BAÑOS de la ENCINA
La Muy Ilustre y Mariana Villa de Baños de la Encina, municipio de la comarca de Sierra Morena, en la provincia de Jaén, Andalucía, se sitúa en una loma junto al embalse del Rumblar. Su ubicación estratégica la convirtió en un enclave defensivo clave a lo largo de la historia.
El origen de Baños de la Encina se remonta a la prehistoria, con vestigios de asentamientos en el Cerro de la Misericordia. Durante la época íbera y romana, la zona fue un punto clave en la ruta entre la Meseta y el valle del Guadalquivir. En la dominación musulmana, el califa Alhakén II ordenó la construcción del castillo de Bury al-Hamma en 968, una de las fortalezas mejor conservadas de la península.
Tras la conquista cristiana en 1225, el castillo pasó a manos de la Orden de Calatrava y la villa quedó bajo la jurisdicción de la ciudad de Baeza. En la Edad Moderna, Baños de la Encina experimentó un crecimiento vinculado a la explotación minera y al comercio con Castilla. En 2001, su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
El principal monumento de la villa es el Castillo de Burgalimar, también conocido como castillo de Baños de la Encina. Construido en 968, es un ejemplo excepcional de arquitectura militar califal, con murallas de tapial reforzadas por catorce torres defensivas. En el siglo XV, tras la Reconquista, se añadió la Torre del Homenaje, de estilo cristiano.
La Iglesia de San Mateo, construida entre los siglos XV y XVIII sobre una antigua mezquita, es el templo principal de la villa. Su arquitectura combina elementos góticos y renacentistas, destacando su torre de planta cuadrada y el retablo mayor barroco.
Otro edificio de gran valor es la Ermita de Jesús del Llano, del siglo XVII, que alberga el camarín barroco del Cristo del Llano, una de las obras más ricas de Andalucía por su ornamentación en estuco y dorado.
El centro de la villa conserva un conjunto de casas solariegas de los siglos XVI al XVIII, entre ellas la Casa Consistorial y la Casa de los Delgado de Castilla, con su portada renacentista. En la Plaza Mayor, se aprecia la evolución arquitectónica de la localidad a lo largo de los siglos.
En la periferia se encuentra el Molino de Viento del Santo Cristo, un molino harinero del siglo XVIII restaurado, desde cuya ubicación se obtiene una panorámica de la Sierra Morena y el valle del Guadalquivir.
Finalmente, el entorno natural de Baños de la Encina destaca por el Embalse del Rumblar, un espacio de gran interés paisajístico y ecológico, con rutas de senderismo y avistamiento de fauna.
Baños de la Encina es un enclave histórico de gran valor patrimonial, cuyo castillo y casco antiguo reflejan la evolución de Andalucía desde la época islámica hasta la actualidad y que conocemos a través del vídeo del Canal de YouTube al que animamos a suscribirse.
Castillo de Burgalimar
El Castillo de Burgalimar, también conocido como Castillo de Baños de la Encina, es una fortaleza de origen almohade construida en el año 968 por orden del califa Alhakén II. Situado en la localidad de Baños de la Encina, en la provincia de Jaén, este castillo es considerado uno de los mejor conservados de España y uno de los más antiguos de Europa. Declarado Monumento Nacional desde 1931.
La fortaleza se erige sobre una colina que domina el paisaje circundante, ofreciendo vistas panorámicas de la comarca de Sierra Morena. Su estructura original incluye una muralla de tapial con catorce torres cuadrangulares, características de la arquitectura califal del siglo X. En el siglo XV, se añadió la Torre del Homenaje, de planta rectangular y mayor altura, que sobresale sobre las demás torres.
A lo largo de su historia, el castillo ha sido escenario de diversos episodios bélicos, pasando de manos musulmanas a cristianas en varias ocasiones. En 1225, durante el reinado de Fernando III, se consolidó definitivamente en manos cristianas. Posteriormente, en 1458, el rey Enrique IV lo cedió a su condestable, Miguel Lucas de Iranzo, lo que generó tensiones con la población local.
En la actualidad, el Castillo de Burgalimar es un importante atractivo turístico que permite a los visitantes sumergirse en la historia medieval de la región. El interior alberga un aljibe cubierto por una bóveda de medio cañón y restos de construcciones posteriores, como un pequeño fortín de época cristiana.
Además, el castillo ofrece vistas panorámicas de la localidad y sus alrededores, siendo un punto de interés para los amantes de la historia y la arquitectura.
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