MONASTERIO de SANTA MARÍA de MONTEDERRAMO

El Monasterio de Santa María de Montederramo se encuentra en el municipio de Montederramo, en la provincia de Ourense, Galicia. Fundado en el siglo X, este monasterio ha jugado un papel importante en la historia religiosa de la región.

En sus primeros tiempos, perteneció a la Orden de San Benito, y más tarde pasó a formar parte de la Orden del Císter. A lo largo de los siglos, el monasterio experimentó varias ampliaciones y reformas, adaptando su estructura a las distintas influencias artísticas y arquitectónicas de cada época, como el románico, el gótico y el renacimiento, lo que lo convierte en un excelente ejemplo de la evolución arquitectónica monástica en Galicia.

La iglesia del monasterio es de planta basilical, con tres naves separadas por columnas y cubiertas con bóvedas semicirculares. Su fachada destaca por un estilo renacentista, con un frontón triangular que enmarca la entrada principal. En su interior se pueden observar elementos artísticos de gran valor, como el retablo mayor, que combina diferentes estilos y está dedicado a la Virgen María, y una impresionante sillería coral barroca. La iglesia tiene una gran luminosidad, especialmente en su nave central, gracias a la disposición de sus ventanales y a la cúpula del crucero que aporta amplitud al espacio.

Uno de los aspectos más destacados del monasterio son sus claustros, de gran importancia tanto en su estructura como en su función. El Claustro Reglar o Procesional, de estilo gótico, fue construido en el siglo XVI y se caracteriza por su planta cuadrada con arcos ojivales y bóvedas de ojiva de nueve claves. Este claustro conecta la iglesia con las dependencias del monasterio y servía como espacio para la meditación y la oración de los monjes. El Claustro de los Huéspedes, también de finales del siglo XVI, presenta una planta cuadrada con arcos semicirculares sobre columnas exentas renacentistas. Este claustro era utilizado para albergar a los peregrinos y visitantes del monasterio, destacando la tradición de hospitalidad de la Orden del Císter.

En su entorno, el monasterio está rodeado de un paisaje montañoso, cubierto de vegetación autóctona, que lo convierte en un lugar ideal para el retiro espiritual. El monasterio continúa siendo un lugar de culto, y la comunidad monástica actual se encarga de mantener vivas las tradiciones religiosas y la actividad litúrgica. A lo largo del año, el monasterio acoge a peregrinos y visitantes interesados en su rica historia y su entorno natural, lo que lo convierte en un importante centro cultural y espiritual de la región.

En resumen, el Monasterio de Santa María de Montederramo no solo es un referente arquitectónico por su fusión de estilos, sino que también constituye un valioso patrimonio cultural y religioso que sigue siendo un lugar de contemplación y fe, ofreciendo a quienes lo visitan una experiencia enriquecedora tanto a nivel espiritual como cultural.