Trujillo - Cáceres - Extremadura 🇪🇸

TRUJILLO

La Muy Noble, Muy Leal, Insigne y Muy Heroica Ciudad de Trujillo, población extremeña de la provincia de Cáceres. 


La ciudad tiene una rica historia que se remonta a tiempos prehistóricos, con evidencias de asentamientos humanos desde la Edad del Bronce. Durante la época romana, fue conocida como Turgalium, y más tarde, bajo el dominio árabe, se construyó una alcazaba que aún se puede visitar hoy en día. Trujillo también es famosa por ser el lugar de nacimiento de Francisco Pizarro, el conquistador del Perú, y de Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas.

El casco antiguo de Trujillo es un verdadero tesoro arquitectónico. Entre los monumentos más destacados se encuentran el Castillo de Trujillo, situado en la parte más alta de la ciudad y construido sobre una antigua alcazaba árabe del siglo IX. La Plaza Mayor, con su forma rectangular y estilo renacentista, es otro de los lugares emblemáticos de la ciudad, donde se encuentra la estatua ecuestre de Francisco Pizarro. Además, Trujillo cuenta con numerosos palacios, iglesias y casas fuertes que reflejan su rica historia.

La gastronomía de Trujillo es otro de sus atractivos. Platos típicos como las migas extremeñas, el frite de cabrito y la moraga son muy apreciados por los visitantes. Además, la ciudad produce quesos con denominación de origen protegida (DOP) Queso Ibores y vinos con denominación de origen protegida (DOP) Ribera del Guadiana y que conocemos con los vídeos del Canal de YouTube.



Y algunas fotografías más de esta bella población extremeña. 







Plaza Mayor

La Plaza Mayor de Trujillo, declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto histórico-artístico desde 1962, constituye el corazón urbano de la ciudad y uno de los conjuntos renacentistas más importantes de Extremadura. De planta irregular, está rodeada por soportales y edificios nobiliarios de los siglos XV al XVII, que muestran la evolución del estilo gótico al renacimiento, con elementos platerescos y barrocos. La plaza era lugar de mercado, celebraciones públicas y centro de la vida social.

Presidiendo el centro de la plaza se encuentra la Estatua Ecuestre de Francisco Pizarro, obra del escultor estadounidense Charles Cary Rumsey, fundida en 1929 e instalada en Trujillo en 1954. Realizada en bronce, representa al conquistador del Perú con armadura, montado sobre un caballo de crines alzadas, y constituye hoy el emblema más reconocible del lugar.

Entre los edificios monumentales que se asoman a la plaza, destaca especialmente el Palacio de la Conquista, también conocido como Palacio de los Marqueses de la Conquista, obra renacentista mandada edificar a mediados del siglo XVI por Hernando Pizarro, hermano de Francisco, y su esposa, Francisca Pizarro Yupanqui, hija mestiza del conquistador y de una princesa inca. La fachada principal presenta un magnífico balcón esquinado de estilo plateresco, ricamente ornamentado con motivos heráldicos, figuras indígenas y símbolos del Nuevo Mundo, en clara alusión al linaje mestizo de sus propietarios.

Frente a la iglesia se alza el Palacio de los Duques de San Carlos, edificado en el siglo XVII en estilo barroco, que fue residencia de los jesuitas y actualmente alberga una comunidad religiosa. Se trata de un edificio de fachada sobria, con balcones enrejados y escudo nobiliario sobre el portal.
Anexa a la plaza, y formando parte de su conjunto monumental, se halla la Iglesia de San Martín de Tours, construida entre los siglos XIV y XVI, con reformas posteriores en época renacentista. Su fachada principal, orientada hacia la plaza, se accede mediante una escalinata de piedra y presenta un rosetón gótico y una portada con arco de medio punto. La torre campanario de planta cuadrada constituye uno de los hitos visuales más relevantes del conjunto.

Otros palacios y casas señoriales completan el perímetro de la plaza. El Palacio de los Chaves-Cárdenas, de fachada gótica con columnas salomónicas y escudo de armas, se sitúa en uno de los ángulos más destacados del recinto. Cerca de él se encuentra la Casa de las Cadenas, así llamada por la cadena de hierro que cuelga sobre su portada, símbolo de haber hospedado a un miembro de la realeza, probablemente durante una visita del siglo XVII.

También merece mención el Palacio de los Vargas-Carvajal, del siglo XVI, que conserva un balcón en esquina decorado con águilas bicéfalas y un potente escudo nobiliario. Asimismo, en uno de los extremos de la plaza se halla el Palacio de los Marqueses de Piedras Albas, de estilo renacentista, levantado sobre un tramo de soportales y con una elegante fachada de sillería, que da muestra de la riqueza de la nobleza trujillana.

La Plaza Mayor sigue siendo hoy centro de la vida social y cultural de Trujillo. En ella se celebran mercados, conciertos y eventos destacados como la Feria Nacional del Queso. También acoge establecimientos de hostelería y terrazas que permiten contemplar el conjunto arquitectónico desde diferentes perspectivas, mientras se disfruta de la gastronomía local. Aquí el Reportaje 


Estatua Ecuestre de Francisco Pizarro

La Estatua Ecuestre de Francisco Pizarro es uno de los monumentos más emblemáticos de Trujillo, ciudad natal del célebre conquistador extremeño. Ubicada en la Plaza Mayor, esta imponente escultura de bronce rinde homenaje a quien lideró la conquista del Imperio incaico y fundó la ciudad de Lima en 1535. 

La obra fue realizada por el escultor estadounidense Charles Cary Rumsey (1879–1922), un admirador de la figura de Pizarro. La estatua fue fundida en París y exhibida en 1929 en el Grand Palais durante una retrospectiva póstuma dedicada al artista. Ese mismo año, la escultura fue trasladada a Trujillo e inaugurada en un acto presidido por el príncipe Alfonso de Orleans y el entonces presidente del gobierno, Miguel Primo de Rivera, con la presencia del embajador de Estados Unidos y el ministro plenipotenciario de Perú . 

La estatua representa a Pizarro montado a caballo, ataviado con armadura y espada en ristre, con el cabello al viento bajo el casco. Está compuesta por dos piezas principales: una que forma el caballo y medio cuerpo del jinete hasta la cintura, y otra que completa el resto del cuerpo. El conjunto descansa sobre un pedestal de granito y tiene un peso aproximado de 6.500 kg . 

Existen dos réplicas de esta escultura: una en Lima, ciudad fundada por Pizarro, y otra en Búfalo, Estados Unidos, frente a la Albright-Knox Art Gallery. La réplica de Lima ha sido objeto de controversia y ha sido retirada y reinstalada en varias ocasiones debido a debates sobre el legado de Pizarro en Perú . 

En Trujillo, la estatua se ha convertido en un símbolo de identidad local y en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.



Palacio de los Marqueses de la Conquista

El Palacio de los Marqueses de la Conquista, también conocido como Palacio de la Conquista, es una de las joyas arquitectónicas del Renacimiento español y uno de los monumentos más emblemáticos de Trujillo, en la provincia de Cáceres. Se encuentra en la esquina sureste de la Plaza Mayor, dominando el entorno con su imponente presencia.

Este palacio fue mandado construir en 1562 por Hernando Pizarro, hermano del conquistador Francisco Pizarro, y por su esposa y sobrina Francisca Pizarro Yupanqui, hija del propio Francisco Pizarro y de la princesa inca Inés Huaylas. La construcción se llevó a cabo siguiendo las disposiciones testamentarias del conquistador del Perú. El edificio fue habitado por los marqueses de la Conquista hasta el fallecimiento de Jacinto Orellana Pizarro, último descendiente directo de la familia.  

El palacio destaca por su estilo plateresco y su singular balcón esquinado, que se ha convertido en uno de los elementos más reconocibles de la arquitectura trujillana. Este balcón está adornado con columnas abalaustradas y bustos que representan a miembros de la familia Pizarro, incluyendo a Francisco Pizarro, su hermano Hernando, su hija Francisca y el emperador inca Huayna Cápac. Sobre el balcón, se encuentra un gran escudo de armas otorgado a Francisco Pizarro por el emperador Carlos V, que hace alusión a la Conquista del Perú.  

El edificio cuenta con cuatro plantas rematadas por figuras que representan alegorías de los Vicios y las Virtudes, y su fachada está decorada con elementos iconográficos que reflejan la historia de la familia Pizarro y su papel en la conquista de América. El palacio fue restaurado en el siglo XVIII por Manuel de Lara Churriguera, quien reforzó su planta baja debido al estado de deterioro en el que se encontraba.  

Actualmente, el Palacio de los Marqueses de la Conquista es considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista española y un símbolo del legado de los conquistadores extremeños. Su imponente presencia en la Plaza Mayor de Trujillo.






Palacio de los Duques de San Carlos

El Palacio de los Duques de San Carlos, también conocido como Palacio de los Vargas-Carvajal, es una de las residencias nobiliarias más destacadas del Renacimiento en Extremadura. Situado en la Plaza Mayor de Trujillo, frente a la iglesia de San Martín, este majestuoso edificio fue fundado a mediados del siglo XVI por don Diego de Vargas Carvajal, Señor del Puerto de Santa Cruz. La familia Vargas-Carvajal ostentó el título de Correos Mayores de Indias desde 1514 hasta 1768, desempeñando un papel crucial en las comunicaciones entre España y sus colonias americanas . 

El palacio destaca por su arquitectura plateresca, visible en su portada principal, enmarcada por columnas jónicas y adornada con bustos en altorrelieve, grutescos y medallones. Uno de sus elementos más singulares es el balcón esquinado, coronado por un escudo familiar sostenido por un águila bicéfala, símbolo imperial concedido por el emperador Carlos V en reconocimiento a los servicios prestados por la familia . 

Construido sobre los restos de una antigua fortaleza visigoda, el palacio sufrió un incendio en 1595 que afectó sus techos de madera de Flandes. A pesar de ello, conserva elementos originales como sus célebres chimeneas, inspiradas en los tratados de arquitectura de Cesare Cesariano y Sebastiano Serlio . 

En la actualidad, el palacio pertenece a la familia del Ducado de San Carlos y alberga un convento de monjas jerónimas desde la década de 1960. Gracias a la gestión de la entonces Madre General, familiar de la casa, los duques cedieron temporalmente el edificio para su uso religioso . 

El Palacio de los Duques de San Carlos fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento en 1978, consolidando su importancia en el patrimonio histórico y artístico de Trujillo y de España . 


Casa Fuerte de la Cadena y Torre del Alfiler

La Casa Fuerte de la Cadena y la Torre del Alfiler son dos monumentos emblemáticos de Trujillo, Cáceres, que reflejan la riqueza histórica y arquitectónica de la ciudad.

Situada en la Plaza Mayor de Trujillo, la Casa Fuerte de la Cadena fue construida en el siglo XV por Juan de Chaves como una residencia fortificada para defender los accesos a la Puerta de Santiago y la muralla cercana al castillo. Su nombre proviene de la cadena de hierro que cuelga sobre el dintel de su puerta, símbolo del derecho de asilo concedido por el rey Felipe II en 1583, tras haberse hospedado en ella durante su paso por la ciudad después de ser nombrado rey de Portugal . 

Este privilegio implicaba que cualquier persona perseguida por la justicia que se refugiara en la casa quedaba bajo la protección del señor de la misma, y mientras permaneciera allí, no podía ser arrestada. Actualmente, la Casa de la Cadena alberga un restaurante-mesón que ofrece gastronomía típica extremeña en un entorno histórico . 

Adosada a la Casa Fuerte de la Cadena, la Torre del Alfiler es una construcción del siglo XIV que originalmente formaba parte del sistema defensivo de la ciudad. Su nombre se debe a la varilla metálica en forma de alfiler que la corona. La torre presenta una crestería gótica y una cúpula de ladrillo decorada con azulejos de Talavera de la Reina, en los que se exhiben los escudos de las familias Chaves y Orellana . 

Durante el siglo XVI, la torre fue desmochada por orden de los Reyes Católicos para reducir el poderío de la nobleza, y posteriormente se integró como torre del homenaje en el palacio de los Chaves-Cárdenas. En la actualidad, la Torre del Alfiler alberga el Centro de Interpretación de la Historia de Trujillo, donde los visitantes pueden conocer más sobre el pasado de la ciudad y las culturas que la han influenciado . 

Ambos monumentos, la Casa Fuerte de la Cadena y la Torre del Alfiler, son testimonio del legado histórico de Trujillo y representan la fusión de la arquitectura defensiva y residencial de la nobleza extremeña.


Santa María la Mayor

La Iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad y una joya del patrimonio histórico-artístico de Extremadura. Situada en la parte alta del casco antiguo, cerca del castillo, esta iglesia destaca por su imponente arquitectura y su rica historia. 

Construida tras la Reconquista en el siglo XIII, sobre los restos de una antigua mezquita, la iglesia presenta una mezcla de estilos arquitectónicos que reflejan las distintas etapas de su construcción y remodelación. Inicialmente de estilo tardorrománico, fue ampliada y modificada en los siglos posteriores, incorporando elementos góticos y renacentistas. El templo se estructura en tres naves con crucero y un ábside poligonal, cubierto por bóvedas de crucería con terceletes . 

Uno de los elementos más destacados es el retablo mayor, una obra maestra del gótico realizada por el taller del prestigioso pintor salmantino Fernando Gallego. Este retablo narra escenas bíblicas a través de vívidas pinturas y tallas, reflejando la destreza artística de la época . 

La iglesia cuenta con dos torres: la Torre Julia, de origen románico, y la Torre Nueva, construida en el siglo XVI tras los daños sufridos por la anterior debido al terremoto de Lisboa de 1531 . La Torre Nueva, de gran verticalidad, es visible desde diversos puntos de la ciudad y ofrece vistas panorámicas de Trujillo y sus alrededores . 

En el interior, además del retablo mayor, se encuentran varias capillas laterales, muchas de ellas asociadas a familias nobles de la localidad. Estas capillas albergan obras de arte sacro de gran valor histórico y estético, incluyendo esculturas, pinturas y elementos decorativos que reflejan la fe y la creatividad de generaciones pasadas . 

La Iglesia de Santa María la Mayor no solo es un lugar de culto, sino también un testimonio vivo de la historia de Trujillo. En ella se celebraron importantes actos, como las honras fúnebres en honor de don Juan de Aragón, en presencia de los Reyes Católicos, y las de doña Isabel de Farnesio, madre del rey Carlos III .









Castillo-Alcazaba de Trujillo

El Castillo-Alcazaba de Trujillo, en el punto más alto del cerro Cabeza de Zorro, dominando visualmente la ciudad y la extensa llanura cacereña. Se trata de una fortificación de origen islámico, construida en la segunda mitad del siglo IX durante el emirato de Córdoba.

La estructura fue levantada sobre restos anteriores romanos y visigodos, lo que evidencia la ocupación prolongada del lugar desde la Antigüedad. Su construcción responde al modelo de las fortalezas militares andalusíes de la Alta Edad Media, con fines defensivos y de control territorial.

La fortaleza presenta una planta rectangular con aproximadamente 40 metros de lado, delimitada por un perímetro amurallado de unos 900 metros. En su interior se distinguen dos recintos: el Patio de Armas, de planta cuadrada y protegido por dos torres que flanquean su puerta de entrada, y un segundo recinto amurallado o albacara, añadido durante la etapa cristiana, que sirvió como espacio de refugio para la población civil y el ganado en caso de asedio. Las murallas conservan ocho torres cuadradas y muestran un aparejo de mampostería irregular, en el que se reaprovechan sillares de épocas anteriores. El acceso principal conserva un arco de herradura, típico del arte islámico, mientras que en el interior se encuentran dos aljibes medievales, uno de ellos de planta rectangular, con cubierta abovedada y claraboyas, utilizados para el almacenamiento de agua.

Tras la conquista cristiana de la ciudad en 1232 por Fernando III el Santo, el castillo fue ampliado y reforzado, manteniendo su función militar durante la Baja Edad Media. Desde las torres de la alcazaba se obtienen amplias vistas del batolito granítico sobre el que se asienta Trujillo, un relieve rocoso resultado de una antigua chimenea volcánica, que da nombre al característico paisaje del “berrocal”.

En el interior del recinto destaca una pequeña capilla dedicada a la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo desde el siglo XVII. Esta imagen mariana, de gran devoción local, se encuentra actualmente en el santuario del mismo nombre, situado extramuros de la ciudad, aunque en la Alcazaba se conserva un espacio simbólico asociado a su culto. La Virgen de la Victoria está profundamente ligada a la identidad religiosa e histórica de la ciudad, y es objeto de especial veneración durante las fiestas patronales de septiembre.

Actualmente, la Alcazaba de Trujillo está abierta al público y constituye uno de los principales atractivos turísticos de la localidad. Está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1925 y forma parte del conjunto monumental del casco antiguo de Trujillo, que también incluye importantes edificaciones como la iglesia de Santa María la Mayor, la Plaza Mayor y diversos palacios señoriales de los siglos XV y XVI. La visita a la alcazaba permite comprender la evolución defensiva del enclave a lo largo de los siglos, así como disfrutar de un espacio de gran valor histórico, arquitectónico y paisajístico.






Santiago Apóstol

La Iglesia de Santiago Apóstol de Trujillo, situada en la Plaza de Santiago, es uno de los templos más antiguos y con mayor carga simbólica de la ciudad. Su origen se remonta a finales del siglo XII, cuando fue construida sobre una antigua ermita románica, posiblemente en el solar de un antiguo centro urbano de la alcazaba hispanomusulmana.


El edificio presenta una mezcla de estilos arquitectónicos debido a las distintas fases de construcción y reformas a lo largo de los siglos. Inicialmente de estilo románico, conserva elementos característicos como su robusta torre campanario, que forma parte de la antigua muralla y ofrece vistas panorámicas de la ciudad. En el siglo XVII, la iglesia fue ampliamente transformada, compartimentando el espacio original en tres naves mediante pilares que sustentan bóvedas de arista. Las puertas, de estilo gótico, datan del siglo XV, mientras que la capilla de los Loaisa y la sacristía fueron añadidas en la primera mitad del siglo XVI.  


En su interior, la iglesia alberga varias capillas laterales con forma de transepto, destacando la Capilla de los Tapia, familia benefactora del templo. La capilla mayor presenta una bóveda de crucería de estilo gótico, adornada con decoraciones de conchas de la Orden Militar y escudos. La sacristía, accesible desde el lado derecho, contiene una colección de lienzos y una fuente natural.  


La iglesia se encuentra junto a la Puerta de Santiago, una de las entradas históricas de la ciudad amurallada, lo que refuerza su importancia estratégica y simbólica en la configuración urbana de Trujillo.










Palacio Juan Pizarro de Orellana

El Palacio de Juan Pizarro de Orellana, también conocido como Palacio de los Orellana Pizarro, es una de las construcciones renacentistas más destacadas de Trujillo, en la provincia de Cáceres, Extremadura. Situado en la Plaza Juan Tena, entre la Cuesta de la Sangre y el Cañón de la Cárcel, este palacio fue erigido en el siglo XVI por Juan de Orellana Pizarro, primo de Francisco Pizarro y destacado conquistador del Perú. A su regreso a Trujillo, Juan de Orellana adquirió una antigua casa-fuerte medieval perteneciente a la familia Vargas y encargó al arquitecto Alonso Becerra su transformación en una residencia señorial de estilo renacentista con elementos platerescos.  

La fachada principal del palacio presenta dos torres cuadradas desmochadas, entre las cuales se abre un amplio arco escarzano que da acceso a un pórtico elevado. Sobre este arco se encuentra una galería con columnas jónicas y balaustrada decorada con angelotes que sostienen los escudos de las familias Orellana y Pizarro. El portal de entrada, adintelado y enmarcado por columnas jónicas, está coronado por un frontón triangular con el escudo familiar en el tímpano.  

En el interior, destaca un patio cuadrangular de tres pisos, con arcos de medio punto sobre columnas lisas en el primer nivel y dinteles sobre zapatas en el segundo. El antepecho está decorado con balaustres ensogados y angelotes que sostienen los blasones de los Orellana y los Pizarro. Una escalera de caracol de granito da acceso a los pisos superiores, donde la estancia principal fue transformada en capilla en 1924.  

A lo largo de su historia, el palacio ha tenido diversos usos. En 1582, alojó a Miguel de Cervantes durante uno de sus viajes. Posteriormente, fue adquirido por la congregación de las Hijas de la Virgen de los Dolores, que lo convirtió en su Casa Madre y sede del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús. El edificio fue restaurado en varias ocasiones, destacando las intervenciones realizadas por la Dirección de Bellas Artes y el Instituto de Cultura Hispánica entre 1945 y 1946. En 1989, fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento.  

El Palacio de Juan Pizarro de Orellana es un testimonio del auge económico y social que vivió Trujillo durante el siglo XVI, gracias a las riquezas traídas de América por los conquistadores. Su arquitectura combina elementos defensivos medievales con la elegancia del renacimiento, reflejando la transición de una ciudad fortificada a un centro urbano próspero y cosmopolita.

Actualmente, el palacio alberga el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús.


Convento de San Francisco el Real

La Iglesia del antiguo Convento de San Francisco el Real, también conocida como Convento de La Coria, es uno de los monumentos más significativos de Trujillo, Cáceres. Fundado en el siglo XV sobre los restos de una antigua mezquita, este conjunto arquitectónico refleja la evolución del estilo gótico al barroco, adaptándose a las necesidades de la comunidad franciscana que lo habitó. 

La iglesia presenta una planta de cruz latina con una sola nave, capillas laterales y un crucero rematado por una cúpula barroca del siglo XVIII. Su fachada principal, de líneas sobrias, está adornada con el cordón franciscano y una imagen de San Francisco en una hornacina central. Sobre la portada se alza una espadaña de tres vanos para las campanas. En el interior, destaca un retablo mayor barroco, atribuido a Bartolomé de Jerez, que cubre el altar principal. El coro, situado a los pies del templo, está decorado con escudos de la ciudad y de la Orden Franciscana.  

El claustro, de estilo herreriano, se estructura en dos niveles: el inferior con arcos de medio punto sobre pilastras y el superior con columnas dóricas de granito. En torno a este claustro se disponían las dependencias monacales, incluyendo siete capillas decoradas con pilaretes góticos y escudos heráldicos.  


Puerta de Santiago

La Puerta de Santiago, también conocida como Puerta del Sol o Arco de la Sangre, es uno de los accesos más emblemáticos del recinto amurallado de Trujillo, en la provincia de Cáceres. Situada en la zona sur del casco antiguo, esta puerta ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y es un ejemplo destacado de la arquitectura defensiva medieval de la ciudad. 

Construida en el siglo XV, la Puerta de Santiago recibe su nombre por su proximidad a la Iglesia de Santiago, ubicada justo al cruzarla. El nombre alternativo, Puerta del Sol, se debe a su orientación este, por donde sale el sol. Esta puerta era uno de los principales accesos a la ciudad y conectaba con los caminos que llevaban a Toledo y Córdoba, siendo también una vía de entrada para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela desde el sur . 

Arquitectónicamente, la Puerta de Santiago presenta un arco de medio punto flanqueado por dos torres defensivas. Una de estas torres está integrada en el Palacio de Don Luis Chaves el Viejo, una de las residencias nobiliarias más antiguas de Trujillo, mientras que la otra pertenece a la estructura de la Iglesia de Santiago . En la fachada exterior de la puerta se pueden observar escudos de la familia Altamirano y de los Reyes Católicos, lo que refleja la importancia de esta entrada en la defensa y administración de la ciudad . 

Durante la Edad Media, las murallas de Trujillo estaban divididas entre las principales familias nobles de la ciudad, quienes se encargaban de su mantenimiento y defensa. La familia Chaves, por ejemplo, era responsable de la protección de esta zona de la muralla, lo que explica la proximidad de su palacio a la Puerta de Santiago . 

Hoy en día, la Puerta de Santiago se conserva en buen estado y es uno de los puntos de interés más visitados por quienes recorren el casco histórico de Trujillo. Su valor histórico y arquitectónico la convierten en una parada obligatoria para los amantes de la historia y la arquitectura medieval.


La Alberca

La Alberca de Trujillo es uno de los monumentos más singulares y menos conocidos del conjunto histórico de esta localidad cacereña. Se trata de un depósito de agua excavado en la roca viva, con más de 14 metros de profundidad, cuya función principal era abastecer de agua a la población y al ganado. 

Su origen es objeto de debate entre los historiadores. Algunos sostienen que data de época romana, basándose en la presencia de sillares trabajados con la técnica de anatirosis. Otros la atribuyen al periodo islámico, considerándola una poza omeya destinada a abrevar la cabaña ganadera. Lo cierto es que su estructura y profundidad le confieren un aspecto imponente y una notable originalidad . 

En el siglo XV se añadió una escalera que facilitaba el acceso al interior de la alberca, permitiendo la recogida de agua durante el verano y su limpieza. Además, en los alrededores aún se conservan restos de una canalización que conducía el agua hacia los campos de San Lázaro y San Juan, lo que evidencia su importancia en el sistema hidráulico de la ciudad . 

Hoy en día, la Alberca de Trujillo se encuentra en la calle Alberca, en el casco antiguo de la ciudad. Aunque no es un lugar ampliamente promocionado turísticamente, su visita ofrece una perspectiva única sobre las infraestructuras hidráulicas históricas y el ingenio de las civilizaciones que habitaron la región.




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