URUEÑA

Urueña, la Villa del Libro, declarada conjunto histórico-artístico en 1975, población fortificada situada en la comarca de Tierra de Campos, al oeste de la provincia de Valladolid, la pie de los Montes Torozos dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León. Se alza sobre una loma que domina la vasta llanura cerealista de su entorno, en un enclave estratégico que explica su importancia desde la Antigüedad.

El origen de Urueña se sitúa en un antiguo castro prerromano de los vacceos, posteriormente romanizado y reocupado en época visigoda. La repoblación definitiva se produjo durante el proceso de reconquista y consolidación de los territorios leoneses frente al Islam. En el siglo XII, Urueña fue fortificada por mandato de Fernando II de León, incorporándose al sistema defensivo de la frontera oriental leonesa. Durante la Edad Media, perteneció a la poderosa familia de los Guzmán y posteriormente pasó a la Casa de Osuna, configurándose como una villa señorial.

El recinto amurallado de Urueña es uno de los mejor conservados de Castilla y León y constituye su seña de identidad. Fue levantado entre finales del siglo XII y principios del XIII en estilo románico militar y se conserva en gran parte de su perímetro. El sistema defensivo incluye varias torres, una poterna y la puerta principal conocida como la Puerta de la Villa, enmarcada entre dos cubos. Junto a la muralla se encuentran los restos del Castillo de Urueña, edificado en el siglo XIII y reformado en los siglos posteriores, hoy convertido en cementerio municipal.

La principal iglesia del casco urbano es la Iglesia Parroquial de Santa María del Azogue. El templo fue construido en el siglo XVI, en estilo renacentista, sobre restos de una iglesia anterior posiblemente románica. A diferencia de otras iglesias rurales de la comarca, presenta una notable monumentalidad, con una nave de amplias proporciones, bóvedas de crucería y una torre que sobresale en el perfil de la villa. En su interior destaca el retablo mayor barroco del siglo XVIII, así como diversas imágenes procesionales.

Fuera del recinto amurallado, a poco más de un kilómetro del núcleo urbano, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, uno de los monumentos más singulares del románico provincial. Se trata de una iglesia construida en la primera mitad del siglo XII, probablemente por canteros leoneses y vinculada a la orden premonstratense. De estilo románico lombardo, la ermita destaca por su ábside semicircular con arquillos ciegos y bandas lombardas, su elegante torre cuadrada y su pureza arquitectónica, sin apenas reformas posteriores. La portada meridional, con arco de medio punto decorado con bolas, es uno de sus elementos más destacados. La ermita alberga la imagen de la Virgen de la Anunciada, patrona de Urueña.

Además de su patrimonio monumental, Urueña ostenta el título de Primera Villa del Libro de España desde 2007. Cuenta con varias librerías especializadas, editoriales y espacios culturales que la han convertido en un referente nacional del fomento de la lectura y la cultura bibliográfica. Entre ellos destacan el Centro e-LEA Miguel Delibes, orientado a la difusión del libro y la escritura, y el Museo de la Música - Colección Luis Delgado, que alberga más de 500 instrumentos musicales de diversas culturas y épocas.

Desde el adarve de las murallas de Urueña, el visitante puede disfrutar de vistas privilegiadas sobre la vasta llanura de Tierra de Campos. Las calles empedradas, las casas tradicionales de adobe y piedra, y la conservación de su trama urbana medieval hacen de esta villa un ejemplo notable del patrimonio histórico de Castilla y León y se conoce con el vídeo del Canal de YouTube

Ermita de Ntra. Sra. de la Anunciada

La iglesia de Nuestra Señora de la Anunciada se encuentra en las afueras de Urueña. Este templo es un ejemplo destacado del románico lombardo en España, estilo poco común en la región. Fue construido en el siglo XI, posiblemente sobre los restos de un antiguo monasterio mozárabe. La infanta Sancha Raimúndez, hermana del emperador Alfonso VII, promovió su edificación, lo que sugiere una conexión con influencias arquitectónicas catalanas y lombardas.

La iglesia presenta una planta basilical de tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales. El crucero está cubierto por una cúpula octogonal sobre trompas, y la cabecera cuenta con tres ábsides semicirculares decorados externamente con bandas lombardas y arquillos ciegos. Los muros son de sillarejo, y la estructura carece de contrafuertes, lo que refuerza la solidez del edificio.

A lo largo de los siglos, la iglesia ha experimentado diversas modificaciones. En el siglo XVII se añadió una sacristía y un camarín barroco para la Virgen, y en el siglo XIX se construyó un pórtico de ladrillo en la entrada. Estas intervenciones han alterado parcialmente su aspecto original, pero no han mermado su valor histórico y artístico.