ZAFRA
La Muy Noble y Muy Ilustre ciudad de Zafra, declarada conjunto histórico-artÃstico en 1965, se sitúa al sur de la provincia de Badajoz, en la encrucijada histórica entre la Baja Extremadura y AndalucÃa occidental, y más conocida como Sevilla la Chica.
Sus orÃgenes se remontan a la antigua Segeda, aunque la ciudad actual se desarrolló a partir del siglo XIII tras la conquista cristiana, cobrando especial relevancia durante los siglos XV y XVI bajo el señorÃo y posterior ducado de Feria. Esta casa nobiliaria impulsó un notable proceso de urbanización, construcción de edificios representativos y consolidación de Zafra como centro comercial y agrÃcola.
El núcleo urbano conserva un trazado histórico bien definido, en cuyo corazón se sitúan dos espacios públicos de gran valor: la Plaza Grande y la Plaza Chica, comunicadas entre sà por el llamado Arquillo del Pan. La Plaza Chica, de origen medieval, destaca por su función mercantil, mientras que la Plaza Grande, porticada y más monumental, se consolidó en el Renacimiento como centro civil. Ambas están rodeadas por edificaciones populares con soportales y balconadas de madera que conservan el ambiente tradicional de la ciudad.
El principal edificio monumental de Zafra es el Alcázar de los Duques de Feria, construido entre 1437 y 1443 sobre una fortaleza anterior por Lorenzo Suárez de Figueroa, primer duque de Feria. El conjunto, de estilo gótico-mudéjar con elementos renacentistas añadidos posteriormente, es actualmente Parador Nacional de Turismo. Destacan su patio central de columnas, la torre del homenaje y la capilla ducal. Muy cerca se encuentra la Colegiata de La Candelaria, edificada entre los siglos XVI y XVIII en estilo renacentista con elementos barrocos. Su interior alberga retablos y sepulcros de gran valor, asà como obras de Zurbarán.
Otros monumentos relevantes son el convento de Santa Clara (siglo XV), con museo y archivo conventual, la iglesia de Santa Marina, y varias portadas y tramos de la antigua muralla, entre ellos la Puerta de Jerez. El trazado urbano incluye también numerosas casas señoriales con escudos heráldicos, patios interiores y carpinterÃas de tradición mudéjar.
Zafra acoge anualmente la Feria Internacional Ganadera, de origen medieval, que continúa siendo una de las más importantes del paÃs. A su notable patrimonio histórico-artÃstico se suma un entorno natural bien conservado, lo que convierte a esta ciudad en un destino cultural de primer orden en el sur de Extremadura con los videos del Canal de YouTube
Alcázar - Palacio de los Duques de Feria
El actual Parador de Turismo de Zafra ocupa el antiguo Alcázar de los Duques de Feria, una de las construcciones nobiliarias más notables de la Baja Extremadura. Se encuentra situado en el corazón del casco histórico de Zafra, declarado conjunto histórico-artÃstico en 1965. El edificio fue mandado construir por Lorenzo Suárez de Figueroa, señor de Feria, entre los años 1437 y 1443, sobre una fortificación anterior de origen islámico. A partir de 1460, con la elevación del señorÃo a ducado por parte de Enrique IV, el edificio se convirtió en residencia habitual de los Duques de Feria y sÃmbolo de su poder.
El conjunto arquitectónico responde a una tipologÃa palaciega de transición entre fortaleza medieval y palacio renacentista. Su traza original presenta elementos del gótico tardÃo con aportaciones mudéjares, especialmente visibles en la decoración de ladrillo y cerámica, los aleros de madera y los arcos mixtilÃneos. En los siglos XVI y XVII el edificio fue ampliado y reformado con criterios renacentistas, añadiéndose una portada clasicista, patios porticados y diversas dependencias nobiliarias.
El edificio adopta una planta cuadrada con torres en las esquinas, destacando la imponente torre del homenaje, de carácter defensivo, que domina el perfil urbano de la ciudad. En su interior se encuentra un amplio patio central de doble galerÃa, con columnas toscanas y arcos de medio punto en la planta baja y carpaneles en la superior. El salón de honor, la escalera monumental y la capilla privada conservan elementos originales de los siglos XV y XVI.
En 1931 fue declarado Monumento Histórico-ArtÃstico y posteriormente rehabilitado para su uso como Parador Nacional, función que desempeña desde 1968. La intervención respetó la estructura original e incorporó mobiliario y decoración acordes con la época. En la actualidad, el edificio combina funciones turÃsticas y culturales, albergando también eventos y visitas patrimoniales.
El Alcázar de Zafra constituye no sólo una muestra sobresaliente de arquitectura nobiliaria extremeña, sino también un testimonio del papel que desempeñó la Casa de Feria en la configuración urbana y polÃtica de Zafra durante los siglos finales de la Edad Media y la Edad Moderna.
Plaza Grande
La Plaza Grande de Zafra es uno de los espacios urbanos más representativos del urbanismo renacentista en Extremadura. Situada en el corazón del casco histórico, y conectada a través del Arquillo del Pan con la vecina Plaza Chica, forma parte del conjunto histórico-artÃstico de Zafra, declarado en 1965. Su configuración actual se consolidó entre finales del siglo XV y el siglo XVI, bajo la tutela de la casa de Feria, que promovió una profunda transformación de la ciudad en lÃnea con los ideales de orden y monumentalidad propios del Renacimiento.
La plaza adopta una planta rectangular irregular y está rodeada por edificaciones de dos alturas con soportales sustentados por columnas de granito. Estos soportales no sólo servÃan como protección frente a las inclemencias del tiempo, sino también como espacios comerciales donde se desarrollaban actividades mercantiles vinculadas a las ferias de ganado y productos agrÃcolas. En el siglo XVI ya se documentan casas de mercaderes y notables que abrÃan sus negocios en este entorno.
Entre los elementos destacables figuran los escudos nobiliarios en algunas fachadas, balconadas de madera de tradición mudéjar, y diversas hornacinas y azulejos con motivos religiosos. Desde el punto de vista funcional, la Plaza Grande ha servido tradicionalmente como espacio de representación urbana, celebración de actos públicos y epicentro de la vida civil de Zafra.
La Plaza Grande de Zafra sigue siendo en la actualidad un lugar de encuentro social, especialmente durante la celebración de la Feria Internacional Ganadera, heredera de las tradicionales ferias de San Miguel, que desde el siglo XV han tenido a esta plaza como uno de sus principales escenarios.
Plaza Chica
La Plaza Chica es la plaza más antigua y pequeña de las dos que componen el núcleo urbano porticado de Zafra, junto a la Plaza Grande. Situada en el corazón del casco histórico, esta plaza ha sido un importante centro de actividad comercial y social desde su origen en el siglo XVI. Conocida tradicionalmente como la Plaza de Mercado, su historia está vinculada al desarrollo de las ferias de Zafra, que convirtieron a la ciudad en un referente comercial en la Baja Extremadura.
La Plaza Chica se distingue por su tamaño reducido y su carácter más Ãntimo en comparación con la Plaza Grande, pero su importancia histórica es indiscutible. Los soportales que rodean la plaza, al igual que en su vecina, están formados por columnas de granito, lo que le confiere un aire renacentista que ha perdurado a lo largo de los siglos. La plaza ha sido siempre un espacio de intercambios comerciales, especialmente de productos locales como el aceite, la lana y el ganado, y fue escenario de la venta de mercancÃas durante las ferias.
Una de sus caracterÃsticas más destacadas es el Arquillo del Pan, un paso cubierto que conecta la Plaza Chica con la Plaza Grande, facilitando la comunicación entre ambos espacios y formando una unidad arquitectónica dentro del trazado medieval de la ciudad. El Arquillo del Pan, de origen medieval, ha sido restaurado a lo largo de los años, pero sigue conservando su función como eje de conexión entre las dos plazas.
A lo largo de su historia, la Plaza Chica ha sido testigo de numerosos eventos sociales y culturales, incluidos mercados, celebraciones y actividades populares. En la actualidad, sigue siendo un lugar de encuentro para los residentes y visitantes de Zafra, manteniendo su esencia como centro de la vida cotidiana de la ciudad.
Colegiata de Santa MarÃa de la Candelaria
La Iglesia-Colegiata de Santa MarÃa de la Candelaria es el principal templo de la ciudad de Zafra y una de las edificaciones religiosas más relevantes de la Baja Extremadura. Se encuentra situada en el centro del casco histórico, junto a la Plaza del Pilar Redondo, y su construcción se inició en el año 1527 para sustituir a un templo anterior, en estado de ruina, que ya se documentaba desde la Edad Media. Las obras se prolongaron durante buena parte del siglo XVI y principios del XVII, integrando elementos del gótico tardÃo, el renacimiento y, posteriormente, del barroco.
El edificio presenta planta de cruz latina con una amplia nave central, capillas laterales y crucero cubierto por cúpula. La fachada principal, de canterÃa, está rematada por una alta torre de cuatro cuerpos, cuya construcción se finalizó en el siglo XVII. La portada renacentista presenta decoración sobria con pilastras y frontones, y sobre ella se dispone una hornacina con la imagen de la Virgen titular.
En el interior destaca el retablo mayor, de estilo barroco, realizado en madera tallada y dorada a mediados del siglo XVII. Está presidido por la imagen de la Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad, flanqueada por escenas de su vida y varios santos. En las capillas laterales se conservan otros retablos barrocos, obras de imaginerÃa de gran calidad y una interesante colección de lienzos. Entre ellos sobresalen varias pinturas atribuidas a Francisco de Zurbarán, entre las que se encuentran representaciones de santos y mártires, procedentes en parte de otros conventos de la ciudad desamortizados en el siglo XIX.
En 1609, el templo fue elevado a la categorÃa de colegiata por el papa Paulo V, a petición de Gómez Suárez de Figueroa, III duque de Feria. Este tÃtulo supuso la creación de un cabildo eclesiástico y el fortalecimiento de la función religiosa de Zafra como centro comarcal. La colegiata albergó importantes ceremonias vinculadas a la nobleza local y conserva aún hoy parte de su archivo y mobiliario histórico.
Declarada Bien de Interés Cultural en la categorÃa de monumento, la iglesia de Santa MarÃa de la Candelaria constituye un referente del patrimonio artÃstico y religioso de Zafra, tanto por su arquitectura como por la riqueza de su contenido artÃstico.
Convento de Santa Clara
El Convento de Santa Clara de Zafra, conocido también como Monasterio de Santa MarÃa del Valle, constituye uno de los conjuntos monásticos más importantes de Extremadura. Fundado en 1429 por Teresa de Figueroa, hija de Gomes Suárez de Figueroa, señor de Feria, fue habitado por una comunidad de monjas clarisas que aún hoy mantiene la clausura. Desde su origen, el convento estuvo estrechamente vinculado a la casa ducal de Feria, que lo utilizó como lugar de retiro espiritual y sepultura.
La iglesia conventual fue construida entre mediados del siglo XV y principios del siglo XVI en un estilo de transición entre el gótico tardÃo y el renacimiento, con influencias mudéjares visibles en la carpinterÃa y los revestimientos. La nave única se cubre con bóveda de crucerÃa estrellada, mientras que el presbiterio y las capillas laterales muestran ya elementos renacentistas en sus retablos y decoraciones. La fachada exterior, austera y de lÃneas horizontales, oculta la riqueza del interior, al que se accede desde el claustro conventual o por una portada lateral.
En el interior destacan varios elementos de gran interés artÃstico. El retablo mayor, realizado en el siglo XVI, está presidido por una imagen de la Virgen con el Niño y rodeado de escenas de la vida de Cristo. En las capillas funerarias se conservan sepulcros renacentistas de miembros de la casa de Feria, entre ellos el de Leonor de Mendoza. También son notables los zócalos de azulejerÃa sevillana del siglo XVI, la sillerÃa coral y las pinturas murales descubiertas en recientes restauraciones.
El claustro, de dos plantas, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura conventual femenina en la región. Su galerÃa baja presenta arcos apuntados sobre columnas octogonales, mientras que la superior fue modificada en época barroca con cierres de madera. En el convento se conserva también un valioso archivo y diversas piezas de orfebrerÃa, textiles y objetos litúrgicos.
Desde 2015 el conjunto alberga el Museo Santa Clara, un espacio museográfico instalado en dependencias del convento, que permite al visitante conocer la historia de la comunidad, el arte sacro que atesora y la evolución arquitectónica del recinto. El convento fue declarado Bien de Interés Cultural en la categorÃa de monumento en 1995.
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