PORTOMARÍN
El Nuevo Portomarín, villa lucense a orillas del Miño y uno de los pasos obligados del Camino Francés hacia Santiago de Compostela, así como una de las puertas de la Ribeira Sacra
Situado a orillas del río Miño, este pueblo es conocido por haber sido reubicado tras la construcción del Embalse de Belesar en 1963. El antiguo núcleo quedó sumergido bajo las aguas, pero sus principales edificios históricos fueron trasladados piedra a piedra al Monte do Cristo, donde se reconstruyó la nueva villa.
Entre sus principales monumentos destaca la Iglesia-fortaleza de San Juan, también conocida como San Nicolás, construida en el siglo XII por la Orden de San Juan de Jerusalén. Este templo combina elementos religiosos y defensivos, con gruesos muros y torres. Las piedras del templo fueron numeradas durante su traslado para asegurar su reconstrucción fiel. Junto a ella, la iglesia de San Pedro, un ejemplo del románico, también fue trasladada y conserva su carácter austero y devoto.
El trazado urbano actual mantiene el encanto medieval, con calles empedradas y soportales que evocan el antiguo Portomarín, que ya fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1946.
El Puente romano-medieval que conectaba ambas orillas del Miño aún es visible cuando el nivel del embalse baja, revelando los restos del antiguo pueblo.
Portomarín es un lugar destacado en el Camino Francés hacia Santiago de Compostela. Peregrinos de todo el mundo lo atraviesan, llenándolo de vida y energía. La villa ofrece múltiples servicios para los caminantes, como albergues, restaurantes y tiendas de artesanía local.
Rodeado por un entorno natural impresionante, el municipio también invita a disfrutar de actividades al aire libre, como rutas de senderismo y visitas al embalse. Portomarín es, en definitiva, un ejemplo de resiliencia histórica y un destino imprescindible para quienes buscan conectar con la esencia de Galicia y que recorremos con el vídeo del Canal de YouTube.
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