien de Interés Cultural en 1982 como parte del Conjunto Histórico de Cáceres, esta iglesia constituye una pieza fundamental del perfil urbano cacereño. Su posición elevada, en una de las laderas que ascienden hacia la Plaza Mayor, y su proximidad a otros monumentos como el Palacio de los Golfines de Abajo o la Casa de los Becerra, refuerzan su importancia dentro del paisaje monumental de la ciudad, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1986.
Iglesia de Santiago de los Caballeros
La Iglesia de Santiago de los Caballeros es un destacado templo parroquial católico situado en la ciudad de Cáceres, en la región de Extremadura, España. Ubicada extramuros de la Ciudad Monumental, en el barrio que lleva su nombre, esta iglesia forma parte integral del patrimonio histórico de la ciudad y fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949 como parte del conjunto histórico de Cáceres .
El origen del templo se remonta al siglo XIII, aunque los restos más antiguos conservados datan del siglo XIV. Se construyó sobre los vestigios de un templo anterior asociado a la orden de los Fratres, predecesora de la Orden de Santiago . A lo largo de los siglos, la iglesia ha experimentado diversas reformas y ampliaciones, incorporando elementos arquitectónicos de estilos románico, gótico y renacentista.
La estructura del edificio presenta una sola nave amplia, con capillas adosadas en la zona de la cabecera que albergan enterramientos. Exteriormente, destacan sus imponentes contrafuertes con medallones en el frente, algunos de los cuales descansan sobre columnas de fuste estriado unidas al edificio por arcos de medio punto. Las dos puertas de acceso, situadas en los muros de la Epístola y del Evangelio, son de arco apuntado con arquivoltas enmarcadas por alfiz y coronadas por grandes escudos de factura renacentista .
En el interior, sobresale la capilla mayor, cuya construcción fue iniciada en la segunda mitad del siglo XVI por el maestro Rodrigo Gil de Hontañón. Tras su intervención, la obra fue continuada por el arquitecto trujillano Sancho Cabrera. La capilla se cierra mediante una reja renacentista realizada en Peñaranda por el rejero Francisco Núñez en la segunda mitad del siglo XVI .
Uno de los elementos más destacados del templo es su retablo mayor, encargado en 1557 al escultor Alonso Berruguete, uno de los principales representantes del manierismo español. El retablo, realizado en madera tallada y policromada, fue finalizado por los discípulos de Berruguete tras su fallecimiento en 1561 y se instaló en la iglesia en 1570. Presenta figuras en altorrelieve casi exentas sobre fondos pintados, distribuidas en tres calles verticales mediante columnas, y está presidido por una imagen de la Virgen con el Niño y por la figura de Santiago Matamoros .
La iglesia alberga también otras tallas de valor artístico, como la de Nuestra Señora de la Esclarecida y el Cristo de los Milagros o de las Indulgencias, ambas del siglo XVI. Además, es sede canónica de las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia, y de la Sagrada Cena, que participan activamente en la Semana Santa cacereña. La imagen de Jesús Nazareno, adquirida en 1609 al escultor Tomás de la Huerta, porta una cruz de carey con remates de plata, obra de los talleres de Pedro Barrés de Sevilla en 1765 .
En conjunto, la Iglesia de Santiago de los Caballeros representa un valioso ejemplo del patrimonio religioso y artístico de Cáceres, reflejando la evolución arquitectónica y cultural de la ciudad a lo largo de los siglos.
Iglesia de San Mateo
La Iglesia de San Mateo, ubicada en la Plaza de San Mateo en el casco antiguo de Cáceres, es uno de los templos más emblemáticos de la ciudad. Construida sobre el solar de una antigua mezquita, su edificación comenzó en el siglo XVI y se extendió hasta el siglo XVIII, lo que le confiere una rica amalgama de estilos arquitectónicos.
La fachada principal destaca por su portada plateresca, atribuida al maestro Guillén Ferrán. Esta portada presenta un arco carpanel flanqueado por columnas de orden compuesto, con medallones que representan a San Pedro y San Pablo en las enjutas. En el centro del friso se encuentra una representación de San Mateo. A la izquierda, sobresale una torre de diseño sobrio, y a la derecha, una espadaña en ángulo completa la composición .
En el interior, la iglesia posee una sola nave con capillas laterales, formando una planta rectangular. El retablo mayor, realizado en pino sin policromar, es obra de Vicente Barbadillo y presenta figuras policromadas en las hornacinas, entre ellas el Niño de la Congregación. Entre las capillas laterales, destaca la de San Juan Bautista, que alberga el lienzo del Cristo de la Encina, relacionado con un milagro ocurrido en América .
La iglesia también es conocida por ser el lugar de enterramiento de numerosas familias nobles de Cáceres, como los Ovando. Además, en su torre se encuentra un reloj que originalmente pertenecía a la Torre de Bujaco, conocido como la “torre del reloj” en el siglo XIX .
En resumen, la Iglesia de San Mateo es un testimonio vivo de la historia de Cáceres, donde se entrelazan influencias musulmanas, góticas, renacentistas y barrocas, ofreciendo a los visitantes una experiencia única que refleja la riqueza cultural y religiosa de la ciudad.
Iglesia de San Juan Bautista
La Iglesia de San Juan Bautista es uno de los templos más emblemáticos de Cáceres, situada en la céntrica Plaza de San Juan, fuera del recinto amurallado de la ciudad. Su construcción se inició en el siglo XIII y se prolongó hasta el siglo XVIII, lo que le confiere una amalgama de estilos arquitectónicos, predominando el gótico .
El templo presenta una sola nave cubierta con bóveda de crucería con terceletes, y un ábside cubierto con bóvedas ojivales de crucería. En su interior destacan varias capillas, siendo la más notable la Capilla de las Reliquias, cuya portada plateresca está decorada con querubines y columnas abalaustradas .
En el exterior, la iglesia se caracteriza por su sólida estructura de sillería de granito y dos portadas góticas. Durante la Edad Media, la plaza donde se ubica era un lugar de ferias de ganado, lo que llevó a que el templo fuera conocido popularmente como “San Juan de los Ovejeros” .
La iglesia es también sede de la Real y Fervorosa Hermandad de Nazarenos y Cofradía de los Ramos, que organiza diversas procesiones durante la Semana Santa, incluyendo la del Domingo de Ramos y la del Martes Santo .
En resumen, la Iglesia de San Juan Bautista no solo es un destacado ejemplo de la arquitectura religiosa en Cáceres, sino también un testimonio vivo de la historia y las tradiciones de la ciudad.
Palacio de las Veletas - Museo de Cáceres
El Palacio de las Veletas, también conocido como Casa de las Veletas, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Cáceres. Ubicado en la Plaza de las Veletas, en pleno casco histórico, este palacio renacentista del siglo XVI se erige sobre los restos de un antiguo alcázar almohade de los siglos XI y XII. De esta construcción islámica se conserva un aljibe, considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura hidráulica hispanomusulmana en la Península Ibérica.
El aljibe, situado en la planta baja del palacio, presenta una planta rectangular de aproximadamente 15 metros de largo por 10 de ancho. Está compuesto por cinco naves cubiertas por bóvedas de cañón, separadas por arcos de herradura que descansan sobre doce columnas, algunas de origen romano. Con una capacidad de almacenamiento de unos 700 metros cúbicos de agua, este aljibe fue fundamental para el abastecimiento de la ciudad durante periodos de asedio.
En la actualidad, el Palacio de las Veletas alberga el Museo de Cáceres, una institución pública gestionada por la Junta de Extremadura. El museo se distribuye en dos edificios históricos: el propio Palacio de las Veletas, que acoge las secciones de Arqueología y Etnografía, y la Casa de los Caballos, una antigua construcción del siglo XVI que sirvió como caballerizas y que ahora alberga la Sección de Bellas Artes del museo.
El museo ofrece un recorrido por la historia y la cultura de la región, desde el Paleolítico hasta la actualidad. Entre sus colecciones destacan objetos arqueológicos, piezas etnográficas que reflejan las tradiciones y modos de vida de Extremadura, y obras de arte que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XIX.
El Palacio de las Veletas es, sin duda, un testimonio vivo de la rica historia de Cáceres, donde convergen las huellas de las culturas islámica, cristiana y romana. Su visita permite al visitante sumergirse en el pasado de la ciudad y apreciar la diversidad y riqueza de su patrimonio cultural.
Palacio de Carvajal
El Palacio de Carvajal es una de las construcciones más emblemáticas del casco histórico de Cáceres, situado junto a la Concatedral de Santa María, en la calle Amargura. Su edificación se inició entre los siglos XV y XVI, y es un claro ejemplo de la arquitectura nobiliaria de la ciudad, combinando elementos góticos y renacentistas. La fachada principal, realizada en sillería granítica, destaca por su sobriedad y elegancia, con un amplio arco de medio punto y el escudo de la familia Carvajal enmarcado en un alfiz .
El linaje de los Carvajal, de origen asturiano, llegó a Cáceres en el siglo XV procedente de Plasencia. La familia se estableció en la ciudad y construyó su palacio junto a la Concatedral de Santa María. Una leyenda asociada al palacio cuenta que dos hermanos de la familia fueron condenados a muerte por el asesinato de un noble. Antes de su ejecución, apelaron a un juicio divino, y el rey Fernando IV falleció inesperadamente antes de cumplirse el plazo fijado, lo que llevó a la absolución de los hermanos y a la inclusión de una banda negra en el escudo familiar en señal de luto .
El interior del palacio alberga espacios de gran interés, como el vestíbulo con bóvedas de arista, donde se encuentra una maqueta detallada de la ciudad monumental de Cáceres y una escultura policromada de San Jorge venciendo al dragón. El patio, considerado uno de los rincones más encantadores del edificio, presenta distintos niveles, abundante vegetación y elementos arquitectónicos góticos, como ventanas de tracería y columnas decoradas. Desde el patio, una escalera de cantería conduce a una sala que alberga un tapiz flamenco del siglo XVI .
Uno de los elementos más singulares del palacio es su torre redonda de origen almohade, datada en el siglo XII. Esta torre defensiva, con pequeñas ventanas y aspilleras, fue incorporada al palacio y ofrece desde su cima una vista panorámica de la ciudad. En su base se encuentra una capilla con frescos manieristas atribuidos a Juan Bautista Pachi .
Tras diversos avatares históricos, incluido un incendio que le valió el apodo de “la casa quemada”, el palacio fue restaurado y adquirido en 1985 por la Diputación de Cáceres. Actualmente, alberga la Oficina de Turismo Provincial y el Centro de Interpretación de las Comarcas de la provincia de Cáceres, siendo un punto de referencia para quienes desean conocer el patrimonio y la historia de la región .
Torre de las Cigüeñas - Palacio Cáceres-Ovando
La Torre de las Cigüeñas, también conocido como la Casa de los Cáceres-Ovando, es una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad monumental de Cáceres. Situado en la Plaza de las Veletas, este edificio destaca por su imponente torre almenada, única en la ciudad que no fue desmochada tras el mandato de Isabel la Católica contra las torres de las casas nobiliarias que apoyaron a Juana la Beltraneja en la disputa por el trono de Castilla .
La edificación del palacio comenzó a finales del siglo XV por orden de Diego de Cáceres Ovando, capitán al servicio de los Reyes Católicos. Se levantó sobre los restos del antiguo alcázar almohade, utilizando mampostería y sillería en su construcción . La fachada principal presenta una puerta con largas dovelas en arco de medio punto, sobre la cual se sitúa una ventana en arco conopial flanqueada por dos escudos con las armas de Ovando y Mogollón, todo ello enmarcado por un alfiz quebrado .
La torre del palacio, de planta cuadrada y 25 metros de altura, se distingue por su estructura almenada sustentada por pequeñas ménsulas. Es la única torre del recinto histórico de Cáceres que ha conservado su altura original .
A lo largo de los siglos, el palacio ha sido residencia de la familia Cáceres-Ovando y ha sufrido diversas reformas. En la década de 1940, se transformó para albergar la sede del Gobierno Militar, y actualmente es propiedad del Ministerio de Defensa. Además de oficinas administrativas militares, el edificio acoge un museo militar y salas de exposiciones. En 2018, se abrió al público la torre, ofreciendo impresionantes vistas del casco antiguo de la ciudad .
El Palacio de las Cigüeñas es un ejemplo destacado de la arquitectura civil renacentista y un testimonio del poder y la influencia de la familia Cáceres-Ovando en la historia de Cáceres.
Ermita de la Paz
La Ermita de la Paz es una pequeña pero significativa construcción religiosa situada en la Plaza Mayor de Cáceres, adosada a la emblemática Torre de Bujaco. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando se erigió una capilla renacentista dedicada a San Benito. Sin embargo, fue en el siglo XVIII cuando adquirió su configuración actual, al ser reconstruida en estilo barroco por iniciativa de la Cofradía de Nuestra Señora de la Paz, que buscaba un lugar adecuado para celebrar misa sin interferir con la actividad comercial de la plaza .
La fachada de la ermita destaca por su pórtico de tres arcos de medio punto sostenidos por pilares de piedra, cerrados por una artística reja de hierro forjado realizada por Juan de Acedo en 1756. En su interior, se conserva un retablo barroco presidido por una imagen de la Virgen con el Niño en brazos, obra del escultor Pedro Correa .
A lo largo de su historia, la ermita ha sido objeto de diversas restauraciones, incluyendo importantes obras en los años 60 del siglo XX.
La Ermita de la Paz no solo es un testimonio arquitectónico de la evolución histórica de Cáceres, sino también un símbolo de la devoción popular y de la integración del patrimonio religioso en la vida urbana.
Ermita de San Antonio
La Ermita de San Antonio, ubicada en el corazón de la Judería Vieja de Cáceres, es un modesto pero significativo templo que atestigua la rica historia multicultural de la ciudad. Construida en 1470 por iniciativa de Alonso Golfín, señor de Torre Arias, se erigió sobre el solar que anteriormente ocupaba la sinagoga principal de la comunidad judía local .
Este cambio de uso refleja las transformaciones sociales y religiosas de la época, especialmente tras la orden de apartamiento de los judíos en 1470. La ermita, dedicada a San Antonio de Padua, presenta una arquitectura sencilla de estilo popular, con una sola nave rectangular, muros de mampostería y un pórtico de tres arcos que da acceso a su interior. En el ábside se encuentra un retablo de 1767, obra del tallista José González, que alberga imágenes de San Antonio de Padua, San Juan Bautista y la Sagrada Familia .
A lo largo de los siglos, la ermita ha sido objeto de diversas reformas y restauraciones, destacando las realizadas en 1661 y las llevadas a cabo en 1993-1994, que le han conferido su aspecto actual . Además, en sus dependencias se ha habilitado un pequeño museo que exhibe ornamentos, libros y objetos relacionados con el culto y la historia del lugar .
La Ermita de San Antonio no solo es un lugar de culto activo, sino también un símbolo del legado judío en Cáceres. Su presencia en la Judería Vieja, con sus estrechas calles empedradas y casas encaladas, ofrece a los visitantes una oportunidad única para reflexionar sobre la convivencia de culturas que ha caracterizado la historia de la ciudad.
Arco del Cristo
La Puerta del Concejo, también conocida como Puerta del Río o popularmente como Arco del Cristo, es la entrada más antigua que se conserva en la ciudad de Cáceres. Situada en el flanco oriental de la muralla, esta puerta monumental data del siglo I d.C. y es uno de los escasos vestigios visibles de la antigua colonia romana Norba Caesarina. Está formada por dos arcos de medio punto construidos con grandes sillares romanos, que forman un túnel en la muralla. En el siglo XIX, se añadió una hornacina en el arco interior que alberga una imagen de Cristo crucificado, de donde proviene su nombre actual, “Arco del Cristo” .
Adyacente a esta puerta se encuentra la Torre del Río, también conocida como Torre del Concejo. Esta torre defensiva fue erigida en el siglo XII durante la dominación almohade, como parte del sistema de fortificaciones que protegían la ciudad. De planta cuadrada, su base está construida con sillares romanos reutilizados, lo que evidencia la continuidad en el uso de materiales y la superposición de culturas en la arquitectura cacereña .
La Torre del Río flanqueaba la Puerta del Concejo, desempeñando un papel crucial en la defensa del acceso oriental de la ciudad. Su ubicación estratégica permitía controlar el tránsito entre la ciudad intramuros y la Ribera del Marco, así como vigilar el camino que conducía hacia la Vía de la Plata en dirección a Augusta Emerita (actual Mérida). Esta torre, junto con la puerta, constituye un conjunto arquitectónico de gran valor histórico, reflejando la evolución de las defensas urbanas desde la época romana hasta la Edad Media .
Ermita del Cristo del Amparo
La Ermita del Cristo del Amparo es un destacado ejemplo de arquitectura religiosa popular en Cáceres, situada en la carretera de la Montaña, en las estribaciones de la Sierra de la Mosca. Forma parte de la tradicional ruta devocional que conecta la ciudad con el Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, jalonada por diversas ermitas y cruces de piedra .
El origen de la ermita se remonta a un humilladero documentado en 1664, vinculado a la Cofradía de la Soledad. Posteriormente, en el siglo XVII, se transformó en una ermita bajo la advocación del Cristo del Amparo. Su arquitectura es sencilla, con una nave rectangular cubierta por bóveda de aristas y una capilla mayor también rectangular. En el exterior, destacan los estribos semicirculares que refuerzan la estructura y una pequeña espadaña añadida en una ampliación posterior .
En el siglo XVII, Diego Durán de Figueroa, organista de la iglesia de San Mateo, impulsó la ampliación de la ermita, aunque no era licenciado, como se ha afirmado en algunas publicaciones . La imagen titular, el Santo Cristo del Amparo, es una talla barroca del siglo XVII que ha sido objeto de gran devoción en la ciudad .
A finales del siglo XX, la ermita se encontraba en un estado de deterioro considerable. En 1989, un grupo de devotos fundó la Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo, que emprendió la restauración del edificio y de la imagen titular. Las obras concluyeron en 1993, con la reinauguración de la ermita y el retorno de la imagen desde la iglesia de San Mateo, donde había estado custodiada durante las obras .
Actualmente, la ermita es sede de la Cofradía del Amparo y acoge diversos actos religiosos y culturales. Su ubicación estratégica y su valor histórico la convierten en un lugar de interés tanto para los fieles como para los visitantes de Cáceres.
Convento de San Pablo
El Convento de San Pablo, situado en la ciudad de Cáceres, es un destacado ejemplo de la arquitectura religiosa de la ciudad. Fundado en 1492 por Juana de Dios sobre los restos de un antiguo beaterio, el convento ha sido testigo de diversas transformaciones a lo largo de los siglos. En sus inicios, estuvo regido por monjas de la Orden Terciaria de San Francisco, pero desde mediados del siglo XX, residen monjas clarisas .
La edificación del convento se realizó en el siglo XV, siguiendo elementos de estilo gótico y tardogótico. Destaca su sencilla portada abocinada con un arco ligeramente apuntado, enmarcada por un alfiz. En el siglo XVII o XVIII, se añadió una espadaña de sillería de doble arcada que corona el edificio .
El interior del convento alberga una iglesia de planta de cruz latina con cinco altares y una serie de retablos. Uno de los elementos más destacados es el retablo mayor de estilo barroco, que contiene un conjunto escultórico dedicado a la conversión de San Pablo, obra de notable orfebrería .
Además de su valor arquitectónico y artístico, el convento es conocido por la elaboración artesanal de dulces por parte de las monjas clarisas. A través de un torno, los visitantes pueden adquirir productos como perrunillas, mantecados y tocinitos de cielo, siguiendo una tradición que se remonta a siglos atrás .
En resumen, el Convento de San Pablo de Cáceres es un lugar que combina historia, arte y tradición, ofreciendo a los visitantes una visión del legado religioso y cultural de la ciudad.
Convento de Santa Clara
El Convento de Santa Clara, fundado en 1614, es una de las instituciones religiosas más antiguas de Cáceres, habitado desde su origen por monjas clarisas de la Orden de San Francisco. Situado extramuros de la ciudad, en la plaza que lleva su nombre, el convento destaca por su arquitectura barroca y su rica historia.
El edificio fue construido entre 1593 y 1614 en estilo barroco manierista, con fábrica de sillarejo y sillería. La portada principal, obra de Juan y Álvaro García, presenta un frontón partido con una hornacina que alberga una escultura de San Francisco. A ambos lados de la portada se encuentran los escudos heráldicos de las familias Golfín, Torres, Paredes y Ribera, quienes financiaron la construcción del convento.
En el interior, la iglesia de una sola nave cuenta con un retablo mayor de estilo rococó datado en 1750, que alberga una talla de Santa Clara y una escultura de Jesús Crucificado en marfil. Además, se encuentran otros retablos de estilos clasicista y barroco, con imágenes de San Francisco, San Antonio y la Inmaculada.
El convento es conocido por la elaboración artesanal de dulces tradicionales por parte de las monjas clarisas, una tradición que se mantiene viva desde su fundación. Los visitantes pueden adquirir estos productos en el mismo convento.
En resumen, el Convento de Santa Clara de Cáceres es un ejemplo destacado de la arquitectura religiosa barroca y un testimonio vivo de la tradición franciscana en la ciudad. Su ubicación extramuros y su rica historia lo convierten en un lugar de interés tanto para los fieles como para los turistas que deseen conocer más sobre el patrimonio cultural y religioso de Cáceres.
PLAZAS y JARDINES
La Plaza Mayor de la Ciudad de Cáceres, capital de la provincia homónima en la región de Extremadura, constituye el principal espacio público de la urbe y una de las plazas históricas más representativas del occidente peninsular. Situada al pie de la Ciudad Monumental —declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986—, este amplio recinto ha desempeñado un papel central en la vida social, económica y política de la ciudad desde la Baja Edad Media.
Sus orígenes se remontan al siglo XIV, cuando comenzó a configurarse como explanada extramuros al abrigo de la iglesia de Santiago y junto a la puerta de Coria, una de las principales entradas al recinto amurallado. A lo largo de los siglos XV y XVI se consolidó como el nuevo centro de la vida urbana, desplazando a la plaza situada ante la iglesia de Santa María. Desde entonces ha albergado mercados, proclamaciones, procesiones y otros actos cívicos y religiosos, constituyéndose en foro privilegiado de la sociedad cacereña.
El conjunto arquitectónico que delimita la plaza presenta una notable diversidad de estilos, fruto de una evolución prolongada entre los siglos XV y XX. Se estructura mediante edificios de tres alturas, con soportales en buena parte de su perímetro, muchos de los cuales conservan elementos renacentistas. Entre las construcciones más significativas destacan la Torre de Bujaco —levantada en época almohade y reformada posteriormente—, la Torre de los Púlpitos, la Torre de la Hierba y el Arco de la Estrella, principal acceso al recinto monumental. Asimismo, en uno de sus ángulos se sitúa la Ermita de la Paz, edificada en el siglo XVIII sobre una capilla anterior.
En el año 2011 se acometió una profunda remodelación de la plaza, llevada a cabo por los arquitectos Antonino Antequera, Francisco Pol Méndez y Asunción Rodríguez Montejano. El proyecto respetó la configuración histórica del espacio, al tiempo que introdujo nuevas funciones urbanas y elementos de diseño contemporáneo, como bancos corridos de granito, pavimentos inspirados en las bóvedas de cañón y surtidores de agua integrados en el pavimento. Esta intervención permitió dotar a la plaza de zonas diferenciadas según la estación del año, con áreas de sombra en verano, espacios estanciales en invierno y un pequeño auditorio al aire libre, denominado Foro de la Música.
Actualmente, la Plaza Mayor de Cáceres no solo constituye el principal punto de encuentro de la ciudad, sino también un escenario privilegiado para eventos culturales de proyección internacional, como el Festival WOMAD, celebraciones litúrgicas como la Semana Santa o representaciones históricas como la Pasión Viviente. En su entorno se concentran asimismo sedes institucionales, establecimientos hosteleros y accesos a la Ciudad Monumental. y de la que ya hablamos en este artículo (Pinchar Aquí)
Plaza de San Jorge
La Plaza de San Jorge, situada en pleno corazón del recinto amurallado de la Ciudad de Cáceres —declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986—, constituye uno de los espacios más destacados de su conjunto histórico-artístico. Su ubicación estratégica, en una zona elevada próxima a la antigua alcazaba almohade, ha conferido a este lugar un papel central desde época medieval. La configuración actual de la plaza se consolidó entre los siglos XVIII y XIX, si bien su importancia simbólica es anterior, relacionada con la devoción a San Jorge, patrón de la ciudad desde su conquista por Alfonso IX de León en 1229.
Presidiendo la plaza se alza la monumental Iglesia de San Francisco Javier, construida entre 1698 y 1755 en estilo barroco como parte del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús. La iglesia, de fachada sobria pero monumental, está flanqueada por dos torres de proporciones moderadas que se integran perfectamente en el perfil urbano cacereño. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, el colegio pasó a diferentes usos civiles y religiosos, y actualmente la iglesia es utilizada como espacio cultural, acogiendo exposiciones temporales, mientras que las dependencias del antiguo colegio albergan otras instituciones.

En el centro de la plaza se sitúa una escultura de San Jorge y el dragón, obra de bronce realizada en 2004 a partir de un diseño póstumo de Enrique Pérez Comendador (1900-1981). Esta escultura conmemora la tradicional figura del santo como protector de Cáceres, recordando además la victoria cristiana sobre la ocupación musulmana.
La plaza también sirve de acceso a varios edificios nobles que enriquecen su entorno inmediato. A un costado se encuentra la Casa de los Becerra, construcción del siglo XV de estilo gótico, perteneciente a una de las familias más influyentes de la ciudad. El edificio destaca por su portada con arco conopial y escudos heráldicos, testimonio del poderío social de la época.
Adyacente a la Casa de los Becerra se halla el Jardín de doña Cristina de Ulloa, pequeño espacio ajardinado que ocupa una zona antaño perteneciente a casas señoriales desaparecidas. El jardín fue acondicionado en el siglo XX y lleva el nombre de Cristina de Ulloa, benefactora de la ciudad, contribuyendo hoy a suavizar la severidad pétrea del conjunto monumental con su vegetación cuidadosamente dispuesta.
Desde la plaza también se accede con facilidad a otros monumentos cercanos como el Palacio de los Golfines de Abajo, magnífico ejemplo de la transición entre los estilos gótico tardío y renacentista en Cáceres, y a diversas casas solariegas que jalonan las callejuelas próximas.
La Plaza de San Jorge, con su pavimento de piedra, su escalinata monumental y sus múltiples perspectivas, constituye uno de los espacios urbanos más representativos de la ciudad monumental de Cáceres, escenario habitual de celebraciones religiosas y populares, especialmente durante la Semana Santa y las fiestas patronales del mes de abril.
Plaza de Santa María
La Plaza de Santa María es uno de los espacios más emblemáticos de la Ciudad Monumental de Cáceres, ubicada en la parte baja del recinto amurallado. Este amplio espacio adoquinado ha sido, a lo largo de los siglos, escenario de mercados, celebraciones nobiliarias, recepciones reales y justas medievales, consolidándose como un punto neurálgico de la vida social y política de la ciudad .
Presidiendo la plaza se encuentra la Concatedral de Santa María, el templo cristiano más antiguo de Cáceres. Su construcción comenzó en el siglo XIII con elementos románicos y se completó entre los siglos XV y XVI en estilo gótico tardío. El interior alberga un retablo mayor de estilo plateresco, obra de Roque Balduque y Guillén Ferrant, tallado en madera de cedro . En la fachada occidental destaca la estatua de San Pedro de Alcántara, patrón de Extremadura, esculpida por Enrique Pérez Comendador en 1954 .
Rodeando la plaza se alzan varios palacios y casas nobiliarias que reflejan la importancia histórica de este enclave. Entre ellos destaca el Palacio Episcopal, con una fachada renacentista de 1587 que presenta un arco de medio punto flanqueado por columnas y medallones con figuras que aluden a la participación de la región en la colonización de América . En 1583, el monarca Felipe II se alojó en este palacio tras su coronación como rey de Portugal .
Otros edificios notables en la plaza incluyen el Palacio de los Mayoralgo, el Palacio de los Golfines de Abajo—donde se hospedaron los Reyes Católicos en 1480—, la Casa de los Moraga (actual Centro Provincial de Artesanía) y el Palacio de la Diputación Provincial, que ocupa el solar del antiguo monasterio jerónimo de Santa María de Jesús .
Plaza de los Golfines
La Plaza de los Golfines, situada en el corazón del conjunto histórico de la ciudad de Cáceres, constituye uno de los espacios urbanos más representativos de la Ciudad Monumental. Ubicada entre la Plaza de Santa María y la Plaza de San Jorge, esta recoleta plaza adoquinada destaca por su ambiente medieval, reforzado por la armonía de las edificaciones nobiliarias que la rodean y por el silencio que aún parece envolver sus muros de piedra.
Preside la plaza el Palacio de los Golfines de Abajo, edificado entre los siglos XV y XVI por la familia Golfín, una de las más poderosas del reino de León, vinculada a la alta nobleza y al círculo de confianza de los Reyes Católicos. El edificio conjuga elementos de arquitectura defensiva con una cuidada ornamentación plateresca. Su fachada presenta una portada adovelada flanqueada por columnas decoradas, ventanas conopiales, escudos heráldicos y una imagen de San Miguel. Fue precisamente en este palacio donde se alojaron Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón durante su estancia en Cáceres, circunstancia que refuerza el carácter representativo del inmueble.
En el lado opuesto de la plaza se alza el Palacio de la Provincia, también conocido como sede de la Diputación Provincial de Cáceres. Esta edificación ocupa el solar del antiguo convento jerónimo de Santa María de Jesús, exclaustrado en el siglo XIX. El edificio actual es de estilo ecléctico historicista, construido a finales del siglo XIX con reformas posteriores. Su fachada, de severa simetría, remite a la arquitectura institucional de la Restauración, y acoge en su interior diversas dependencias administrativas.
Adyacente al anterior se encuentra el Palacio de la Duquesa de Valencia, una sobria edificación de origen renacentista, transformada en época barroca. Aunque de menor monumentalidad que el palacio de los Golfines, esta casa nobiliaria posee gran interés histórico. Fue propiedad de los condes de Canilleros y, posteriormente, de la duquesa de Valencia, y presenta una fachada austera con escudos y balcones enrejados.
En conjunto, la Plaza de los Golfines constituye una síntesis del poder nobiliario y del urbanismo señorial de la Cáceres bajomedieval y moderna. Desde ella, el visitante puede acceder a los principales espacios monumentales del casco antiguo, siendo un lugar clave para la comprensión del tejido aristocrático e institucional que dio forma a la ciudad histórica.
Paseo de Cánovas
El Paseo de Cánovas es uno de los espacios más representativos de la ciudad de Cáceres, situado en el centro de la ciudad, en la Avenida de España. Su origen remonta a finales del siglo XIX, cuando, en 1885, comenzó su construcción con el objetivo de conectar el núcleo antiguo de la ciudad con la nueva estación de ferrocarril. Este paseo fue inaugurado oficialmente en 1895 bajo el nombre de Paseo de San Juan del Puerto, pero en 1897, tras el asesinato de Antonio Cánovas del Castillo, presidente del Gobierno, se renombró en su honor, reflejando la importancia de su figura política en la historia de España durante la Restauración.
El Paseo de Cánovas se configuró como uno de los ejes principales del ensanche urbano de Cáceres, y en el siglo XX se consolidó como un importante centro cultural y social. En sus alrededores se erigieron chalés y edificios de estilo modernista, aunque la urbanización de la zona ha afectado en parte la vegetación original. A lo largo del paseo, se pueden encontrar árboles que datan de la década de 1930, como acacias de tres espinas y plátanos de sombra, que ofrecen un ambiente fresco y agradable.
Entre los elementos más destacados del Paseo de Cánovas se encuentra el Templete de la Música, construido en 1887, que sigue siendo escenario de conciertos y eventos culturales, y que actualmente alberga un bar con terraza. También se encuentran varios monumentos, como el Monumento a Juan Muñoz Chaves (1918), que rinde homenaje a este político y senador liberal, y el Monumento a José María Gabriel y Galán (1926), dedicado al poeta y escritor cacereño. En la intersección con el Paseo de Calvo Sotelo se halla la Fuente Luminosa, un atractivo punto de la ciudad que ilumina el espacio por la noche.
El Paseo de Cánovas no solo es un lugar de esparcimiento, sino también un centro comercial y cultural. Rodeado de tiendas, cafeterías y restaurantes, es el lugar de encuentro para los residentes y turistas que buscan disfrutar de su animado ambiente. Además, a lo largo del año se celebran diversos eventos, como la Feria del Libro y el festival gastronómico Extregusta.
En los últimos años, se han emprendido proyectos de remodelación para modernizar el Paseo de Cánovas, mejorando el pavimento, las infraestructuras de saneamiento y la accesibilidad, sin perder su esencia histórica. Este espacio, con su rica historia y su vibrante actividad cultural, sigue siendo uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, ofreciendo a sus habitantes y visitantes un lugar de disfrute, relajación y convivencia.
Judería Vieja
La Judería Vieja de Cáceres, también conocida como barrio de San Antonio de la Quebrada, constituye uno de los conjuntos urbanos más antiguos y evocadores del recinto intramuros de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando la presencia judía en Cáceres quedó documentada en el Fuero otorgado por Alfonso IX en 1229, que incluía disposiciones específicas para la comunidad hebrea .
Este barrio se caracteriza por su arquitectura popular, con calles estrechas y empinadas, casas encaladas de una o dos plantas y patios que, en algunos casos, se apoyan en la muralla. La disposición urbana refleja la adaptación al terreno accidentado, creando un entramado de callejones y adarves que conservan el ambiente medieval .
El centro espiritual de la judería era su sinagoga, ubicada en el actual emplazamiento de la ermita de San Antonio. Tras la orden de apartamiento de 1470, la sinagoga fue cedida y transformada en templo cristiano .
En la Cuesta del Marqués se encuentran los vestigios de un posible baño ritual judío o micvé, datado en el siglo XII, que podría haber sido compartido con la comunidad musulmana .
La Judería Vieja de Cáceres es un testimonio vivo de la convivencia de culturas en la Edad Media y forma parte del patrimonio histórico de la ciudad, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Plazas de San Mateo y de las Veletas
La Plaza de San Mateo y la Plaza de las Veletas son dos espacios de gran valor histórico y arquitectónico situados en el centro monumental de la ciudad de Cáceres, que junto con otros elementos del casco antiguo, han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ambas plazas, a pesar de su proximidad, presentan características distintivas que las convierten en puntos de interés en la ciudad.
La Plaza de San Mateo se encuentra en el barrio alto de Cáceres, y en su origen fue la plaza de armas del núcleo musulmán de la ciudad. A lo largo de los siglos, la plaza se transformó en un centro de gran actividad social y económica, especialmente durante la Edad Media, cuando se construyeron en sus alrededores las casas y palacios de las familias más importantes de Cáceres. En el centro de la plaza se alza la Iglesia de San Mateo, un ejemplo destacado de arquitectura religiosa que comenzó a construirse en el siglo XV y fue completada a lo largo de los siglos XVI y XVIII. La iglesia, de estilo gótico y renacentista, destaca por su majestuosa torre, que fue concluida en 1780, y su portada, diseñada por Guillén Ferrán, que está adornada con medallones que representan a San Mateo y otros santos. Esta iglesia es además conocida por ser el lugar de enterramiento de numerosos nobles de la ciudad, lo que le añade un importante valor histórico.
Por otro lado, la Plaza de las Veletas se encuentra cerca de la Plaza de San Mateo, y es un espacio que refleja la evolución de la ciudad desde la época medieval hasta la moderna. En esta plaza se sitúa el Museo de Cáceres, un importante centro cultural que alberga colecciones de arqueología, etnografía y bellas artes, y que está ubicado en un edificio que también tiene un notable valor arquitectónico. Entre los elementos más destacados de la plaza se encuentra la Torre de las Cigüeñas, que junto con el Convento de San Pablo, añade un aire medieval a la zona. Además, la Plaza de las Veletas es famosa por albergar un aljibe andalusí, excavado parcialmente en la roca, considerado uno de los más grandes y mejor conservados de la península ibérica.
Ambas plazas, al estar situadas en el núcleo histórico de Cáceres, son puntos de referencia para quienes desean conocer más sobre el pasado de la ciudad y su rica herencia arquitectónica. Aunque cada una tiene su propia identidad, juntas contribuyen a crear una atmósfera única que refleja la complejidad histórica y cultural de Cáceres.
Plaza de San Juan
Ubicada entre el recinto amurallado y la expansión urbana moderna, la Plaza de San Juan constituye uno de los espacios más significativos de Cáceres. Históricamente considerada el núcleo del antiguo arrabal, esta plaza ha sido desde la Edad Media un lugar de encuentro, comercio y vida cívica. Su trazado irregular, adaptado a la topografía y al desarrollo urbano entre los siglos XV y XVIII, conserva aún hoy su carácter tradicional.
Preside la plaza la iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XIII como una ermita románica, aunque profundamente reformada en los siglos siguientes. Su fábrica actual responde al estilo gótico tardío, con añadidos barrocos, y presenta una planta de tres naves separadas por pilares, portada apuntada y una torre campanario. Declarada Bien de Interés Cultural como parte del conjunto histórico cacereño en 1982, ha sido escenario de importantes celebraciones religiosas, como las procesiones de Semana Santa.
A un lado de la plaza se alza el Palacio de los Marqueses de Oquendo, una construcción iniciada en el siglo XVI sobre solares de antiguas casas de la familia Carvajal. Fue adquirido en el siglo XVII por Pedro José de Ovando y Cárdenas, cuya descendencia ostentó el título nobiliario. De estilo renacentista con elementos barrocos añadidos, conserva un escudo heráldico en su patio interior. En la actualidad alberga un hotel, manteniendo buena parte de su estructura original y aportando valor patrimonial al entorno urbano.
Junto a él se sitúa el Palacio del Marqués de Monroy, mandado edificar en el siglo XIV por Fernán Arias de Saavedra. Ha sido objeto de diversas restauraciones, especialmente en los siglos XV y XVIII, conservando elementos medievales y renacentistas. Su denominación actual proviene de su paso a manos del Marqués de Monroy en el siglo XIX. Es un ejemplo notable de la arquitectura civil nobiliaria en Cáceres y refuerza el carácter señorial del entorno.
En un lateral de la plaza se encuentra también la escultura de bronce dedicada a Leoncia Gómez Galán, conocida popularmente como “La Leoncia”, una vendedora de prensa muy querida en la ciudad. Esta obra, instalada en 2012, honra la memoria de los personajes humildes que han formado parte de la vida cotidiana de Cáceres durante el siglo XX.
La Plaza de San Juan ha conocido múltiples usos a lo largo de su historia: fue lugar de mercado, espacio para ferias ganaderas —de ahí su antiguo nombre, San Juan de los Ovejeros— y punto de reunión social. Hoy, rodeada de restaurantes, cafés y edificios históricos, continúa siendo un centro vital para la ciudad, articulando el tránsito entre el pasado monumental y la vida moderna de Cáceres.
Foro de los Balbos
El Foro de los Balbos, también conocido como Atrio del Corregidor, es un espacio histórico situado en el extremo sur de la Plaza Mayor de Cáceres, adosado a la muralla de la ciudad monumental. Este enclave se encuentra entre la Torre de la Yerba y la Torre del Horno, ocupando el lugar donde se alzaba una de las puertas de la antigua colonia romana de Norba Caesarina, desmantelada durante la reconstrucción almohade de la muralla .
Durante la Edad Media, el Foro de los Balbos adquirió relevancia como centro administrativo y judicial. A partir del siglo XV, el concejo de la villa celebraba aquí sus reuniones, trasladándose desde la puerta de la iglesia de Santa María.
En 1554 se construyó en este espacio una casa consistorial que incluía diversas dependencias, como el salón de sesiones, archivo, pósito y cárcel. Este edificio permaneció en uso hasta el siglo XIX, cuando su deterioro llevó a su abandono y posterior demolición .
El Foro alberga dos elementos patrimoniales destacados. El primero es el Pilar de San Francisco, un abrevadero de estilo plateresco fechado en 1577 y reformado en el siglo XVIII. Originalmente situado en las afueras de la ciudad, fue trasladado a su ubicación actual en 1970. Está compuesto por tres cuerpos adintelados separados por pilastras, con dos escudos de Cáceres a los lados y uno de los Reyes Católicos en el centro, adornado con medallones, figuras humanas, querubines y un remate de bola .
El segundo elemento es la estatua del Genio Andrógino, una réplica de una escultura romana del siglo I d.C. que representa al protector de la colonia Norba Caesarina. La figura sostiene un cuerno de la abundancia, símbolo de prosperidad. La estatua original se conserva en el Museo de Cáceres .
Hoy en día, el Foro de los Balbos es un espacio cultural que acoge diversos eventos al aire libre, como conciertos y proyecciones de cine, especialmente durante el verano. Su ubicación estratégica y su riqueza histórica lo convierten en un lugar de interés tanto para residentes como para visitantes de Cáceres .
Plaza de América
La Plaza de América es uno de los espacios urbanos más significativos de la ciudad de Cáceres, tanto por su valor histórico como por su papel en la configuración del entramado urbano moderno. Situada en la confluencia de importantes vías como el Paseo de Cánovas, la Avenida de España y la Avenida de Alemania, esta plaza ha sido tradicionalmente un punto neurálgico de tránsito y encuentro para los cacereños.
En el centro de la plaza se erige la Cruz de los Caídos, un monumento de 12 metros de altura construido entre 1937 y 1938 durante la Guerra Civil Española. La cruz fue inaugurada el 11 de mayo de 1938 en una ceremonia presidida por Pilar Primo de Rivera, jefa nacional de la Sección Femenina, y ha sido objeto de diversas interpretaciones y debates a lo largo del tiempo. Aunque originalmente se erigió como homenaje a los caídos del bando sublevado, en la actualidad se considera un símbolo religioso sin inscripciones políticas, y su permanencia ha sido defendida por diversos colectivos .
La plaza ha experimentado transformaciones significativas desde su origen como un cruce de caminos en los años 30. En 1934, se instaló la llamada “Fuente del Lápiz”, que fue sustituida por la actual cruz en 1938. Durante las décadas de 1940 y 1950, la zona se consolidó como un importante centro urbano, con la construcción de edificios emblemáticos como el de los Sobrinos de Gabino Díez y la presencia del Parador del Carmen, que funcionó como estación de autobuses hasta la inauguración de la nueva terminal en la calle Gil Cordero en 1963 .
La Plaza de América representa, por tanto, un testimonio vivo de la evolución urbana y social de Cáceres, combinando elementos históricos con la dinámica contemporánea de la ciudad.
Parque de El Rodeo
El Parque del Rodeo es uno de los espacios verdes más destacados de la ciudad de Cáceres, situado entre la ronda de San Francisco y la avenida Antonio Hurtado, en las proximidades de la Ciudad Deportiva y el Hospital San Pedro . Con una extensión aproximada de 11 hectáreas, este parque urbano se ha consolidado como un lugar de esparcimiento y recreación para los habitantes y visitantes de la ciudad .
El parque se caracteriza por su gran estanque artificial, en cuyo inicio se encuentra la Fuente de las Ninfas, obra del escultor Juan de Ávalos García Taborda, inaugurada el 21 de noviembre de 2002. Esta fuente crea una cascada junto a una pasarela de madera, añadiendo un elemento estético y relajante al entorno .
Entre las instalaciones disponibles, el Parque del Rodeo ofrece una pista de patinaje, cuatro parques infantiles distribuidos en diferentes zonas, un circuito de footing en la parte sur, un rocódromo, una escala de peces y un embarcadero en el lago. Además, cuenta con un área biosaludable equipada con máquinas para ejercicio físico y una zona canina destinada al esparcimiento de los perros .
El parque está dividido en dos partes por la avenida Pablo Naranjo Porras, y en su parte más alta se encuentra un mirador que ofrece vistas panorámicas del entorno. Los parques infantiles están diseñados para diferentes edades, incluyendo áreas específicas para niños hasta 12 y 17 años, y algunas zonas cuentan con mesas de ping-pong .
El nombre “Parque del Rodeo” proviene de las ferias ganaderas que se celebraban en la zona desde finales del siglo XIX hasta los años setenta del siglo XX . Hoy en día, este parque representa un espacio donde la naturaleza, el deporte y la cultura se entrelazan, ofreciendo a la comunidad un lugar para el ocio, la actividad física y el contacto con el entorno natural.
Monumento a Hernán Cortés
El Monumento a Hernán Cortés en Cáceres es una escultura ecuestre que rinde homenaje al célebre conquistador extremeño, nacido en la vecina localidad de Medellín. Esta obra, realizada en bronce por el escultor Enrique Pérez Comendador, fue inaugurada el 27 de junio de 1986 en la Plaza de Hernán Cortés, en el centro histórico de la ciudad .
La escultura, de 5 metros de altura, representa a Cortés montado sobre su caballo, ataviado con armadura y empuñando una espada, evocando su papel como líder militar durante la conquista del Imperio Azteca. La elección de la Plaza de Hernán Cortés como emplazamiento subraya la conexión entre el personaje histórico y su tierra natal .
Hoy en día, el Monumento a Hernán Cortés se erige como un punto de referencia en Cáceres, invitando a la reflexión sobre la historia y el legado de uno de los personajes más emblemáticos de la historia
Cueva de Maltravieso
La Cueva de Maltravieso, situada en pleno casco urbano de Cáceres, es uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de Europa. Descubierta en 1951 durante trabajos en una cantera de caliza, la cueva reveló restos humanos y cerámicas que evidencian su ocupación en distintas etapas de la Prehistoria, desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad del Bronce.
El hallazgo más destacado de la cueva son las más de 70 siluetas de manos en negativo, realizadas mediante la técnica de soplado de pigmentos sobre las manos colocadas contra la roca. Estas pinturas rupestres han sido datadas en al menos 66.700 años de antigüedad, lo que sugiere que fueron creadas por neandertales, convirtiéndose en las manifestaciones artísticas más antiguas conocidas hasta la fecha.
Para preservar este valioso patrimonio, se ha establecido un régimen de visitas controladas a la cueva. Además, en sus inmediaciones se encuentra el Centro de Interpretación de la Cueva de Maltravieso, que ofrece a los visitantes una reproducción de la cavidad, exposiciones sobre los hallazgos arqueológicos y audiovisuales que contextualizan la importancia del yacimiento.
La Cueva de Maltravieso no solo es un testimonio excepcional del arte rupestre europeo, sino también una ventana única al pensamiento simbólico de los primeros habitantes de la península ibérica.
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