Calatayud - Zaragoza - Aragón 🇪🇸

CALATAYUD 

La Muy Noble, Leal, Siempre Augusta y Fidelísima Ciudad de Calatayud, en la provincia de Zaragoza, dentro de la Comunidad Autónoma de Aragón. Localizada a orillas del río Jalón, en un punto estratégico entre el Valle del Ebro, Castilla y la Meseta Sur, la ciudad ha desempeñado a lo largo de los siglos un papel fundamental como enclave militar, comercial y cultural.

Los orígenes de Calatayud se remontan a la ciudad celtíbera de Bilbilis, que fue romanizada y convertida en municipio bajo el nombre de Bilbilis Augusta durante el reinado de Augusto en el siglo I d.C. Esta ciudad, de la que fue originario el poeta Marco Valerio Marcial, contaba con un foro, termas, teatro y viviendas de notable riqueza, cuyos restos aún pueden visitarse en las inmediaciones. En el siglo VIII, tras la conquista islámica, se fundó la actual Calatayud con el nombre de Qalʿat Ayyūb (“el castillo de Ayyub”), en torno a una poderosa alcazaba construida sobre una colina estratégica.


La ciudad fue reconquistada en 1120 por Alfonso I el Batallador y pronto adquirió una gran relevancia en el Reino de Aragón. Durante la Edad Media, se convirtió en un importante núcleo urbano donde coexistieron comunidades cristianas, judías y musulmanas, lo que propició un notable desarrollo artístico, especialmente visible en su arquitectura mudéjar. En 1674 recibió el título de ciudad por parte del rey Carlos II y, en el siglo XIX, desempeñó un papel destacado en la Guerra de la Independencia, siendo escenario de varios enfrentamientos con las tropas napoleónicas.

Entre sus principales monumentos destaca la Colegiata de Santa María la Mayor, declarada Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2001 como parte del conjunto del Arte Mudéjar de Aragón. Su torre octogonal, construida en ladrillo y decorada con cerámica vidriada, es uno de los ejemplos más notables del mudéjar aragonés. El claustro gótico y el retablo mayor renacentista completan un conjunto arquitectónico de gran valor. Otra iglesia de especial relevancia es la de San Andrés, cuya torre mudéjar constituye una de las más representativas de la ciudad. Fue construida entre los siglos XIV y XVI, combinando elementos mudéjares y renacentistas, y ha sido restaurada recientemente.
El conjunto defensivo islámico de Calatayud, uno de los más extensos de la península ibérica, conserva importantes restos del castillo árabe conocido como Castillo Mayor o Castillo de Ayyub. A este se suman otras fortificaciones como el Castillo de la Peña, el de Doña Martina y la Torre Mocha, todas ellas conectadas por antiguas murallas. Estas construcciones, datadas entre los siglos IX y XI, ilustran la importancia militar de la ciudad durante la dominación musulmana.

En el centro histórico se encuentra la Plaza de España, antiguo núcleo cívico y comercial de Calatayud, donde se levanta la Casa Consistorial, edificada en el siglo XVII en estilo barroco. A pocos pasos, la iglesia de San Pedro de los Francos muestra una portada gótica de gran calidad y una torre mudéjar esbelta; en este templo juró el rey Fernando el Católico como Príncipe de Aragón en 1461. Otro edificio de interés es la iglesia de San Juan el Real, que conserva pinturas de juventud de Francisco de Goya.


El patrimonio religioso se completa con el antiguo Convento de la Merced, del siglo XVII, hoy reconvertido en sede de instituciones culturales, y con el Santuario de la Virgen de la Peña, patrona de la ciudad, que se alza en lo alto de una roca sobre el casco urbano. Finalmente, el antiguo yacimiento romano de Bilbilis Augusta, situado a unos tres kilómetros, ofrece al visitante un recorrido por los restos de una ciudad romana con importantes vestigios, entre ellos un teatro con capacidad para 4.500 espectadores. Muchos de los hallazgos arqueológicos están expuestos en el Museo de Calatayud, ubicado en el antiguo convento de las Carmelitas.


La ciudad de Calatayud conserva así un notable conjunto histórico-artístico en el que confluyen las tradiciones romana, islámica, cristiana y mudéjar, conformando una síntesis excepcional del patrimonio aragonés. Su riqueza monumental, sumada a su legado histórico y cultural, la convierten en una de las ciudades más representativas del interior de Aragón.


Plaza de España

La Plaza de España, también conocida como Plaza del Mercado, es el núcleo histórico y social de Calatayud. Desde la Edad Media ha sido el lugar de encuentro por excelencia, primero como zoco islámico y más tarde como espacio de ferias, mercados y actos públicos. Su configuración actual, con soportales y edificios porticados, se consolidó entre los siglos XVI y XVII, destacando la reutilización de columnas procedentes del yacimiento romano de Bílbilis Augusta.

Rodeada por viviendas tradicionales con balcones corridos, la plaza posee una estructura arquitectónica característica de Aragón. Estos balcones, además de permitir la contemplación de los festejos desde los pisos superiores, generaron una figura legal singular: el antiguo propietario podía conservar el derecho de paso sobre el balcón incluso después de vender la vivienda, especialmente durante las festividades.

Preside la plaza el antiguo Ayuntamiento o Casa Consistorial, edificio renacentista con galería aragonesa, construido en piedra de sillería en el siglo XVI. Ha sido restaurado y se utiliza en la actualidad para fines culturales.

Muy próxima a la plaza se encuentra el célebre Mesón de la Dolores, una antigua posada reconvertida en restaurante y alojamiento, que perpetúa la memoria de La Dolores, personaje popularizado por la zarzuela homónima de Tomás Bretón (1895). Este edificio conserva su estructura tradicional, con patio interior, balcones y escudos, y constituye uno de los principales reclamos turísticos de Calatayud, donde los visitantes suelen oír la famosa frase: “Si vas a Calatayud, pregunta por la Dolores”.

La Plaza de España continúa siendo hoy el escenario principal de la vida ciudadana, acogiendo mercados, eventos festivos como los de San Roque, y actos institucionales. Su valor histórico, arquitectónico y cultural la convierte en uno de los espacios urbanos más representativos de Aragón.


San Juan el Real

La Iglesia de San Juan el Real, ubicada en Calatayud (Zaragoza), es una joya del barroco aragonés con una historia rica y un patrimonio artístico notable.

Construida en el siglo XVIII por la Compañía de Jesús, la iglesia presenta una planta de cruz latina con una nave central, capillas laterales y un crucero coronado por una cúpula de linterna. La fachada principal, de estilo barroco, está dividida en cinco calles escalonadas y rematada por un frontón triangular. La torre, adosada a la cabecera, muestra influencias mudéjares y consta de varios cuerpos de distintas formas geométricas . 

El elemento más destacado de la iglesia son las pinturas de las pechinas de la cúpula, realizadas por un joven Francisco de Goya en 1766, cuando tenía apenas 20 años. Estas obras representan a los cuatro Padres de la Iglesia occidental: San Agustín, San Ambrosio, San Jerónimo y San Gregorio Magno. Pintadas al óleo sobre lienzo y adaptadas a la forma triangular de las pechinas, estas pinturas muestran ya el talento emergente de Goya . 

Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, la iglesia fue asignada a la parroquia de San Juan de Vallupié mediante una Real Cédula en 1770, adoptando desde entonces el nombre de San Juan el Real . El retablo mayor, obra del escultor bilbilitano Gabriel Navarro, incorpora tallas de destacados artistas como Damián Forment y Juan de Moreto. Además, la iglesia alberga un museo parroquial inaugurado en 1999, que exhibe diversas obras de arte sacro y objetos litúrgicos de interés histórico y artístico . 

La Iglesia de San Juan el Real no solo es un lugar de culto, sino también un testimonio del legado artístico y cultural de Calatayud, destacando especialmente por albergar algunas de las primeras obras conocidas de Francisco de Goya.


Y algunas fotografías de esta localidad aragonesa. 

















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